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- 03/05/2024 00:02
- 02/05/2024 19:20
Con un semblante enérgico y optimista, el rector del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae), Enrique Bolaños, expresó su satisfacción tras la inauguración de un centro ejecutivo en la ciudad capital, y realizó un recorrido por los 60 años de trayectoria de este centro educativo que se caracterizaron por un método particular de enseñanza –centrado en el método de casos– y la resiliencia que se refleja en momentos como la confiscación del campus Francisco de Sola por parte del régimen nicaragüense.
Bolaños examinó la importancia de Panamá como un centro estratégico y neurálgico para la economía regional, un factor decisivo en la implantación de su sede ejecutiva, y repasó los lazos que tiene el país con el Incae, que datan desde el momento mismo en el que la institución se fundó en el año 1964.
¿Cómo se llegó a la decisión de inaugurar la sede ejecutiva del Incae en Panamá?
Siempre en sus análisis y sus evaluaciones estratégicas, el Incae veía a Panamá como un centro relevante, importante y de interés para nosotros. Panamá tiene el hub de las Américas así como la conectividad con Sudamérica y el Caribe, además de ser un centro financiero y logístico importante. Nosotros veíamos al mercado panameño como un mercado muy importante, relevante y atractivo.
Tenemos diferentes programas, como las maestrías residenciales, que se llevan a cabo en nuestro campus de Costa Rica, pero vimos nosotros a Panamá como un lugar muy apropiado para ofrecer lo que serían las maestrías y los programas ejecutivos. Entonces hemos tomado la decisión de venir a Panamá, hablamos con las autoridades y los empresarios, que nos recibieron con los brazos abiertos, y procedimos con la decisión de venir y arrancar aquí un centro ejecutivo en el que tendremos aulas y cuartos de estudio y de discusión para los estudiantes, ubicado en el Business Park de Costa del Este. Es un centro en el que tanto los estudiantes panameños como los del exterior pueden viajar una vez al mes con más facilidad y pueden hacer uso de este centro.
¿Cuáles son los programas educativos que se ofrecerán en esta en este centro ejecutivo del Incae?
Tenemos una gama de maestrías ejecutivas que vamos a ofrecer, como lo será el executive MBA, que se ofrece dos veces al año, en abril y en septiembre. El primer programa de la maestría ejecutiva empezó el pasado 29 de abril. Este es un programa que está catalogado como uno de los top 100 másteres ejecutivos del mundo en el ranking del Financial Times, que nos pone en ese sitial por ocho años consecutivos.
Después hay otras maestrías ejecutivas que ofrecemos y que denominamos como maestrías especializadas en temas como finanzas, logística, cadenas de suministro, análisis de negocios, y esa la iremos ofreciendo a medida del comportamiento del mercado. También tenemos programas ejecutivos de corta duración, en los que ya vamos evaluando para ofrecer aquí en Panamá y, finalmente, tenemos programas corporativos que están hechos a medida de las empresas y, por cierto, ya hemos tenido acercamientos con múltiples empresas con las cuales estamos explorando la posibilidad de hacer esos programas.
Tras 60 años de su fundación, ¿cuáles han sido los logros más destacados del Incae?
Podría hablar por horas. (Dice entre risas) En 1969, cinco años después de fundado el Incae, graduamos a la primera maestría. Ya tenemos 55 años y hemos graduado a 20.000 profesionales en nuestras maestrías, y eso es un enorme logro. La gran mayoría de los presidentes ejecutivos y de los altos ejecutivos de muchas de las empresas de la región son del Incae.
Otro gran logro son los centros de impacto en donde tenemos nuestro Centro Latinoamericano de Competitividad y Desarrollo Sostenible, con el que hemos apoyado a nuestros países para que sean más competitivos a nivel mundial, y otro logro adicional sería la asociación del Incae con el Foro Económico Mundial siendo nosotros los socios de este importante foro en Centroamérica y Mesoamérica.
Además, hemos brindado apoyo a los países. Por ejemplo, asistimos a la Autoridad del Canal de Panamá cuando traspasó a manos panameñas así como a desarrollar la estrategia de turismo de Costa Rica, que resultó ser muy exitosa. También ayudamos a los países en las negociaciones del acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y, en el momento de la pandemia, brindamos una mano a los gobiernos y países en temas relacionados con la logística y la reapertura de la economía, siendo un faro para ellos.
Estuvimos en foros de gobierno y capacitamos a gestores públicos, además de haber participado en diálogos, y hemos asistido a varios países en sus momentos de crisis. En fin, son múltiples las contribuciones. Incae es mucho más que una escuela de negocios, es una institución que ayuda a la sociedad, y que transforma vidas para un mejor futuro.
¿Cuáles son los lazos que unen al Incae con Panamá?
