'Kilor y el monstruo', una obra íntima de Leadimiro González

Kilor tiene el sueño que pudiera tener cualquier persona cuando pierde a un padre o madre: volver a verlos, darles un beso o sentir que su piel nos cobija del mundo con un solo abrazo.

Como el niño se encuentra melancólico por el fallecimiento de su padre, su abuelo le dice que existe un monstruo que concede deseos en el lago Bayano. La tristeza es tan aguda que Kilor emprende una travesía en busca de aquella criatura.

Kilor y el monstruo es la última obra del periodista y escritor Leadimiro González. Desde que pensó en escribir esta historia hasta que fue publicada pasaron 20 años, comentó el también autor de Los viajes fantásticos de Ewenida.

En la década de 1990, González realizó una expedición por el lago Bayano para hacer un reportaje sobre los nuevos atractivos que planificaron los empresarios en las faldas de la zona.

Durante el recorrido, los pescadores le indicaron que un monstruo habitaba en las aguas del lago. La historia llamó tanto la atención de González, que sirvió de inspiración para redactar una nueva historia.

Los compromisos personales del periodista detenían siempre el desarrollo de la obra, aunado a esto, no tenía un argumento final, comenta el escritor durante una entrevista con La Estrella de Panamá.

González afirma que tras la muerte de su padre, supo lo que tenía que hacer.

La novela juvenil es un “guiño de mi vida”, reflexiona. Algunos de sus parientes han muerto, entre ellos su abuelo y abuela, por lo que la historia es un tributo a ellos, resalta.

Sara es la joven que le gusta a Kilor, nombre de un viejo amor del autor, que sonríe cuando la menciona.

“La religión dice que te vas a encontrar con tus seres queridos, quisiera creer en eso, de alguna manera se refleja en la obra (...) Kilor descubre que posiblemente él va a ver a sus padres en algún momento”, señala.

Y aunque no es fácil superar la muerte de un ser querido, añade, “uno se resigna porque se tienen que ir. Tengo a mi madre viva, sé que en algún momento se tiene que ir, no va a estar aquí toda la vida”.

“La muerte es para todos, algún día tenemos que irnos. Mientras eso no ocurre, tenemos que abrazar a nuestros seres queridos. Estar pendiente de ellos. Esa parte está también en la obra, en la vida todo se va”, agrega el escritor guna.

Aquel monstruo de la historia no es malo, recalca González, en realidad es un consejero que aboga por la conservación de la madre Tierra. Es por ello que se aborda el tema de la esperanza, ya que “todavía tenemos tiempo de evitar que el cambio climático afecte al planeta”.

“Los indígenas cuidamos mucho más la naturaleza que el hombre blanco, cada vez que se corta un árbol, sembramos. El hombre blanco no, él lo tumba y lo deja así. Y por eso el indígena se opone a que el hombre blanco ocupe sus tierras, porque sabe que va a acabar con el bosque”.

El hombre blanco si va a tumbar árboles, debe sembrar el doble. Además, que se evite tirar basura en los ríos, en las calles. Hacer reciclaje. De alguna forma se puede ayudar para que no se intensifique el cambio climático, recalca.

El calor que se está sintiendo es por el cambio climático; el año pasado murieron en Europa casi 6.000 personas por el calor. La situación se pondrá peor si no se genera conciencia, si se continúa contaminando el ambiente, reitera.

“Nosotros somos los monstruos. El monstruo [de la historia] es quien llama la atención del ser humano para defender la madre Tierra”, concluye.

Kilor y el monstruo fue publicado en español e inglés. Cuenta con un mapa de Panamá y otro que explica dónde está el lago Bayano. También posee una serie de preguntas para aquellos docentes que deseen hacer talleres con el libro, que está a la venta en Amazon.