Por la igualdad en la guarda y crianza de los hijos

Actualizado
  • 17/02/2020 06:00
Creado
  • 17/02/2020 06:00
No son pocos los padres que evaden sus responsabilidades sin embargo, también hay quienes desean participar activamente en la vida de sus hijos aunque estén separados de la madre. Fundación Mi Papá es una institución que vela por los deberes y derechos del padre en cuanto a la educación de sus hijos

Igualdad de género, un concepto que suena y resuena en millones de tertulias. Pero... ¿qué significa exactamente? Es un principio jurídico universal que se refiere a la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de las mujeres y los hombres. Este principio es violado cuando no se toma en cuenta la figura del padre ni sus derechos en la crianza de los hijos.

En América Latina y el Caribe existe un reconocimiento creciente de la importancia que reviste para los hijos la participación de los padres en las tareas de cuidado.

A lo largo de la historia, mundialmente, comprobado científicamente a través de estudios, no son pocos los padres que evaden sus responsabilidades y/o se excluyen, sea voluntariamente o con su mal proceder, del crecimiento y desarrollo de los descendientes, pero no nos referimos a ellos, aludimos a esos progenitores responsables que por estigma de sociedades no pueden gozar de los mismos derechos que las madres.

“A través de los profesionales de la salud mental y profesionales pedagógicos, se hace más notable la recomendación que para el desarrollo integral de los niños se necesita la interacción de ambos padres en su guarda y crianza. El papel del padre también es importante dentro de la cotidianidad de los niños, porque se ha demostrado que al tener contacto con ambos progenitores a pesar de que estén separados, los niños tienen más oportunidades de descubrir su personalidad y ser mentalmente sanos. Por eso es importante establecer en Panamá la guarda y crian za compartida en beneficio de la niñez”, señala Reyna E. Vega, presidenta de la Fundación Mi Papá.

Fundación Mi Papá constituye una obra social dedicada al “rescate” pedagógico, ocupacional, jurídico y ético de los derechos del padre. Con solo cuatro meses en Panamá busca el reconocimiento de la igualdad de derechos de padres y madres en relacionarse con sus hijos, cuidarlos, y hacerse responsable de ellos. Une fuerzas para ofrecer apoyo emocional y orientación jurídica, con el fin de prevenir, revertir y hacer sentir ante la sociedad panameña la afectación emocional y psicológica que generan la alienación parental y decisiones judiciales que resulten en el alejamiento entre padres e hijos.

¿En Panamá, tienen los padres y madres el mismo derecho en la crianza de los hijos?

“Según la Ley sí sin embargo, desde nuestra perspectiva no son aplicados de la misma manera en la cual. Como bien se estipula en nuestra ley ambos padres pueden optar por solicitar la Guarda y Crianza de sus hijos, sin embargo, generalmente en Panamá para este proceso solo uno de los padres es quien obtiene la Guarda y Crianza, generalmente se prefiera a la madre”, señala Vega.

En este sentido, Jorge León Barahona, asesor jurídico y Secretario de la Fundación detalla que la organización considera “importante que para los casos de guarda y crianza se valoren a ambos padres de manera integral para que de esta forma se promueva modificar la ley permitiendo que exista en nuestra legislación la guarda y crianza compartida, es decir que los hijos estén con ambos progenitores, teniendo un tiempo por igual, donde tanto el padre como la madre tomen decisiones en igualdad de condiciones sobre el cuidado de los hijo”.

Por la igualdad en la guarda y crianza de los hijos

“Si se determinase que uno de los padres no cumple con los requisitos para ostentar la Guarda y Crianza, se le otorgue al que es apto para cumplirla, y que de este mismo modo se establezca una reglamentación de visitas que permita la interacción fluida del niño con el progenitor que no ostenta la Guarda y Crianza, ya que actualmente no es valorado de este modo”, añade.

El Código de la Familia, Capítulo III establece: (Artículo 326) Cuando los padres no vivieren juntos, se estará al acuerdo de éstos respecto a la guarda y crianza y al régimen de comunicación y de visita siempre y cuando no afecte el interés superior del menor. (Artículo 328) En igualdad de condiciones, se tendrá, como regla general, que los hijos o hijas queden al cuidado del progenitor en cuya compañía se hayan encontrado hasta el momento de producirse el desacuerdo, prefiriendo a la madre si se hallaban en compañía de ambos, y salvo, en todo caso, que por razones especiales se indique otra solución.

En América Latina y el Caribe (ALC), al igual que en el resto del mundo, existe un reconocimiento creciente de la importancia que reviste para los hijos/as, las familias y las comunidades la participación de los padres en las tareas de cuidado.

Hasta la década de los ochenta los padres eran esencialmente invisibles en el campo del desarrollo infantil, pues este se enfocaba casi exclusivamente en la relación entre la madre y el niño. Desde entonces, muchos estudios en varias regiones del mundo han abordado el rol de los padres, la relación de los padres y madres en el cuidado de los infantes, así como el impacto de la ausencia de los padres en las vidas de sus hijos.

Según el informe Estado de la paternidad América Latina y El Caribe (2017), presentado por MenCare, una campaña global para promover la paternidad activa que actualmente tiene presencia en aproximadamente 40 países en cinco continentes, los hallazgos a nivel mundial son claros: los padres importan y su presencia comprometida hace una diferencia. Por lo general, las investigaciones sugieren que: los padres son importantes para el desarrollo emocional, social e intelectual de los niños/as; los padres son importantes durante todo el desarrollo de los niños, no solo en los primeros años de vida; la paternidad ausente tiene costos tanto para las familias como para el Estado; la paternidad participativa es importante para la igualdad de género puesto que los padres cumplen un rol esencial en el cuidado y el desarrollo de sus hijos, como “cocuidadores” junto con las madres y la experiencia tanto de la crianza como el cuidado transforma a los hombres psicológica e incluso biológicamente.

En cuanto a los padres que no quieren cumplir su rol definitivamente no se puede obligar a nadie a cumplir con su responsabilidad natural sin embargo, “esperamos que nuestra campaña motive a más hombres a capacitarse al respecto de sus deberes y derechos como padre”, puntualiza Vega.

'Paternidad pro beneficio de la niñez'
FUndación

Según sus directivos, Fundación Mi Papá surge por la notable necesidad en Panamá de una institución que vele por los deberes y derechos del padre en cuanto a la crianza de sus hijos, y sobre todo que se respete el derecho de los hijos de gozar de ellos, de ahí nace su eslogan Paternidad pro beneficio de la niñez. “Al igual que muchos otros hombres, nuestro fundador experimentó diversos procesos judiciales de familia siendo los principales de estos el proceso de guarda y crianza y reglamentación de visitas de sus hijos, proceso en el cual la parte más vulnerable son los menores de edad y a quienes en ocasiones se les limita de manera absoluta el acceso a la figura paterna. Al iniciar la búsqueda de ayuda para su proceso se percata que no existe en Panamá ninguna institución que ayude a papás e hijos a sobrellevar emocionalmente esta difícil separación y recibir la orientación legal adecuada; además de no existir programas accesibles para todos de terapias para los niños que les ayuden a superar la separación de sus padres. Debido a esta experiencia, surge la necesidad de apoyar a otros papás e hijos en estos difíciles procesos psicológicos, constituyendo Fundación Mi Papá”.

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