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- 01/01/2018 13:27
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Miles de personas asistieron hoy al colorido desfile de Año Nuevo en el centro de Londres, mientras que en algunos puntos del Reino Unido e Irlanda los ciudadanos estrenaron 2018 con un remojón en el mar pese a las bajas temperaturas.
En torno a 8.000 bailarines, acróbatas y músicos llegados de varios países del mundo, acompañados de globos gigantes y coches antiguos, amenizaron la 32 edición del desfile del 1 de enero, que transcurrió desde Piccadilly a la avenida Whitehall de la capital británica.
En varios condados costeros de las islas británicas, como Pembrokshire y Yorkshire o Co Wicklow en la república de Irlanda, los vecinos se echaron al agua en bañador o disfrazados, como parte de los actos festivos que se realizan por estas fechas, a menudo con el fin de recaudar dinero para obras benéficas.
En Edimburgo, donde anoche se celebró por todo lo alto la Nochevieja o Hogmanay, 1.100 personas de 21 países participaron en el Loony Dook (remojón loco) en las aguas de South Queensferry. El 31 de diciembre, decenas de miles de personas asistieron a los diversos espectáculos de música y fuegos artificiales que se celebraron en todo el país para recibir el nuevo año.
Los más vistosos y multitudinarios fueron los de la capital escocesa y Londres, donde unas 100.000 personas se congregaron a orillas del río Támesis para presenciar los fuegos después de que el Big Ben diera las doce campanadas en las Casas del Parlamento.
No hubo incidentes destacados en este evento pero, en otras partes de la ciudad, cuatro hombres murieron tras ser apuñalados en sendas agresiones aparentemente no relacionadas y sin vínculos con el terrorismo, según ha informado la Policía.
En Sheffield y Manchester (norte inglés) también se registraron algunos disturbios que acabaron en varias detenciones.
En la ciudad de Liverpool, los bomberos sofocaron un gran incendio que se desató en un aparcamiento con capacidad para 1.600 vehículos, que se propagó por varios pisos y destruyó todos los coches estacionados, si bien no hubo víctimas.
En general, los servicios de ambulancia británicos constataron un aumento de la actividad y del número de llamadas respecto a otros años y en Londres atendieron a casi 300 personas que sufrían "dolencias relacionadas con el consumo de alcohol".