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- 16/08/2019 02:00
- 16/08/2019 02:00
Recuerdo que siendo niña, en mis aulas de clases una buena ortografía era imprescindible para el desarrollo de cualquier actividad. Desde las tediosas planas hasta aprender a escribir corrido o con letra de imprenta, las maestras y monjas hacían énfasis en el método Palmer.
En la secundaria, nos descontaban décimas por faltas ortográficas hasta en matemáticas. En ese entonces, lo veíamos exagerado: por cada tres faltas de ortografía, bajaban una décima y no importaba si tenías el mejor contenido, igual te caía tu ‘pa' atrás'; hoy lo agradezco.
Desde niña he sentido un amor muy grande hacia la lectura, quizás eso me ayudó mucho a mejorar mi ortografía; aunque confieso que hay cosas que dudo muchas veces, pero siempre he creído en que cuando desconozco un tema, debo investigar o preguntar a una persona idónea al respecto, ya que no todo se sabe y no debemos tener pena de preguntar, si no estamos seguros de algo.
Sin embargo, con mucha preocupación veo que en los últimos años con la Internet y las redes sociales, personas de distinta índole que leo o escriben en diferentes redes, muestran una alarmante ortografía y muchos alegan que lo hacen para escribir de una forma más amigable y rápida.
Mi artículo de esta semana es para éstas personas: tienen que entender que la ortografía es un tema que no puede pasar de moda, y no deben sentirse menos si no saben algo, todos tenemos cosas que aprender y no somos perfectos; el error está en no indagar y estancarse en lo mismo.
Pensemos en mejorar, todo lo que hacemos es una presentación constante, hasta al enviar un mensaje a través del WhatsApp podemos dejar la mejor o peor impresión en quienes nos leen.
En nuestra vida diaria, todo es una presentación, y si queremos escalar y recibir respeto en nuestro ambiente laboral, debemos trabajar con el ejemplo y dar lo mejor de nosotros.
No podemos ser conformistas. No hay nada tan atractivo como una persona que sabe escribir bien, le da un aire de respeto y lo hace ver interesante.
Hasta para insultar hay que tener buena ortografía.
Para mí, esto se trata de un reto constante, así como aprender a redactar mis escritos, ya que todavía estoy en ese proceso.
No podemos dejar que los jóvenes abandonen esos principios. Por lo tanto, la buena ortografía nunca será una moda, al contrario, siempre será una obligación si quieres desarrollarte en cualquier campo. Si no sabes, no te preocupes, ¡manos a la obra! Hay tanta información disponible a nuestro alcance diariamente, que todos podemos empezar en cualquier momento.
¡Estoy pensando qué hacer para promoverla!