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- 30/06/2024 00:00
- 29/06/2024 17:36
¿Sabías que a mayor bienestar, confianza, y relaciones positivas, mayor es la capacidad de nuestros cerebros para visualizar nuevas posibilidades y ser más creativos?
Piensa en un líder en tu vida, quien a través de conversaciones sinceras te llevó a la impresión de que tu éxito le importaba. ¿Qué tipo de preguntas hace esa persona? ¿Cómo te sientes en su presencia?
Este líder, ya sea capacitado o no como coach, seguramente aplica habilidades de coaching en sus relaciones.
Hagamos un quiz:
- Este líder escucha con atención y entiende a los demás
- Este líder hace preguntas abiertas que me inspiran a ser mejor
- Este líder en sus conversaciones me ayuda a descubrir mis fortalezas
- Este líder mantiene un alto nivel de confianza con las personas
- Este líder construye relaciones positivas
Posiblemente marcaste “Cierto” para algunas estas frases. Pareciera que este líder “nació así”.
Y seguramente puedes también pensar en otras personas, con las cuáles las interacciones son más difíciles y cuyo impacto en otros se asemeja a un drenado emocional.
¡Hay buenas noticias! Gracias a la “neuroplasticidad”, podemos pasar de la reactividad ante la vida, a la creatividad, y así cultivar mejores relaciones y obtener mejores resultados en lo que nos propongamos. Los caminos y conexiones en nuestros circuitos cerebrales los podemos reprogramar, y pasar de ser un líder reactivo a un líder resonante, un líder coach, que conecta con otros a un nivel emocional, inspirándolos y motivándolos para lograr una visión.
Y el coaching es clave para ayudarnos a convertirnos en líderes que inspiran, porque comienza con descubrir lo mejor de nuestra esencia. A través del coaching nos encontramos con nuestros valores más intrínsecos y despertamos el sentido de propósito en nuestras vidas y nuestro trabajo. Este camino a la vez nos abre la capacidad de soñar con quién queremos ser... qué cualidades y virtudes deseamos desarrollar para alcanzar las metas más anheladas.
Como líderes, podemos ser coaches en distintos momentos, ayudando a propiciar cambios positivos no solo en nuestras vidas, sino en las de los demás.
El coaching más eficaz se aleja de lo que “debería ser” y se aproxima al que “deseo ser”, ya que cuando apuntamos a nuestros anhelos del corazón, encontramos la motivación para crear el camino, que tiene sus altas y sus bajas, y sostenemos el cambio a través del tiempo.
El modelo de “Coaching con Compasión” de Richard Boyatzis nos invita a cultivar eventos, momentos, y conversaciones positivas, que despierten la capacidad de soñar y crear en nosotros y en los demás.
Te invito a explorar el modelo de “Coaching con Compasión” con las personas de tu entorno. Estas son algunas preguntas que puedes hacer:
1) El Yo Ideal:
¿Cuál es tu visión de tu vida ideal, si el dinero no es un factor, por ejemplo, si tuviera ya 40 millones en el banco?
Cuando eres la mejor versión de ti, ¿qué valores honras, qué cualidades muestras?
2) El Yo Real:
Si le preguntas a tus compañeros, amigos o familiares, las fortalezas que ven en ti, ¿qué dirían?
¿Cuáles fortalezas deseas trabajar más para lograr las más altas aspiraciones?
3) Tu Agenda de Aprendizaje:
¿Cuáles son tus metas más grandes, de 5 a 10 años, que apuntan hacia tu visión de vida?
¿Qué objetivos específicos, medibles, alcanzables, puedes proponerte alcanzar de aquí a un año?
¿Qué acciones puedes comenzar a tomar hoy para ir en esa dirección?
4) Experimentación y relaciones resonantes:
¿Qué acciones puedes modificar para encaminarte a tus metas personales?
¿Cómo podrías desarrollar relaciones más profundas de confianza para impulsar esos sueños futuros?
¡Atrévete a ser un líder coach! Y pon en práctica algunas de estas preguntas para encaminar tu vida y la de los demás hacia la esperanza.
La autora es Coach de Liderazgo y Consultora de Cambio Organizacional y miembro de ICF-Capítulo de Panamá