LITERATURA

La argentina Clara Obligado transita entre cuento y novela en ‘Tres maneras de decir adiós’

Actualizado
  • 11/04/2024 14:39
Creado
  • 11/04/2024 14:39
La autora reconoce que su libro tiene un aire ensayístico, al tiempo que tiene un tono lírico y autobiográfico

La escritora argentina Clara Obligado experimenta con formas híbridas entre el cuento y la novela en su nuevo texto de ficción, Tres maneras de decir adiós, su obra más autobiográfica, en la que habla de muerte, pero también de renacimiento, de la pérdida y de la creación y la esperanza.

Después de dos ensayos, Obligado publicó un libro compuesto por tres cuentos largos, autónomos pero encadenados entre sí, que pueden dar la sensación a los lectores de estar enfrentándose a una novela.

En Tres maneras de decir adiós (Páginas de Espuma), se sumerge en tres momentos de un linaje familiar, de mujeres con la que desde la ficción se adentra en su propia biografía.

“Me interesa mucho experimentar con la forma”, dijo este jueves en Barcelona (España) la autora, con la que se cuenta con “la precisión del cuento, su carga poética, y la amplitud de miras de la novela, sus posibilidades narrativas”.

Reconoce la autora, establecida en España, que este nuevo libro “tiene un aire ensayístico, por momentos, y por otros, extremadamente lírico; algo de memoria autobiográfica, pero se dispara hacia el territorio de la imaginación”.

Obligado comenzó el libro antes de la pandemia, pero lo interrumpió porque con la covid vio que “la ficción estaba en la calle” y por eso escribió dos ensayos.

La autora quería escribir tres cuentos largos, “algo que nunca había hecho”.

El primero, que es una tragedia, se refiere a la violencia, a interrogarse por la pregunta de qué es un héroe, en base en una experiencia de la autora cuando un matrimonio le explicó historias de la Guerra Civil española.

El segundo parte de la misma mujer, ya viuda, una escritora que con 70 años cuenta una historia de amor con un hombre de unos 80 , escritor de novelas policíacas, que explica su condición de abuela y habla de escritura como si estuviera en un taller literario, de un modo muy similar a lo que hace Obligado en uno en Madrid.

El tercer relato, más distópico, se sitúa veinte años después, cuando la nieta tiene 20 años y se va a vivir a un sitio que se parece a Rusia, una vez Ucrania ha ganado la guerra, y vuelve a aparecer la abuela en forma de cabeza, como un fantasma, como un oráculo que le aconseja.

Clara Obligado cree que el libro acaba bien, se cierra en positivo, por ser ella “una optimista radical” y, como escritora, piensa que “cualquier salida llega a través de las palabras”.

La autora ya prepara un nuevo ensayo, que coescribirá con el biólogo español Raúl Alcanduerca, centrado en los árboles.

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