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El museo que desaparece en San Felipe
- 30/11/2022 00:00
- 30/11/2022 00:00
El anciano lustra el zapato de un hombre, el perro que los acompaña respira de forma agitada por el calor de la mañana. Es poca la iluminación que reciben de los rayos de luz que ingresan por la copa de los árboles.
Los adultos mayores cubren como una cabeza de agua el parque Santa Ana. El promotor cultural Efraín Guerrero explica que la mayoría de aquellos sentados en el antiguo centro de luchas reivindicativas en pro de la soberanía panameña son residentes de Santa Ana y El Chorrillo.
La mayoría de aquellos ancianos compartían tertulias en los parques de San Felipe, pero tras la declaración del sitio como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, la vida de sus habitantes dio un giro de 180 grados: migración forzada a las periferias de la ciudad.
Ese desplazamiento se llama gentrificación, explica Efraín antes de iniciar un recorrido por el corazón de la ciudad antigua. Movimiento Cultural Identidad es un proyecto que promueve giras turísticas en San Felipe, Santa Ana y El Chorrillo para resaltar los sitios históricos de esas zonas y la joya más importante: su gente. Su intención es crear un museo en movimiento.
El bullicio de los autos asciende. Mujeres y hombres mayores hacen fila para tomar alimentos. El ambiente es alegre. Una mujer reparte comida. Es la hora del desayuno y de una nueva jornada laboral: un hombre coloca sillas y mesas cuyas patas establecen una frontera entre los ancianos que allí disfrutan de la mañana y los dueños del restaurante dentro del parque.
“Eso es a lo que me refiero, así van desplazando a las personas”, dice Efraín a un costado de la iglesia de Santa Ana y frente al antiguo teatro Variedades, recientemente restaurado, que fue epicentro de presentaciones de la altura de Cantinflas.
La señora Esther Sánchez ha visto a todos sus amigos y su comunidad irse de San Felipe producto del desalojo paulatino. El fenómeno también tocó a su puerta, pero se resignó a quedarse junto a otras 28 familias a vivir dentro de la escuela Nicolás Pacheco ubicada en San Felipe.
“En diciembre hacemos un recuento con todas las personas que vivían en San Felipe. Prácticamente la gentrificación nos sacó desde 1997 hasta el momento”, lamenta Sánchez, quien es la presidenta de la Asociación de Moradores de San Felipe.
Otra antigua moradora de San Felipe es Ana Victoria Guerra, quien considera no ser una de las “maltratadas” cuando le solicitaron salir de la vivienda donde residía alquilada, pero su “estabilidad” ha sido desmejorada por mudarse a Arraiján.
Tiene 78 años de edad. Para acudir médico debe levantarse a las 3:00 a.m. “El resentimiento sería contra los gobiernos, porque fueron totalmente indiferentes; no nos dieron la protección a la cual tenemos derecho”, dijo a este medio.
El único proyecto habitacional que se construye para los antiguos residentes de ese corregimiento es la 'Casa 18 de diciembre', la cual se espera sea la nueva residencia de quienes viven actualmente en la escuela Nicolás Pacheco, explica Esther Sánchez a La Estrella de Panamá.
El director de ingeniería y arquitectura de Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Marcos Suira, aseguró que la 'Casa 18 de diciembre' tiene un 86% de avance. Se tiene prevista la terminación del proyecto, que incluye 22 apartamentos, para enero de 2023.
Según el director de la Oficina del Casco Antiguo, Fernando Díaz Jaramillo, también está el proyecto “Casa Rosada”, cuya mampostería quedó en pie luego del incendio de febrero de 2018 (La Boyacá), y en el que el diseño de restauración está a cargo de la Junta Comunal de San Felipe, para luego proceder a la fase constructiva con la fuerza laboral de varias instituciones”, explicó.
Para Díaz Jaramillo “el flagelo de la gentrificación o aburguesamiento es común en los centros históricos como el nuestro, (ya) que experimentan procesos de revitalización urbana y mayor interés inmobiliario, sobre todo cuando son declarados Patrimonio de la Humanidad, como es nuestro caso. Esto es motivo de preocupación porque el sitio tiende a perder un tejido social que aporta a los valores culturales del conjunto monumental”.
De acuerdo con el arquitecto Pablo García de Paredes, en San Felipe la gentrificación es un fenómeno particular a causa del valor histórico del área, “que es irrepetible. Es posible controlar esa gentrificación, pero si le preguntamos a las personas que han vendido viejas casas por millones de dólares, lo más probable es que veamos que estaban más que deseosas de vender sus residencias”.
“Lo que quiero decir con esto es que controlar la gentrificación es deseable solamente cuando el espacio urbano se vuelve excluyente. No podemos crear una reglamentación que prohíba la gentrificación para conservar la pobreza. Sería una ironía decir que la pobreza es un valor cultural”, añadió a este medio.
El Movimiento Cultural Identidad tiene como futuro crear hojas de ruta dentro de San Felipe, Santa Ana y El Chorrillo para convertirlo en un museo en movimiento, con varias salas expositoras; algunas piezas son estáticas y otras se mueven, como aquel señor sentado en la banca, pero mañana ves a otro o tal vez no, dijo Efraín.