'Entrañable', el sacrificio del teatro íntimo

Actualizado
  • 02/02/2022 00:00
Creado
  • 02/02/2022 00:00
La obra del director Diego Fernando Montoya llega nuevamente a Panamá, esta vez con mayor fuerza y lecciones aprendidas desde la silla directoral y frente a los reflectores. Conversamos con Montoya y la actriz Mariela Aragón Chiari sobre la puesta en escena
Mariel Aragón Chiari es quien protagoniza la obra, siendo su actriz de estreno desde 2019.

“El teatro siempre tiene su propia pandemia” comenta entre risas la actriz panameña y coach de diálogo, Mariela Aragón Chiari en una conversación con La Estrella de Panamá, donde compartió sobre su protagónico en la obra del director teatral colombiano Diego Fernando Montoya, 'Entrañable'.

La obra de teatro íntimo, que se estrena hoy en el sótano del Teatro Nacional y se mantendrá únicamente en funciones el 3 y 4 de febrero, no es la típica obra de muchos personajes, gran reparto de fondo y múltiples cambios de vestuario y escenografía. Más bien, es una obra que invita a los espectadores a ser partícipes de las decisiones y testimonios de su protagonista.

'Entrañable' regresa luego de ser estrenada en octubre de 2021 como segunda parte de la trilogía de obras 'Aquellas Feroces Obscenidades' del dramaturgo Diego Fernando Montoya, presentada en el Teatro Sala Bruja. Esta obra invita a la familiaridad, más allá que a la introspección, y al encuentro de uno mismo en las palabras y emociones de una mujer que se desnuda desde el alma, sentada frente a sí misma.

Aragón no es extraña en las tablas, siendo activa en el teatro nacional e internacional desde 1982. La coach actoral ha participado en teatros de Brasil (1994), Dinamarca (1997), Colombia y Estados Unidos (1997); fue profesora asociada en The Fitzmaurice Institute para el trabajo de voz (2006). También fue miembro y productora del Teatro Lagartija, y actualmente es cofundadora del Teatro Carilimpia (2011). Su participación en 'Entrañable' despierta una necesidad de mayores exposiciones teatrales y, para ella, la necesidad de estar nuevamente frente al público.

La obra, dirigida por Montoya, elabora un monólogo sobre la maternidad y el sacrificio.

“El teatro tiene esa maravilla. Aunque sea en una misma temporada, cada día es diferente y te suma un nuevo aprendizaje”, apuntó Aragón, “esta es la segunda vez que lo presentamos fuera del espacio para el que fue creado, es un espacio específico, ahora llega al espacio en el que habito, esta experiencia viene a mi casa. Y trae consigo sus propios retos sobre cómo llevar esto al público a pesar del espacio, de las formas, el tamaño y las estructuras, pero sobre todo cómo concentrar mi energía interpretativa a este nuevo lugar”.

Para Montoya, 'Entrañable' es un regreso a admirar el teatro desde una perspectiva más propia y conectada. “El teatro puede contener muchas cosas, mucho espectáculo, pero esa no es la idea de la obra, uno podría decir fácilmente que es un espacio de pocas personas, cercanas entre sí, pero es más importante saber que este teatro mira directamente a los ojos del espectador y nos conecta como humanos. No propone complacernos, sino dar una experiencia en común con los que nos rodean”, apuntó.

La obra, que sigue la historia de una mujer, madre, a través de sus pensamientos y palabras sobre la maternidad, el deseo, el sacrificio y la lucidez, muestra parte de tanto Aragón como de Montoya, quienes comparten una conexión “espiritual, emocional y artística”, según comentó el director.

Las únicas fechas de presentación serán el 2, 3 y 4 de febrero de 2022.

“ 'Entrañable' no tiene un mensaje”, señaló, “el teatro no es para dar mensajes o contar historias, sino para que la gente tenga una mayor experiencia fuera de la actuación de la vida. Por eso uno va al teatro realmente, hay mejores soportes para contar historias, pero aquello de que alguien se salga del anonimato y comience a estar al centro de un escenario y creer que esa es su vida, va más allá de tener un mensaje”.

Si hubiera un mensaje, en el teatro y no en la obra, Montoya indicó que sería “la conservación de estos espacios”, ya que todo lo demás está “muy virtualizado” y sin estos espacios se dormirían “nuestros sentidos y esencia”. Por su parte, Aragón comentó que si bien conoce su propósito, como su personaje, dentro de la obra, lo “más hermoso” sucede mientras imágenes, pensamientos e ideas transcurren en la mente del espectador ante la obra.

“La obra habla de la maternidad, de esta cosa muy compleja que genera vínculos desde dentro hacia afuera, de forma entrañable —es decir, de las entrañas—, y sobre cómo estos vínculos nos llevan a tomar caminos esperados en la vida. También sobre ser mujer en una sociedad contemporánea que debate asuntos sobre la identidad y el ser, una sociedad que está muy sensible”, anotó Montoya.

Así también señaló la “incorrección” que muestra el arte en la actualidad, el continuo cuestionamiento “ante todo” y permanente a todo frente a la corrección política y la sistematización del entorno.

“Para mí lo importante en esta historia es no buscar ningún efecto”, enfatizó Aragón, “mostrando una mujer que sigue digna aún frente a lo que le sucede, reconociendo que esto no es una historia de justicia, solo muestra algo de lo que no se habla mucho en el teatro y le da un espacio”.

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