Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
- 19/06/2021 00:00
- 19/06/2021 00:00
Consumimos azúcar en diferentes productos aun sabiendo los daños que ocasiona.
Ese placer momentáneo nos ha llevado a aceptar alimentos que no aportan nada a nuestra vida. Más bien le restan energía.
Decimos perseguir “balance”, pero la verdad es que no sabemos decir: “No”, con convicción. Vivimos en una eterna lucha entre lo que debemos hacer y lo que queremos hacer.
Somos esclavos del momento.
Por esto, muchas personas continúan en relaciones que les hacen daño. Hay cierto placer en al menos tener alguien con quien despertar, con quien hablar, y de vez en cuando reír. Aun cuando este “dulce” nos destruye lentamente.
Una relación tóxica es aquella que, como el azúcar, te eleva para luego dejarte caer. Te entrega una felicidad a corto plazo.
Estas son los cinco tipos de relaciones a los que debemos prestarle atención, para no terminar en ellas.
Solo salen entre ellos, tener amigos es algo “prohibido”. Usualmente alguien instaura esta mentalidad por temor a perder a su pareja. Piensa que mientras más personas conozca el otro, más probabilidades habrá de ser reemplazado. Los celos promueven esta actitud, ¿la raíz? Falta de amor propio.
Dicen amarse, quererse, extrañarse, cuando en realidad no sienten nada. Solo dicen las palabras en automático. No piensan ni razonan, parecieran haber perdido el control de sus sentidos. Fueron infectados con un virus, la costumbre. La zona de comodidad creó esta actitud, ¿la raíz? El conformismo.
Aun cuando son “pareja”, están en la libertad de salir, coquetear y hasta intimar con otros. La única regla es que deben contarse lo que van a hacer. Esto es un fetiche disfrazado de relación. Te hace sentirte aceptado por alguien, cuando en realidad solo eres parte de un experimento. Esta es una táctica de desapego, ¿la raíz? Heridas del pasado.
Solo hablan de sus éxitos, nunca de sus fracasos. Se cuentan sus sueños, nunca sus temores. Solo muestran una cara de la moneda, pero en soledad lloran, se preocupan y no saben qué hacer. Este lado humano su pareja nunca lo ha podido ver. Esta actitud protege al ego, ¿la raíz? No sentirse suficientes.
Uno solo es quien toma la decisión. Si no estás de acuerdo debes morderte la lengua y aceptarlo, nadie pidió tu opinión. En este tipo de relaciones no se pregunta, se informa. El control, la necesidad de poder le da vida a esta actitud, ¿la raíz? Se sienten inseguros.
La falta de amor propio, el conformismo, las heridas del pasado, el no sentirse suficiente y la inseguridad, son algunas de las razones por las que nos mantenemos en relaciones que nos hacen daño, lastiman y evitan que experimentemos algo real.
Nuestra vida sentimental es el resultado de nuestra vida individual.
Quien no disfruta su propia compañía, no está listo para hacer feliz a alguien más. Una relación tóxica es el resultado de dos personas jugando al escondite con la soledad.