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FAO: 'América Latina produce el 13% de todos los alimentos del mundo'
- 27/04/2023 00:00
- 27/04/2023 00:00
A fin de resolver algunos desafíos que aún enfrenta América Latina y el Caribe en cuanto al comercio agroalimentario, la FAO en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (IICA) estarán realizando los días 3 y 4 de mayo la primera Red Regional de Expertos en Comercio Agroalimentario.
La idea de esta reunión es debatir ideas y hacer intercambio de experiencias sobre un tema tan importante para la región como es el comercio agroalimentario.
América Latina y el Caribe (ALC) tiene al día de hoy un enorme potencial para aumentar su comercio intrarregional, ya que produce más alimentos que los que requiere para satisfacer las necesidades alimentarias de todos sus habitantes, sin embargo enfrenta grandes desafíos agroalimentarios, resaltó en una entrevista Pablo Rabczuk, oficial de Sistemas Agroalimentarios y Comercio, y coordinador de Comercio Internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“América Latina y el Caribe juega un papel relevante para alcanzar la seguridad alimentaria en la región y a nivel global. Es un importante actor en la producción de productos agrícolas y pesqueros y actualmente es responsable del 13% de la producción agroalimentaria mundial, así como también del 17% del valor total de las exportaciones mundiales. Eso quiere decir que tenemos como región un compromiso muy importante respecto a las exportaciones y el comercio de alimentos”, explicó Rabczuk.
El experto añadió que actualmente el 41,6% de lo que se produce en la región se exporta, teniendo un superávit agroalimentario anual de más de $174 mil millones.
Pese a que América Latina es una región que tiene un superávit agroalimentario alto (exporta más al mundo, que lo que importa), existe una gran preocupación y es que casi el 9% de la población sufre de subalimentación (no puede adquirir alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de energía alimentaria mínimas diarias), por lo que hay que mirar qué es lo que está fallando.
“Si analizamos esta situación por subregiones, vemos que es bastante disímil entre ellas, con una región importadora neta de alimentos como el Caribe, en un escenario mixto como América Central, donde hay espacios para que el comercio agroalimentario intrarregional crezca en beneficio de la seguridad alimentaria”, detalló el representante de la FAO.
Según Rabczuk, ALC tiene suficiente disponibilidad para autoabastecerse y proveer al mundo, pero la gran mayoría de los países de la región están expuestos a los problemas de producción, comercialización y las alzas de precios, pues son importadores netos de trigo, maíz y aceites vegetales. Sin considerar que casi el 85% de los fertilizantes que se utilizan es importado.
“Hemos desarrollado este espacio el día 3 y 4 de mayo invitando a expertos que vienen del sector académico, privado, y organismos de carácter subregional del que Panamá forma parte, como el Sistema de Integración Económica Centroamericano y la Secretaría de Agricultura del Sica, para que de manera conjunta podamos desarrollar líneas de trabajo e investigación para que esta región siga con esa vocación agroexportadora y siga generando fuentes de empleo en momentos de recuperación económica poscovid”, enfatizó.
Respecto a Panamá, el experto dijo que los principales productos agrícolas exportados son piña, plátano, melón, sandía, yuca, café y cacao, entre otros. Los principales destinos de exportación son Estados Unidos y la Unión Europea. Mientras que los principales productos agrícolas importados son maíz, trigo, arroz, leche en polvo y carne, entre otros.
“Si bien Panamá tiene una balanza comercial negativa (importa más de lo que exporta), no es necesariamente negativo, sino un reflejo del tipo de economía altamente concentrada en los servicios y logística. De modo que el istmo está haciendo esfuerzos para fortalecer la agricultura familiar y poder incrementar la producción nacional para cubrir la demanda nacional y garantizar la seguridad alimentaria”, detalló el oficial de la FAO.
Al mismo tiempo señaló que Panamá tiene productos de exportación de alta calidad con mucho potencial de expansión, como son piña, café, cacao, banano, pescado y crustáceos, entre otros.
“Desde la FAO consideramos que es clave en momentos de crisis como la que se vivió en pandemia, y luego, la guerra entre Rusia y Ucrania, que los gobiernos reaccionen de manera estratégica y mantengan los flujos de comercio abiertos, sin poner barreras o tratar de cerrarlos porque a mediano y largo plazo complican la economía del país”, dijo.
Añadió que tanto el consumidor como los gobiernos y los exportadores deben tener acceso a la información transparente y real para poder tomar decisiones informadas. “Es muy importante la transparencia en la información de los precios en los mercados”.
Según datos de la FAO, América Latina y el Caribe alcanzó su mayor prevalencia desde 2006, con un 8,6% de personas que padecen hambre en 2021, que corresponde a 56,5 millones de personas. La cifra creció en 13,2 millones desde antes del estallido de la pandemia en 2019.
Rabczuk también resaltó que el número de personas que experimentan inseguridad alimentaria grave en América Latina y el Caribe aumentó del 9,9% de la población en 2019 al 14,2% en 2021.
Además de que América Latina y el Caribe tiene el costo de una dieta saludable más alto en comparación con otras regiones, y la prevalencia del sobrepeso y de la obesidad se encuentran por sobre el promedio mundial.
“En América Latina también es más caro comer saludable y al mismo tiempo tenemos una crisis de obesidad muy preocupante por los altos riesgos a la salud y por ende se convierte en una carga hacia el sistema de salud de los Estados”, dijo.
El índice de precios de los alimentos de la FAO, medido en términos reales, subió 64 puntos entre mayo de 2020 y marzo de 2022, alcanzando su nivel máximo histórico de 156,3 puntos en marzo de 2022.
Luego retrocedió, alcanzando niveles similares a los observados entre noviembre 2021 y febrero de 2022, previo al inicio de la guerra, pero continuando con un nivel superior a los máximos de las décadas pasadas.
En crisis sanitarias como la vivida en la pandemia, el experto aplaudió proyectos sociales como “Estudiar sin hambre” y “Plan Colmena”, ya que con ellos se pudo resolver el problema de alimentos a muchas comunidades, especialmente las más vulnerables del país.