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- 08/04/2024 00:00
- 07/04/2024 22:25
Es el segundo día del Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá, por sus siglas en inglés) y el codirector de la película Brown Ricardo Aguilar y la productora del filme Sixta Díaz ya se encuentran en medio del trajín habitual que supone la promoción de la película en medio de la celebración de este certamen, en el que cada año se pone en valor la industria cinematográfica nacional y se expone lo mejor de las producciones internacionales.
Bajo un sol abrasador y un viento incesante, Aguilar y Díaz accedieron a conversar con La Estrella de Panamá en el patio interior del Hotel La Compañía, sobre el esfuerzo que supuso crear una película que no solo busca fijarse en el campeón de boxeo per se sino en el ser humano que era y en la capacidad de resiliencia que tenía ante los obstáculos que poco a poco se le fueron interponiendo en el camino.
La idea de contar su historia surgió cuando el cineasta Carlos Aguilar – hermano del codirector Ricardo Aguilar– leyó un artículo sobre Panamá Al Brown en una revista hace más de 40 años y, desde entonces, tanto él como su hermano se quedaron fascinados ante la biografía del boxeador. “Siempre quedó flotando ahí ese deseo de contar algo que reflejara la historia de este personaje fascinante”, expresó Aguilar.
El proyecto comenzó con la realización del documental Panamá Al Brown, cuando el puño se abre – que fue estrenado en el año 2018 por Carlos Aguilar - y, luego, se empezaría a trabajar más adelante en una dramatización de la biografía del boxeador. La película Brown ganó fondos del Fondo Cine 2017 así como del Programa Ibermedia.
“Queríamos tener en principio un documental que nos ayudara a vender los conceptos que narraríamos más adelante en la película, para poder finalmente encontrar los recursos que nos ayudaran a poder realizar la película y así llegar hasta el día del estreno”, agregó.
Según Aguilar, la vida de Al Brown fue cinematográfica. “Nosotros decidimos contar una etapa de su vida en la que deja de ser un campeón mundial y se muda a París, Francia, y se convierte en el showman de un cabaret en la capital francesa, y allá conoce a Jean Cocteau, quien era un poeta, intelectual y artista renombrado en Francia. A partir de ahí, surge una relación que termina convirtiéndolo a él en campeón, después de que el mismo Cocteau lo convence de volver a pelear nuevamente por el título mundial”, reseñó el cineasta.
Es así que el filme Brown – que está situado entre los años 1938 y 1939 – cuenta la historia de un boxeador que se hizo campeón en Nueva York, Estados Unidos, en una época donde prevalecían el racismo, la homofobia y la xenofobia por su origen latino.
Cuando finalmente hace un cambio de vida y materializa su deseo de establecerse en París y actúa en el cabaret Caprice Viennois, inmediatamente se siente realizado. Es entonces cuando su pareja Jean Cocteau le insta a retomar su carrera boxística, Panamá Al Brown tendrá la tarea de enfrentarse no solo a sus contrincantes en el cuadrilátero sino que tendrá que vencer aquellos prejuicios que lo tenían sometido.
“A pesar de las dificultades, él siempre peleó y siempre quiso hacer lo que le gustaba hacer”, dijo Aguilar.
Como parte de los más de seis meses de preproducción -que implicó la investigación del personaje hasta la búsqueda de locaciones para realizar el filme- el equipo se dio a la tarea de consultar diversos libros entre el que se encuentra una biografía escrita por el pintor, dramaturgo y ensayista español Eduardo Arroyo denominada Panamá Al Brown: Una vida de boxeador. Un libro que no solo cuenta la faceta de boxeador de Al Brown sino también su lado artístico que se expresaba en las vertientes del baile y la poesía.
De igual forma, Aguilar considera que aún en estos tiempos, en los que todavía prevalece la homofobia, Al Brown se hubiera mantenido fiel a sí mismo con un carácter retador.
“Él decidió en algún momento de su vida que él iba a vivirla como él lo hubiera querido, y eso lo iba a hacer sí o sí. No había nada que lo iba a limitar en su vida ni algo que impidiera que disfrutara de las cosas que a él le gustaban, y él siempre fue así. Un luchador que no solamente peleaba en el boxeo sino que luchaba también por vivir su vida de forma auténtica”, comentó.
Díaz añadió que los reclamos por una sociedad libre de discriminación todavía siguen vigentes ya que todavía existe el racismo, la homofobia y la xenofobia que Al Brown enfrentó en su época mientras que, por otra parte, resaltó que la película busca rendirle un tributo y un homenaje a su resistencia y a su resiliencia ante los momentos difíciles de su vida.
“Él fue resiliente y nosotros buscamos resaltar, sobre todo, ese aspecto de su vida. Nosotros no nos centramos en el boxeo ni en sus actuaciones de cabaret, sino en la persona, en ese ser humano que tenía luchas internas y externas, y eso es lo que buscamos reivindicar a un personaje al que en Panamá ni siquiera lo conocían”, expresó.
El respeto hacia la memoria de Panamá Al Brown ha sido el norte de los directores Carlos Aguilar y Manolito Rodríguez para contar esta historia. “Siempre quisimos situarlo en una justa posición y no hemos querido victimizarlo. Todo lo contrario. Queríamos resaltarlo como una gloria panameña que la gente tenía que conocer. Él fue el primer campeón latinoamericano de boxeo y fue panameño y nosotros buscamos resaltar a ese personaje con sus virtudes y sus defectos a través de esta película”, agregó.
La película Brown vio la luz el pasado sábado 6 de abril en una función inaugural en el marco del IFF Panamá, y próximamente dará su recorrido por diversos festivales internacionales de cine. Por otro lado, la película se estrenará formalmente en los cines nacionales, una vez haya pasado el período electoral.