Tenemos 60 años de lazos con Panamá. Cuando se realizó el primer programa de administración de alta gerencia en la ciudad de Antigua, Guatemala en 1964, estuvieron cinco empresarios panameños de los 43 que llegaron. En el segundo programa de alta gerencia –que fue en Boquete, Panamá, en el año 1965– participaron nueve panameños.
Desde que nace Incae, Panamá es parte de su proceso de creación. El primer vicepresidente del consejo directivo del Incae fue un panameño: Joaquín José Vallarino, y siempre ha habido un representante de Panamá en el consejo directivo del Incae en sus 60 años de historia, y hemos graduado a 1.500 panameños en nuestros programas.
Tenemos alianzas con las que hemos trabajado con el sector privado panameño muy de cerca y, a veces, hemos hecho programas con el sector público en ciertas ocasiones en las que ha sido necesario.
Siempre Incae ha estado cerca de Panamá. Cuando salimos de Nicaragua en el año 1980 por la guerra civil, Panamá y Costa Rica eran las dos opciones que se habían tomado en cuenta. Se escogió Costa Rica, no sé las razones de aquel entonces, ya que yo no era parte de la administración, pero desde que soy parte de la administración, siempre hemos visto a Panamá como ese lugar estratégico para la expansión del Incae y ahora que ya pudimos ver la oportunidad, pues salimos inmediatamente a abrir la sede aquí.
¿Cómo vivieron la confiscación hace siete meses del campus del Incae en Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega?
La confiscación fue muy dolorosa y nos afectó mucho. Fue la primera sede en la que comenzó Incae, donde yo, siendo nicaragüense, me gradué y tengo un enorme aprecio por ese campus. Obviamente no, no nos agradó, no nos gustó y creemos que nunca debió haber sucedido, pero sucedió. Ahora, la dinámica en ese entonces estaba situada posterior a la pandemia y el mundo cambia con la pandemia.
Cuando vino la pandemia y todo el mundo ya se volvía digital, antes de ello vimos las tendencias digitales y ya teníamos una alianza estrategia con el proveedor digital Emeritus, con lo que ya estábamos listos y nos volcamos totalmente a nuestros programas digitales para seguir operando.
Pasa la pandemia y ya no todo regresa a la presencialidad y hay una demanda fuerte por los programas digitales. La demanda de la infraestructura física, que antes era 100% presencial, ya no es el caso. Entonces, cuando viene 2021 nosotros manejábamos dos campus: el de Costa Rica y el de Nicaragua, pero dado que casi no había ningún vuelo hacia Nicaragua y el país tenía sus problemas políticos, además del hecho de que nosotros ya hemos totalmente evolucionado hacia lo digital, no teníamos actividad académica en Nicaragua. Toda la actividad académica o se hacía en Costa Rica o de forma digital.
Lo que nos han confiscado es un edificio vacío en el que solamente estaba el personal administrativo. Nada más, no había enseñanza en ese momento. De tal forma que si bien nos afectó, nos dolió, nos molestó y lo consideramos injusto, esto no nos hizo daño en nuestra operación.
¿En qué consiste el método de casos del Incae?
Uno aprende más haciendo que escuchando, si uno quiere aprender a hacer algo. Si uno quiere aprender a nadar tomando lecciones en Youtube, por ejemplo, eso no es posible pues uno tiene que ir a nadar físicamente y practicar. El método de casos es algo parecido.
Un empresario o un gerente que maneja una empresa en la que hay una situación y tiene que ver cómo la resuelve, ya sea en los ámbitos de los recursos humanos, la producción o el mercadeo, así como cualquier otra materia que necesite ser resuelta en el momento.
Al estudiante se le dice que lea el caso y que lo prepare junto a su grupo de estudio en la noche anterior sin antes haber estudiado nada. Es ahí cuando el grupo de estudio –que es diverso porque hay gente de varias disciplinas como ingenieros, administradores, abogados, historiadores y economistas, entre otros, que tienen experiencias previas– se sienta a intercambiar puntos de vista. La diversidad de opiniones es lo más enriquecedor de este proceso.
Entonces se trata el caso en el aula de clase –que suele albergar a entre 60 y 80 estudiantes– y el profesor llama a la resolución del caso. Entonces es cuando empieza la discusión en clase, guiada por el docente. En esa conversación, con la dirección del profesor, se aprende mucho más que simplemente poner el problema y decir por ahí mismo la solución. Este método de casos se descubrió en la Escuela de Negocios de Harvard y ellos trajeron esta metodología al Incae, que siempre ha conservado este método de casos.
¿Qué tan fundamental es el pensamiento crítico en el futuro líder de negocios?
Nosotros enseñamos a pensar. Eso es lo que enseñamos. A razonar y a evaluar. Es fundamental porque mañana vienen nuevas herramientas como la inteligencia artificial (IA), pero el método de casos que aprendí hace varias décadas en el Incae es lo que hasta hoy me mantiene activo.