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- 11/08/2021 00:00
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“La demolición de edificios históricos en Colón puede traer graves repercusiones. Un hecho es que Panamá ya adquirió el compromiso de proteger sus patrimonios mundiales, por ejemplo, las fortificaciones de la costa del Caribe”, expresa la arquitecta especialista en historia y desarrollo sostenible, Carla López, tras la decisión del diputado Jairo Salazar y el alcalde de Colón, Alex Lee, que autorizaron la demolición del edificio 11071, en calle 12 y avenida Meléndez, y que aún continúan derribando edificaciones en el Casco Antiguo de Colón.
López, quien fungió como directora de Patrimonio Histórico y hoy es consultora de proyectos públicos y privados en sitios de valor cultural, ve una preocupación legítima con relación a las condiciones de los inmuebles que en muchos casos “son paupérrimas”, pero no excusa las acciones que se están llevando a cabo “eso no quiere decir que no podamos ver con luces largas; los inmuebles pueden rehabilitarse y ser un mayor activo una vez sean reparados”.
Reitera que los monumentos y centros históricos están protegidos por la ley, es decir que no se pueden efectuar acciones que los destruyan. “Si se están demoliendo los monumentos históricos con el objetivo de erradicar el problema de la basura y las pandillas en Colón, la realidad es que esto no va a desaparecer derribándolos porque existen carreteras con desechos sólidos a los costados en esa zona, igualmente los pandilleros pueden estar dispersos en las calles, en lugar de estar agazapados en los edificios. Estos son problemas que tienen que abordarse a otro nivel”.
En ese sentido, López hace un llamado a no tomar acciones impulsivas porque serán irreversibles. “Una vez demolido un patrimonio histórico no podemos retroceder; por eso es importante que las autoridades aborden la situación buscando la rehabilitación y la reactivación de los inmuebles que tiene Colón”.
Lee manifestó a través de un medio televisivo local que todas las semanas van a desmantelar una estructura en Barrio Norte y Barrio Sur. “Vamos a mandar un mensaje contundente al patrimonio histórico. Estamos tomando acciones y sabemos que el pueblo nos está respaldando”.
Ante este hecho, La Estrella de Panamá se puso en contacto con el Ministerio de Cultura (MiCultura) para conocer su postura sobre el tema; sin embargo, no obtuvimos respuesta.
¿Qué ocurre con los monumentos?
“Este tema es bastante complejo ya que por un lado se tiene la reglamentación patrimonial que incluye leyes y delimitaciones de áreas específicas que tienen protección en Colón, y por otro parte está la situación de que algunos lotes, propiedades e inmuebles son del Estado y otros son privados, lo que hace complicado el mantenimiento y el prospecto comercial del uso de esos lotes. No hay una manera sencilla de solucionarlo sin la intervención del Estado”, expone el arquitecto Pablo García De Paredes.
Definir la meta con el patrimonio y ver en qué se pueden convertir estos sitios son las acciones que debe efectuar el Estado, de acuerdo con el arquitecto. “A la inversión privada se le dificultará hacerle frente a la rehabilitación de una estructura patrimonial porque es muy costosa”.
En términos económicos, explica que en el caso de una edificación que se quiera conservar ya sea la fachada, el techo o las paredes, este monto se suma como una obra adicional a lo que es una construcción regular. “Estamos hablando de un sobrecosto del 80% al final de una obra para mantener un edificio que es patrimonio, pero que tiene un estado de deterioro importante. Es interesante que los edificios en Colón sean declarados patrimonios históricos, pero el gobierno local y el sector privado no quieren hacerse cargo de ello”.
García sostiene que la provincia colonense requiere de un plan patrimonial que se enfoque en el turismo local, donde se encuentre una manera de que los patrimonios del Casco Antiguo de Colón sean lo suficientemente atractivos para que las personas de otras provincias y extranjeros los visiten, como ocurre en Portobelo. “Si hay patrimonios, es una posibilidad de generar ingresos para el turismo, no hay que pensar en demoler todo lo que no sea rentable, sino integrarlo a un plan turístico que lleve al crecimiento económico”.
En ese contexto, López arguye que el desarrollo sostenible es “atender las necesidades del presente, sin agotar los recursos que se van a requerir en el futuro” y asegura que la provincia de Colón tiene el potencial para convertirse en un centro de turismo de cruceros, “las demoliciones son una solución transitoria a los problemas de salud y seguridad, pero reduce el atractivo, los proyectos y empleos a largo plazo”.
A diferencia de García, la exdirectora de Patrimonio Histórico sí ve viable la intervención del sector privado en la rehabilitación de los monumentos históricos en Colón. “Si el Estado ya ha invertido $564 millones entre infraestructura para el centro y soluciones de vivienda para las familias que se trasladaron al área suburbana, es el momento de incentivar a todas las instituciones y al sector privado a invertir en la rehabilitación de la provincia”.
En referencia a la inversión pública en el mantenimiento y rehabilitación de los centros históricos, señala que “ningún gobierno del mundo, ni siquiera en los países ricos, cuenta con los fondos para restaurar todas las edificaciones de un centro histórico”; sin embargo, argumenta que el rol que les corresponde a las autoridades “es intervenir en la infraestructura, apoyar en los problemas y brindar soluciones de corte social y económico que se dan en la comunidad para que así puedan brindar incentivos y los particulares puedan hacer las rehabilitaciones”.
Asimismo, aclara que el centro histórico de Colón primero tuvo una declaratoria municipal que se realizó antes de la creación de la Ley 47 del 8 de agosto de 2002 (que declara Conjunto Monumental Histórico al Casco Antiguo de la ciudad de Colón). “Esto se efectuó con el objetivo de que la comunidad valorara, protegiera y buscara apoyo para tratar de potenciar la conservación del centro histórico. Luego se elevó la ley en el territorio nacional con un manual de intervención”.
López enfatiza que la declaratoria de un centro histórico “no quiere decir que las edificaciones son intocables”, ya que en este espacio se agrupan estructuras de diferentes categorías que son aquellas que deben ser restauradas íntegramente; también están las que tienen un valor de carácter ambiental y que su reestructuración se da en la fachada y se incorporan elementos modernos en su interior.
Disconformidad
La Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) expresó su rechazo sobre el anteproyecto de ley que busca modificar la Ley 47 del 8 de agosto de 2002 que declara Conjunto Monumental Histórico al Casco Antiguo de la ciudad de Colón presentado al pleno legislativo por el diputado del partido panameñista Pedro Torres.
“La SPIA se muestra en desacuerdo con el anteproyecto de ley 042 del trámite legislativo 2021-2022, que intenta modificar la Ley 47 para desafectar cinco edificios y cuatro conjuntos de edificaciones, indicados como monumentos históricos a nivel nacional, por no tener justificaciones científicas ni históricas”.
En el comunicado, la SPIA dio a conocer que ha demostrado compromiso y preocupación por la terminación de los proyectos de rehabilitación de los espacios, y monumentos históricos y culturales en la ciudad de Colón, en la ciudad de Panamá y en otras regiones del país.
“De manera insistente y oportuna hemos advertido del cuidado y atención que requieren esos sitios y edificaciones que forman parte de nuestra identidad como panameños, y de la imperiosa necesidad de lograr un balance entre la renovación urbana, el respeto y preservación de nuestra historia”, señaló la SPIA, y añadió que “los funcionarios deben actuar conforme a lo que les permite la ley y los actos que se verificaron en la ciudad de Colón están tipificados como delitos contra el patrimonio histórico de la nación y regulados por el capítulo VII del Código Penal de 2007”.