Mujer, víctima de las redes sociales

El mundo, o al menos las feministas, tienen el ojo puesto en Pamplona, España, con el llamado caso ‘‘La Manada”.

Hace un año, una chica fue abordada por cinco hombres durante los sanfermines. Aquello no acabó bien. La joven fue víctima de una violación grupal, que fue filmada y compartida en un grupo de Whatsapp.

‘El problema de las redes sociales es la magnitud del daño. Ahora cuando te violentan, lo filman y lo suben a la redes',

KATIUSKA HULL

ABOGADA

En Panamá, algo similar le ocurrió a unas jóvenes en Panamá Este, que fueron ultrajadas y el hecho fue grabado con un teléfono celular.

Y hace unos pocos días, a un conductor de Uber le pareció buena idea tomarle una foto a dos menores de edad a los que él mismo llevó a una casa de citas y compartirla en redes sociales.

Estas situaciones se están tornando comunes, como para seguir ignorándolas o compartiéndolas sin que haya consecuencias. Pero Panamá no cuenta con una legislación que castigue el acoso, la divulgación de contenido íntimo o la ‘pornovenganza' en redes sociales. La tecnología ha sobrepasado las leyes panameñas.

‘El problema de las redes sociales es la magnitud del daño. Si antes solo personas muy cercanas se daban cuenta del maltrato, ahora cuando te violentan, lo filman, lo suben a las redes. Eres violentada en tu integridad no solo física, sino emocional', dice la abogada Katiuska Hull, de la Asociación Panameña de Derecho y Nuevas Tecnologías.

Además de que el mundo se entera del vil acto, ocurre que las personas se sienten con el derecho de juzgar a la víctima. ‘Ella se lo buscó', ‘qué hace una niña a esas horas por la calle' o ‘las chiquillas son muy tremendas ahora'.

Para la abogada, es preocupante que las personas dan por verídico todo aquello que aparece en su muro de Facebook, Twitter o en el grupo de Whatsapp. Y lo que es peor, lo comparten sin saber si es cierto.

LO PENDIENTE

La abogada explica que en nuestro país no se le puede solicitar a una plataforma o página web que elimine un contenido que afecte a una mujer, o a quien sea, porque no exist en leyes que lo prohíban.

Para Hull es importante visibilizar que no solo es víctima la mujer, sino todo su entorno familiar. ‘Los hijos pueden estar en grupos en los que se comparte el video de su madre agredida. Es una violación continuada, porque luego ellos son acosados en la escuela porque vienen de una familia disgregada. La magnitud del daño no tiene comparación'.

Vivimos en tiempos en los que todo lo que hacemos se publica en redes sociales, asegura la especialista. Esto es peligroso, porque con esto los delincuentes pueden saber nuestros patrones de conducta diaria, dando pie a situaciones de violencia, hurtos o secuestro.

‘En la medida en que como Estado tomemos conciencia de lo que la tecnología de la información y la comunicación están ocasionando en lo negativo, entonces se crearán las políticas públicas de prevención'.

Pero si bien se debe frenar este tipo de abusos en los que las redes sociales y la tecnología se convierten en una nueva herramienta de violencia de género, el tema es delicado, pues una mala aplicación de la ley puede atentar contra la libertad de expresión.

Hull señala que las legislaciones que se han tratado de pasar para regular estos temas han sido objetadas por los gremios periodísticos.

‘Hace menos de un mes, se estaba discutiendo en la Asamblea Nacional la ley de protección de datos. Esto es importante porque ahora se venden las bases de datos y así como los comercios pueden comprarlas y tener tu información, también pueden acceder a ella los delincuentes', dice la abogada, quien participó en la Jornada de Sensibilización para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, de la Dirección General de la Carrera Administrativa.

Tanto el proyecto de ley de protección de datos como la ley del ciberdelito, que contempla delitos, se encuentran en la Procuraduría de la Administración y es evaluado por diferentes sectores, incluidos representantes de los medios de comunicación.