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El 9 de enero como un camino de resiliencia juvenil en la historia
- 16/12/2021 00:00
- 16/12/2021 00:00
En la historia nacional, el 9 de enero de 1964 –mejor conocido como el Día de los Mártires– representa el alzamiento de la población panameña en la lucha por mantener los derechos civiles, el respeto a los símbolos patrios y la toma del territorio nacional en medio de un asentamiento militar estadounidense.
Ese día, estudiantes y profesores del Instituto Nacional de Panamá, acompañados de alumnos de otros colegios, como la escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía, la escuela de Artes y Oficios Melchor Lasso de la Vega y algunos civiles se dirigieron hacia lo que era entonces la escuela de Balboa de la Zona del Canal, para reclamar la izada de la bandera panameña junto a la de EE.UU.
Las tensiones entre ambos grupos aumentaron al momento de los incidentes, como consecuencia de la búsqueda de la representación y el respeto hacia el pueblo panameño fuera de la Zona del Canal. Tras 57 años, esta gesta patriótica –que se cobró la vida de más de 20 panameños y estadounidenses– se mantiene como evidencia del espíritu resiliente, luchador y nacionalista del panameño.
Desde una perspectiva original, la escritora y comunicadora social panameña Wendy Tribaldos escribió el libro El 9 de enero de 1964: Lo que no me contaron (2021), como una herramienta de recuento y aprendizaje para las nuevas generaciones, utilizando un lenguaje sencillo, descripciones breves y una profundidad en la narrativa viva de lo que ocurrió aquel día y que forjó un sentimiento de unión colectiva en la juventud panameña.
Esta iniciativa nace de la curación de una exposición centrada en la gesta histórica, dejada en manos de Tribaldos para el Museo del Canal de Panamá hace unos años. “Cuando comencé a hacer ese trabajo de investigación, caí en cuenta de que había muchísima información de la que no sabemos, y que no se nos había revelado. Mucha de esta información era novedosa, y fue archivada no solamente aquí en Panamá, sino en repositorios internacionales donde obtuve muchos datos a nivel fotográfico y de videos para complementar este libro”, comentó la autora a La Estrella de Panamá.
El uso de recursos fotográficos fue estratégico para Tribaldos, quien se apoya en el adagio “Una imagen vale más que mil palabras” y en el aprendizaje de la historia “esto prueba ser muy útil para los jóvenes estudiantes”. El rescate de la conversación sobre el rol clave de los jóvenes en las gestas patrióticas y la estructuración de la sociedad actual se resume en la obra de Tribaldos, lo que ella considera “importante reconocer en el hoy por hoy de Panamá”.
“He visto que se ha creado esta perspectiva negativa de que los jóvenes representan problemas, crímenes, o son muy difíciles; para mí es completamente lo contrario, ya que los jóvenes son idealistas, quieren acción, quieren cambios y hay que aprovechar ese idealismo natural que tienen todos los adolescentes para que ellos mismos se den cuenta de que pueden generar cambios en positivo para su país”, puntualizó.
En el libro, la gesta se representa con diversos datos históricos, investigados de la mano de archivos oficiales de los gobiernos de Panamá y Estados Unidos, dejando una pila de información fiable para los lectores.
Según Tribaldos, el Día de los Mártires “llama la atención” por su naturaleza de independencia de Panamá frente al asentamiento estadounidense, sin embargo, también funge como “una llamada a la acción” por parte de los más jóvenes de la sociedad.
“Hemos olvidado que fueron más de 200 jóvenes, que se dirigieron proactivamente hacia un acto que marcó un punto de inflexión en nuestra historia. Ellos fueron los que alzaron su voz y mostraron que estaban hartos de no poder contar con la soberanía total de Panamá y mostraron a EE.UU. que queríamos un tratado equitativo y justo, lo que dio pie a los tratados Torrijos-Carter de 1977, y luego al regreso de nuestro Canal en 1999, forjando así un nuevo comienzo de total libertad para el istmo panameño”, anotó la también museóloga.
Dentro del imaginario colectivo, el 9 de enero de 1964 saca a la memoria los recuerdos de padres, abuelos y quienes vivieron en carne propia las consecuencias de aquellos enfrentamientos estudiantiles entre los “institutores” y los “zonians”, sin embargo, los detalles que Tribaldos busca destacar en su redacción se inclinan hacia el “heroísmo de los jóvenes” y sus profesores, quienes “aunaban el sentido de pensamiento crítico y acciones civiles”.
