El barrio de Chualluma en Bolivia, es único en la ciudad de La Paz ya que todas sus paredes están pintadas de colores que resaltan los rostros de las cholas,...
- 29/09/2021 00:00
- 29/09/2021 00:00
En mis charlas recalco el hecho de partir de un problema, a la hora de generar innovaciones.
No es un secreto que muchos de nuestros problemas actuales se manifiestan en nuestros campos.
Desde los sociales, generados por los flujos de personas que los abandonan buscando un futuro, pasando por los ambientales generados por el uso ineficiente de los recursos, hasta los productivos, pues nuestras ciudades no pueden vivir sin el campo que las sustenta.
Con tantos problemas juntos, es muy extraña la falta de interés de los innovadores en trabajar en sus soluciones.
Desde hace años, en nuestro laboratorio de innovación abierta (kernelopenillab.org ) nos hemos puesto en la tarea de entender y trabajar en este ecosistema.
La pandemia hizo pensar a muchos en la necesidad que tenemos de disponer de un ecosistema del agro fuerte.
Durante la pandemia, en el balcón de mi casa comencé un jardín urbano. El trabajo que me da y la dificultad que tengo para que mis plantas no se mueran, logró que pusiera en perspectiva los retos que nuestros emprendedores y empresarios del agro enfrentan a diario.
Cuando creamos el grupo de trabajo “campesino 4.0” nos tomamos en serio el significado del “4.0”, el cual se refiere a tecnologías de la cuarta revolución industrial.
El ecosistema del agro necesita del uso inteligente de los datos, del internet de las cosas, del uso del análisis de AI para optimizar sus procesos, de las herramientas TIC... en fin de todo aquello que asociamos los espacios de innovación en las ciudades.
Necesitamos usar los recursos de manera más eficiente, si queremos hacer que nuestras ciudades sean viables a nivel ambiental.
Hasta ahora hemos manejado el campo como un espacio para las externalidades económicas; no nos importa qué ha tenido que pasar para que tengamos comida en la mesa.
La innovación debe ir al campo; el ecosistema agropecuario es el espacio perfecto para crear pilotos de todo tipo, crear soluciones y ponerlas a rodar.
Pero el punto más importante que hemos descubierto en nuestros años de trabajo, es la necesidad de formar al campesino 4.0, el innovador, emprendedor, empresario, que tendrá en sus manos que las soluciones funcionen y se mantengan en el tiempo.
Sin ellos todo lo que se haga está condenado a morir (como algunas de las plantas de mi jardín). Debemos trabajar en sistemas educativos que los ayuden a quedarse en su espacio y triunfar.
El éxito vendrá cuando los innovadores del campo se conecten y trabajen con los innovadores de la ciudad, tengo fe que eventualmente así será.