El mundo mágico de Gabriel Wong Chen

Actualizado
  • 27/01/2020 00:00
Creado
  • 27/01/2020 00:00
El artista y arquitecto panameño, de ascendencia china, relata sus retos como joven en los caminos artísticos, junto con una dosis de realidad y pensamiento crítico en cuanto al futuro de la cultura en Panamá

Para Gabriel, cada objeto es razón para imprimir energía: la torre de Panamá Viejo, una pollera, una piña, las esclusas del Canal, la visión de la ciudad moderna de “Panamá City” y la obra 'Con sangre en los ojos', pintura que me hace conocer a este joven talento que marca pautas importantes dentro de la nueva pintura panameña.

Es autor de las dos 'Actas de Consagración', que fueron aprobadas por el papa Francisco en la ocasión de la celebración de la Jornada Mundial de Juventud en Panamá en 2019.

El mundo mágico de Gabriel Wong Chen

En mi amena tertulia con Gabriel y su esposa, junto a nuestro rito habitual del té verde chino, le pregunto si al momento de iniciar una obra, ya ha meditado “lo que hará” o inicia su trabajo y poco a poco va desarrollándola. Su respuesta inmediata fue:

“Siempre empiezo haciendo bocetos de estudio. Los sketches son la base de todo para mí, sean cuadros o arquitectura. En ambos casos, los sketches siempre son puntos de partida conceptuales; siempre hay cambios y ajustes sobre la marcha”.

El mundo mágico de Gabriel Wong Chen

Es así que continúo, para el deleite de nuestros lectores, con las siguientes preguntas:

¿Cómo iniciaste en las bellas artes?

Mi progreso artístico ha sido lineal; muy influenciado por mi formación como arquitecto. Al inicio mi trabajo gráfico era monocromático: plumilla sobre papel. El dibujo me resulta la forma más eficiente para sacar pensamientos e ideas de la cabeza; me sirvió (y todavía me sirve) para diseñar y dibujar planos a mano.

Casi al final de la carrera, empecé a pintar con vino tinto y con café, usándolos como sustitutos de los colores base tradicionales ('Burnt Sienna', 'Payne's Gray'). Lo del uso de los colores se me hacía difícil, e inventarme este sistema para pintar era un modo de compensarlo.

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Las exploraciones y libertad en el uso del color fueron producto de un feliz accidente donde algo hizo click. Un día me levanté sin poder pintar y me fui a dormir apasionado por el color.

¿Quién te descubrió en casa?

Empecé dibujando cuando tenía cinco años; asumo que mi padre me enseñó para mantenerme distraído, pues antes no había iPads.

¿Cómo te defines como artista?

Polifacético, interdisciplinario. Siento que no tengo una sola cosa que me defina, sino un cúmulo de facetas que se toman el turno al volante.

He desarrollado varias técnicas y uso de materiales a lo largo de mi caminar artístico y ahora estoy en una etapa de ver cómo las mezclo.

¿En qué disciplina artística crees que te desarrollas con más facilidad?

He trabajado ilustración a lápiz, plumilla, acuarela, vino tinto y café, aerosol, acrílico, escultura, arquitectura… No tengo un favorito. Me gustan las libertades y posibilidades que me ofrecen todos los géneros (igual con la apreciación musical).

Las disciplinas que se me hacen difíciles son escultura —por temas logísticos— y retratos (aprendí hace poco. ¡Me cuestan un mundo!).

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¿Cómo ves el movimiento artístico en Panamá?

Creo que estamos viviendo una edad dorada, un renacimiento artístico. No sé si es la forma en la que la tecnología y las redes sociales hacen que la información gráfica sea tan accesible (trendy) o qué es, pero siento que las propuestas artísticas/diseño/creativas son un prerrequisito. No sé si es un tema de “Dios los hace y ellos se juntan”, pero también siento que hay un auge en el arte producido por gente como yo, que no tiene formación académica de “artista” como tal; que desarrollan su expresión artística de forma empírica, combinándola con otras facetas personales.

Me gusta mucho el ambiente de competencia sana, respeto y generosidad en la escena artística local: Panamá es tan pequeña que entre artistas nos sentamos a tomar café o cerveza y conversar.

¿Cómo encaja tu trabajo en la contemporaneidad?

Desde un punto de vista técnico, siento que la tecnología y gráficos productos del mundo digital nos brindan otra forma de expresarnos. Softwares de uso profesional (Photoshop, AutoCAD, etc.) resaltan elementos de geometría: triángulos, vértices, vectores, layers, etc. Desde un punto de vista cultural, muchos somos como una especie de personas Benetton, ciudadanos de la humanidad o algo así; tenemos varias fuentes de legados culturales de donde sacar inspiración.

El mundo mágico de Gabriel Wong Chen

En lo del arte, uno debe saber lo que se hace afuera en las grandes capitales creativas del mundo y estar al tanto de las expresiones artísticas del mundo globalizado, pero es esencial tener una mirada introspectiva, sacar inspiración de adentro, de lo que tenemos en nuestro interior y en nuestro patio trasero. Algo divertido y muy característico de Panamá es que es un 'sancocho' cultural.

¿Cómo ha influido la cultura china en tu trabajo?

De la misma forma en la que es ser de Panamá: en todo. Selección y uso de colores y motivos. Ahora estoy en una etapa experimental de mezclar aspectos estéticos y temáticos, como un chef inventándose un menú fusión.

Creo que mi trabajo es un poco como yo: una base asiática con expresión tropical. No busco más de una u otra cultura, más bien prefiero sentirme bendecido por tener más de una cultura de dónde inspirarme y ver qué se puede inventar.

El mundo mágico de Gabriel Wong Chen
¿Hacia dónde va Gabriel Wong?

Creo, como Picasso, que las musas nos encuentran, pero nos tienen que encontrar trabajando. Prefiero encarar, apreciar lo cotidiano y ver qué puertas se van abriendo durante el trayecto. Soy de los que disfrutan la travesía más que el arribo a un destino.

Cierro la entrevista, pensando que en Panamá contamos con muchos jóvenes, que se encuentran en la trinchera de la batalla cultural, ellos con sus propuestas interpretan la actualidad de nuestro país.

Pero no quise cerrar sin antes hacerle la última pregunta a Gabriel Wong.

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¿Si se te presenta la oportunidad de que te regalen una obra de un artista, sin límite de precio y de fama, a quien escogerías?

Ya sé con qué obra de arte me quedo, si el dinero y la lógica no es objeto. Me quedo con los bocetos y juego de planos completos de la Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright.

Con Gabriel iniciamos a recorrer este 2020, con artistas que tienen metas y confines inexplorados, que merecen nuestras apreciaciones. Gracias a Gabriel y a todos aquellos que nos brindan la ocasión para que reflexionemos sobre lo que está sucediendo en nuestro patio panameño.

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