Este evento que se vio fundamentalmente desde América, empezó sobre la medianoche de este viernes 14 de marzo y llegó a su máximo sobre las 3 de la mañana,...

- 15/03/2025 00:00
- 14/03/2025 17:33
Mark Carney, un hábil economista con experiencia de gestión en momentos críticos, se ha convertido este viernes en el primer ministro de Canadá, en un periodo clave para su país, acosado por las ansias expansionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la guerra comercial con su vecino y principal socio.
Además, Carney, que ha sido gobernador de los bancos centrales de Canadá e Inglaterra, tiene que hacer olvidar a su antecesor, Justin Trudeau, quien abandonó este viernes el mundo de la política en su mejor momento en los últimos 12 meses precisamente gracias a cómo se ha enfrentado a las amenazas de Trump.
Carney tiene un desafío más: ganar las próximas elecciones generales que se podrían producir en cualquier momento antes del otoño.
Si en un principio parecía que la herencia de Trudeau iba a ser una fruta envenenada para el nuevo líder liberal, la asombrosa recuperación del Partido Liberal en las encuestas, precisamente gracias a los ataques de Trump, dan al nuevo primer ministro un cierto margen de maniobra.
A pesar de todo, Carney ha declarado que siente que todo lo que ha vivido hasta ahora le ha preparado para este momento crítico en la historia del país.
Carney nació hace 59 años en una remota ciudad del extremo noroeste de Canadá, Fort Smith, aunque creció en Edmonton, la capital petrolífera del país.
En 1988 se graduó en la Universidad de Harvard (EE.UU.) en Economía, y en 1993 terminó su máster en la Universidad de Oxford (Reino Unido), donde también consiguió su doctorado dos años después. Posteriormente trabajó en la firma Goldman Sachs.
Pero su nombre solo empezó a ser conocido entre los canadienses cuando en febrero de 2008 asumió el puesto de gobernador del Banco de Canadá, al inicio de la gran crisis financiera que primero causó graves daños en Estados Unidos y posteriormente desoló economías en Europa.
Carney, el entonces gobernador más joven de un banco central del G7 e incluso del G20, tomó acciones decisivas que la mayoría de los expertos considera permitieron que Canadá esquivase los peores efectos de la crisis financiera global.
Craig Wright, el entonces economista jefe del Royal Bank of Canada, la principal institución financiera privada del país, alabó sus planteamientos.
“Cuando observas parte de la creatividad que ahora está siendo copiada en algunas partes del mundo, como su orientación a futuro y su trabajo en estabilidad financiera, sería difícil encontrar muchos banqueros centrales que hayan hecho un mejor trabajo”, dijo Wright.
En 2013, Carney dejó el Banco de Canadá para hacerse cargo del Banco de Inglaterra hasta 2020, lo que le forzó a confrontar desde el banco central británico tanto al traumático brexit como el inicio de la pandemia de COVID-19.
Tras abandonar el Banco de Inglaterra, Carney fue nombrado presidente del consejo de administración de Brookfield Asset Management, una de las mayores firmas de inversiones alternativas del mundo, además de enviado especial de la ONU para la Acción Climática y Finanzas.
Pero para entonces, ya estaba preparando su vuelta a Canadá de la mano del Partido Liberal de Trudeau. Durante meses, fue un secreto a voces que el primer ministro canadiense quería que Carney se encargase de la cartera de Finanzas.
Su primer reto es decidir cómo enfrentarse a Trump. Los aranceles que Estados Unidos ha impuesto amenazan con provocar una grave recesión en el país. Las amenazas de anexión de Donald Trump pueden forjar o destruir al nuevo líder canadiense.
Carney ha declarado que él es la persona apropiada para el desafío.