Panalandia, 10 años de cine desde Panamá para la región
- 15/02/2023 00:00
- 15/02/2023 00:00
Desde la energía caribeña de la provincia de Colón, el cine pobre de Panalandia 2023 está listo para celebrar su décimo festival por todo lo alto, con su lema “rompe tu coco”.
Del 22 al 26 de febrero, los cinéfilos podrán disfrutar de manera gratuita las mejores películas de Panamá y Centroamérica, así como de espacios educativos, conciertos, comida y artesanías.
“Este año, en Panalandia 2023 estamos celebrando una edición muy especial porque es nuestro décimo festival, después de la primera versión en 2014, donde siete años se celebraron en Panamá y el resto en provincias como Coclé (Penonomé) y Chiriquí”, destacó Said Isaac Zepeda, director de Panalandia.
Para Zepeda, quien también es productor, Colón siempre ha sido un lugar especial, por lo que sintieron que era el año y el momento para trasladar el festival a esa provincia. Explicó que con el lema “rompe tu coco”, tratan de celebrar esa cultura que tiene la provincia de realizar creaciones con lo que tengan a mano.
“Buscamos transmitir el mensaje de romper lo establecido, de tomar acciones de las cosas que queremos y a pensar distinto. También queremos romper los modelos de producción y que los cineastas puedan crear sus propios modelos que vayan de acuerdo con las necesidades de hacer cine”, manifestó el director de Panalandia.
Entre los talentos que se presentarán en 2023, se encuentran el productor panameño Henry González y su filme Una simple taxista y el productor de Guatemala Rodrigo García con la producción Xejuyup, más que un club de fútbol.
González, quien lleva cinco años siendo productor de cine documental, se encuentra listo y emocionado para presentar su primera película, después de cuatro años de investigación y contar con el apoyo del productor Sergio Castro.
“Una simple taxista relata la vida de Iris, de la provincia de Colón, que lucha y sufre en una sociedad machista que considera que solo los hombres pueden ejercer la profesión de taxista, pero ella rompe ese paradigma sexista para convertirse en una emprendedora que ayuda a sus hijos y a otras mujeres”, comentó el productor.
De Panamá saltamos a Guatemala con García y la historia de Xejuyup, más que un club de fútbol, que muestra a la familia Perechú utilizando el fútbol para mantener viva la cultura maya, el legado de sus ancestros, y motivar a las futuras generaciones a utilizar sus trajes típicos.
El productor informó que esta es la segunda ocasión que participa en Panalandia; la primera fue en 2018 con Viudas. Ya cuenta con otras dos producciones como Sonidos eclécticos de Guatemala y Fiestas clandestinas tipo tranquilo.
Ambos productores coinciden que Panalandia es un festival que tiene impacto social porque lleva las películas a las comunidades, escuelas o espacios públicos para que las personas puedan empaparse de cultura a través los trabajos cinematográficos.
Y llevar la cultura ha sido el objetivo que por 10 años ha consolidado Panalandia. Según su director, en todos estos años han logrado que las personas salgan a disfrutar del cine local, cuando antes no tenían conocimiento o interés en ello.
“Es un cambio muy radical y estamos contentos porque este era uno de los objetivos que nos habíamos planteado en el festival cuando iniciamos, generar gusto por el cine panameño”, contó el joven productor.
Como todo proyecto a largo plazo, Zepeda aclaró que siguen trabajando en llegar a más lugares porque todavía son testigos de personas que no conocen el festival, no conocen todo el arte cinematográfico que se realiza en Panamá ni las posibilidades de tener una carrera y oportunidades internacionales con esta industria.
“Todavía esas cosas se ven lejanas para muchas personas, pero sabemos que nos tenemos que meter ahí pronto porque esta es una industria que se mantiene con buen pronóstico para el futuro. Todo esto más allá de que el Estado ofrezca recursos, las personas seguirán viendo cómo aprenden o cómo estudian, ahí estará Panalandia”, sostuvo Zepeda.
Panalandia fue creado bajo la inspiración de movimientos como El Teatro Pobre de Jerzy Grotowski y El Festival de Cine Pobre de Gibara - Cuba.
Nace de la necesidad de contar una historia en un cine libre y enfocado en que el mensaje se difunda. Al utilizar la palabra “pobre” como insignia, los organizadores reafirman que el talento y calidad de las historias prevalecerán aunque no se cuente con presupuesto, ya que para ellos “la falta de dinero no debe ser una limitante para el trabajo de un cineasta”.
Desde su primera edición en 2014, han recibido más de 300 trabajos de películas nacionales e internacionales. La audiencia ha superado cifras por encima de 4.000 personas. El festival ha llegado hasta provincias centrales y comarcas, siendo las escuelas y las comunidades urbanas las más visitadas. Fomenta la ficción, el documental, la animación, los videoclips o el cine experimental, con temas relacionados a lo cultural, social, político, ambiental, entre otros.
“El cine que realiza Panalandia siempre es una radiografía de lo que está pasando en Panamá o de algún lugar, y otras veces hay cosas que se juntan y es interesante”, consideró el director de Panalandia.
Con respecto a la participación internacional, Zepeda mencionó que aunque en un inicio el festival estaba enfocado en despertar el cine hecho en Panamá, ahora con estos espacios para talentos internacionales se ha dado oportunidad para relacionarse y crear más filmes en conjunto, ya que reconoce que en Panamá “es muy baja la coproducción que tenemos con relación a los países de Centroamérica”. Además de aprender del nivel y la calidad con que los cineastas internacionales cuentan sus historias, que son muy parecidas a las de Panamá.
“Hay que aceptar que nuestra industria o cine ha recibido apoyo y hay muchas manos detrás, pero ha tenido poco crecimiento. En Panalandia queremos acelerar un poco eso y darles las herramientas a las personas para que ya puedan aprender”, expresó el director del festival de Panalandia.
Aunque los retos para el cine panameño siguen siendo muchos, Zepeda pronosticó que en un periodo de cinco años espera que se cumplan tres pilares fundamentales, como más espacios para las proyecciones cinematográficas, una cinemateca y una escuela de cine.
Mientras esto sucede, García indicó que festivales como Panalandia “son espacios vitales”, tanto para el productor que da a conocer sus historias, como para el público que vea los trabajos que van desde Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
“Además, estos festivales nos permiten crear puentes con otros cineastas de la región para hacer coproducciones”, subrayó el productor de origen guatemalteco.
González, por su parte, indicó que Panalandia es una estructura llena de mucha energía, personas alegres y contentas de apreciar un cine real, que les deja un mensaje, hecho por las comunidades nacionales e internacionales.
“Con el lema 'rompe tu coco', se hace referencia a que dentro del coco está lo mejor, y Panalandia siempre saca lo mejor en sus ediciones, así que siempre rompe el coco y esta vez lo hará en Colón”, expresó el productor panameño.