'Lámina Once', una joya del 'rock' alternativo

Actualizado
  • 24/08/2023 00:00
Creado
  • 24/08/2023 00:00
El Cuarteto de Nos lanzó su nuevo disco con ocho canciones cargadas de críticas sociales. El 22 de septiembre la banda se presentará en el teatro Ateneo de Ciudad del Saber
El cantante y guitarrista del Cuarteto de Nos, Roberto Musso

El Cuarteto de Nos durante la pandemia de la covid-19 se encontraba preparando su décimo séptimo álbum de estudio: Lámina Once. Cada canción fue compuesta bajo la inspiración de situaciones que se vivían en aquel contexto.

Aunque los temas presentan críticas sociales sobre lo que sucedía, todos, sin excepción, son atemporales. El guitarrista y vocalista de la banda uruguaya Roberto Musso considera que “fueron escritas en un momento particular, pero que trascienden la pandemia, porque la conexión que hubo con la canción, sobre todo con la gente más joven, fue muy fuerte. Canciones que se instalaron como clásicas de la banda al poquito tiempo de haberlas lanzado. Muy buena recepción tuvo [el disco]”.

En Lámina Once se atraviesan conceptualmente situaciones que se viven en la sociedad. Este disco presenta temas que han tocado anteriormente, pero en esta ocasión se abordan sus letras de una manera más explícita, detalla Musso durante una entrevista con La Estrella de Panamá.

La primera canción del disco es como una metáfora, “Flan”. Se busca abordar ese tema, de cómo estamos como sociedad tan endeble como un flan, explica Musso. En una parte de la canción habla de “esos personajes blandos que se muestran tan valientes con principios tambaleantes”.

La banda uruguaya está integrada por el cantante y guitarrista Roberto Musso; el bajista y corista Santiago Tavella; el baterista Álvaro Pintos; el guitarrista y corista Gustavo Antuña; y el tecladista Santiago Marrero.

“Flan' es una dinamita para los narcisistas o para aquellos “líderes falsos que se creen mesías”. Al escucharla se percibe el caos de una sociedad que se encuentra en medio de “tormentas sin nombre que crecen y fluyen”. Y que sumado al eterno caos en el que se vive, se soporta la “publicidad del tipo que se come un flan”.

“Frankenstein Posmo” es otra mirada del hombre posmoderno. En ella se aborda el “ hiperconsumismo que vivimos y el hiperconsumismo de información, que es una cuestión que en la pandemia se puso exacerbadamente; todo el consumo de las personas”, explica el cantante.

Y ese “Frankenstein Posmo”, agrega Musso, “quiere decir que tiene el cerebro fragmentado. Ese monstruo que anda vagando por la ciudad (...) este Frankenstein posmoderno es un puzzle (rompecabezas), pero de información fragmentada y recortada, me parece que es un paralelismo del siglo XXI”.

“Rorschach” presenta a un hombre que no encaja y no quiere encajar en la sociedad. “Es un personaje bastante recurrente de la banda. Es ese personaje un poco en contra de la corriente, en contra del rebaño”, señala Musso. Esta melodía y portada del disco de Lámina Once alude al conocido test de Rorschach. Esta prueba, que se maneja en psicología, sirve para estudiar y catalogar la personalidad con base en la interpretación que le da una persona a una serie de imágenes ambiguas que ve en 10 láminas. En “Rorschach”, el hombre atraviesa por dicho examen y constantemente remarca que “si no veo lo que quieren, ¿qué quieren que les diga?”.

“Me pareció interesante colocarlo frente a ese test. Es una realidad, es lo que estamos viviendo. Ahora, todo tiene que estar clasificado, todo tiene que ser identificado en determinado casillero, todo tiene que ser blanco y negro; uno siempre tiene que escoger entre dos opciones. Lo que dice la persona es: bueno en realidad no veo lo que ustedes quieren que les diga, yo sinceramente veo manchas, no veo distinto a esto, y no me van a poder clasificar. Es un tema eje de lo que trata todo el disco”, puntualiza Musso.

Ninguna de las canciones va dirigida a alguien en especial, aunque muchos de sus fanáticos atribuyen ciertas canciones como “Fiesta en lo del Dr. Hermes” al comportamiento de los políticos de sus países. En ella se narra un encuentro para plantar la semilla del nepotismo, una plaga que se vive en toda América Latina.

“Nos pasa mucho. La gente dice: esta canción es por tal referente, por tal político, por tal personaje (...) Todos tenemos en el imaginario colectivo un personaje que puede ser eso. Creo que está bueno, las canciones que despiertan ese sentimiento en la gente”, comenta Musso.

Otra particularidad de Lámina Once es que resulta una montaña rusa de emociones. En una canción como “Flan” el oyente entra en una fatídica melancolía frente a este mundo lleno de gente con sentimientos endebles. Sin embargo, al llegar a la última canción del disco, “La ciudad sin alma”, vemos esa “nostálgica esperanza” del Cuarteto de Nos.

“Aunque sean términos medio opuestos, pero sí, esa esperanza está (...) En Cuarteto de Nos buscamos mucho eso, el manejo de la emoción tanto a nivel lírico como musical. Somos una banda de rock alternativo, pero pedimos prestado de otros géneros mientras aportamos artísticamente”.

Musso agrega que la musicalidad se encuentra ligada con la densidad que tienen las letras, porque tampoco la música tiene que competir con las letras, de hecho ese vaivén, el disco empieza con “Flan” y termina con “La ciudad sin alma”, que es una canción mucho más nostálgica, más reflexiva.

“Ese mix hace explícitas todas las contradicciones que tenemos como seres humanos. Lo mismo lo vamos a ver en los espectáculos de Cuarteto de Nos, no [sólo] vas a ver energías positivas, sino que también bajan [las emociones] cuando tienen que bajar”.

Lámina Once es un disco que mantiene el sello: la excelencia. En Panamá, el Cuarteto de Nos se presentará el 22 de septiembre en el teatro Ateneo de Ciudad del Saber.

El éxito de la banda, con casi 40 años de trayectoria, no se lo atribuye Musso a algo en especial, sino a diferentes parámetros. Lo que destaca con 'La Decana' son las propuestas auténticas que brindan a los oyentes.

“Es una propuesta sincera, muy humana. La gente joven nos dice que cuando escuchan al Cuarteto de Nos, encuentran un lugar de pertenencia, un lugar de contención. En la banda encuentran un refugio. Yo a veces me identifico, y veo al adolescente escuchando abajo en el escenario, me siento muy identificado. No nos hemos traicionado (...) Siendo una banda de hace muchos años, pero llegando a un público nuevo, no es muy habitual tampoco”, concluye Roberto Musso.

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