“Hemos entrelazado los términos de 'violencia', 'sangre' y 'agresión' con esta gesta histórica, lo que es incorrecto, porque no conocemos toda la historia completa. Por esto, en el libro destaco la realidad que vivieron ambos partidos, para que sea el lector quien analice y saque sus propias conclusiones sobre lo que realmente significó para nosotros y los 'zonians' ese estallido”, enfatizó Tribaldos, “y para que se replique la necesidad de promover un pensamiento más reflexivo, más constructivo y más integral desde las escuelas”.
Actualmente, la voz de los estudiantes se escucha desde las calles, en forma de protestas pacíficas, pero que se han convertido en campos minados. “No sé por qué ha degradado tanto hoy ese camino cívico por parte de las escuelas y universidades, pero a raíz de mi investigación destaqué que hace 60 años los estudiantes de Panamá, principalmente en colegios públicos como el Instituto Nacional, tenían conciencia patriótica, que se les enseñaba como parte de su educación cívica, y eso ha ido desvaneciéndose”, comentó.
Uno de los elementos más simbólicos que dejó esta gesta fue la bandera panameña, desgarrada a manos estadounidenses, y que sirvió como detonante de los estudiantes panameños. “Si bien los resultados fueron a través de momentos tensos, los profesores impulsaban a los estudiantes a realizar cambios por sí mismos, empoderarse y salir de las limitaciones que muchas veces los adultos les imponemos”, indicó Tribaldos.
¿Cómo despertar la chispa de patriotismo en la juventud? Esta interrogante la responde Tribaldos en su obra y a través de las diversas actividades que ha realizado desde el pasado octubre en sedes como la Biblioteca Nacional de Panamá y colegios en la capital del país.
Para el 2 de enero de 2022, la autora realizará la apertura de la exhibición conmemorativa del 9 de enero de 1964 en la Biblioteca Nacional de Panamá, y el 9 de enero de 2022, en conmemoración del Día de los Mártires, se lanzará el nuevo programa educativo gratuito para padres y docentes sobre el rol de los jóvenes en el pensamiento cívico.
“Los jóvenes son gestores, instrumentos y protagonistas del cambio en el país y en el mundo”, apuntó Tribaldos. Además, hizo hincapié en la necesidad de la preservación del patrimonio histórico como legado para las futuras generaciones, y para combatir la pérdida de la memoria colectiva que “no está solo en Panamá, sino es Europa, Estados Unidos, Colombia y otros países” que han sido parte “transitoria” de la formación del istmo.
Asimismo, la periodista puntualizó que la juventud actual “debe mirar hacia atrás para aprender” de las generaciones pasadas.
“Hay un precedente histórico de jóvenes cambiando el rumbo de nuestra nación, nuestra pequeña nación, frente a una gran potencia norteña”, señaló, “en su momento tal vez se vio como algo chiquito, pero al final del camino logramos lo que el país estaba buscando, y todo eso lo iniciaron chicos de 15,16 y 17 años, eso no lo podemos perder de vista y es un cambio en positivo que se debe integrar en la educación”.
Tribaldos subrayó que su mayor esperanza es que “el pueblo recuerde la raíz del 9 de enero de 1964”, no solo las consecuencias del hecho en términos de “pérdidas materiales o físicas”, sino como un paso importante en la soberanía nacional.
“Lo que quisiera es que se vea con un prisma de actualidad, que no se vea como este evento que pasó hace 57 años, muy lejano, o que ya ni siquiera tiene implicación hacia nuestro presente, sino que se extrapole ese aprendizaje de lo malo que ocurrió –porque tampoco es que fuimos unos angelitos, ya que hubo saqueos, robos y disparos en medio de la confusión–, pero sí la unión del pueblo y el gobierno en pro de esta gran meta nacional, que al final nos permite recuperar la soberanía territorial”.
“Esto nos permitirá reflexionar sobre quiénes somos y hacia dónde vamos, y en la medida en que podamos hacer esta meditación el 9 de enero va a vivir por siempre, no solamente en la mente de algunas personas, sino en nuevas generaciones que lo llevarán más allá del plano del pasado”, apuntó.