La Ciudad de Saber conmemoró su vigésimo quinto aniversario de fundación con una siembra de banderas en el área de Clayton.
¿Y si en vez de buscar lo que nos falta, soltamos lo que nos sobra?
- 26/07/2020 00:00
- 26/07/2020 00:00
En los últimos meses, miles de ofertas de formación, información, recetas, actividades se compartieron por doquier; charlas, conferencias, guías de autoayuda, técnicas de respiración, manejo de emociones, consejos de cómo vivir con la nueva normalidad, cómo alimentarse y ejercitarse, entre otros.
¿Puede uno prepararse para lo que desconoce?
El confinamiento nos desafía como nunca a vivir interna y profundamente nuestra crisis existencial, demanda a calmar la mente de juicios, creencias, sesgos, y nos insta a tomar conciencia de quiénes somos ahora y cuál es nuestro propósito en esta vida.
Al reflexionar, otras preguntas surgen:
- ¿Puedo vivir sin abrazar certezas?
- ¿Puedo sentir el poder de la transformación cuando las circunstancias adversas parecen no tener fin?
- ¿Puedo yo ser feliz, estar en calma y seguro sin pretenderlo para todos los seres del planeta?
- ¿Puedo considerar lograr mi bienestar independientemente de cómo están los demás?
- ¿Necesito todo lo que juzgo importante?
Cuando el ser humano comienza a cuestionarse, se filtran los propios relatos, libretos adquiridos, patrones sociales, culturales, políticos, familiares y colectivos. Entonces,
- ¿Quién es el que habla, piensa y siente?
- ¿Cuándo fue la última vez que me expuse a lo incierto y obtuve revelaciones?
- ¿Cómo estoy construyendo mis escenarios futuros y desde qué estado de ánimo?
- ¿Qué emociones habitan en mí?
-¿Cuán atento estoy a lo que siento, cómo me expreso y elijo frente a lo que siento?
Si esto resuena en ti, ¿qué necesitas soltar en este viaje que estás destinado a emprender? La nueva realidad nos empuja a un viaje que tal vez no hayamos elegido, ni tampoco hemos hecho lo suficiente como para evitarlo, pero ya estamos aquí y la decisión está en cada uno de cómo encararla, desde un rol protagónico o espectador pasivo esperando que otro otorgue un guion o de un crítico que observa escenarios ajenos desde la quietud de sus acciones, pero no de sus palabras.
¿Cuáles serán las historias que te contarás para no ser quien puedes ser? Puedes elegir y eso te hace único y responsable a la vez. ¿Si no es ahora el momento de darte un espacio para descubrir las respuestas, entonces cuándo? Y si no eres tú quien se sumerja a las incertezas personales, ¿entonces quién?
Las circunstancias no siempre dependen de nosotros, pero sí podemos elegir cómo relacionarnos con ellas; podemos resistirnos desde la negación, miedo, enojo, desespero, control o transitarlas desde la aceptación, integrando las frustraciones e incertidumbres de manera optimista, decidiendo aprender permanentemente incorporando los tropiezos y dejándonos sorprender.
En un proceso de Coaching de Vida desplegamos junto con el cliente el arte de hacer preguntas, diseñar nuevos juegos y roles, desde una mirada atenta, generosa, compasiva y respetuosa. No se busca certezas, sino desarrollar la habilidad de autobservación, gestión emocional y concreción de acciones para desacreditar juicios y creencias que se anteponen frente al cambio.
Todo proceso de coaching requiere definir metas claras, resultados medibles; por tanto, es necesario identificar qué y para qué transformar, cuál es el grado de desafío y compromiso frente aquello que se pretende cambiar. No hay aprendizaje transformador posible solo desde la intención, las acciones diseñadas con el cliente son la extraordinaria plataforma para encarar obstáculos desafiantes, regular emociones e identificar pensamientos limitantes.
Es el vínculo de confianza entre coach y cliente que promueve la cocreación del proceso, condición necesaria para trazar nuevos objetivos, soltar el control, recorrer otros laberintos, asumir nuevos roles e innovar.
Soltar lo que sobra, sabiendo que un nuevo juego ha comenzado y espacios reveladores esperan tu llegada.
La autora es 'coach' de vida, psicóloga, psicodramatista.