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- 09/10/2023 15:16
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La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) se embarcará en una nueva misión en el próximo eclipse anular que se dará el 14 de octubre.
En esta ocasión la agencia espacial del gobierno estadounidense lanzará tres nuevas sondas a la atmósfera, específicamente su capa ionizada, también conocida como ionósfera.
La ionósfera se encuentra entre 80 y 500 kilómetros de altura de la Tierra, lo que la convierte en el área perfecta para medir cambios eléctricos, magnéticos, de densidad y temperatura.
El objetivo de esta misión es estudiar cómo la abrupta disminución de la luz solar durante fenómenos como los eclipses pueden llegar a afectar a la atmósfera superior. La investigación se encuentra bajo la dirección del profesor Aroh Barjatya, de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle de Florida, bajo el nombre de 'Perturbaciones Atmosféricas Alrededor de la Trayectoria del Eclipse' (APEP).
Según la NASA, en esta misión se obtendrán los primeros datos de mediciones simultáneas tomadas desde múltiples publicaciones en la ionósfera durante un eclipse solar. La agencia espacial lanzará los tres cohetes con un intérvalo de 35 minutos entre cada uno y volarán en la órbita de la Luna en la que pasa directamente por el Sol.
De acuerdo con el Exploratorio de San Francisco, California, los eclipses anulares son un tipo de eclipse solar en los que la Luna no cubre completamente al Sol, dejando un “anillo de fuego” alrededor de la Luna a la vista.
Durante este fenómeno astronómico, el Sol, la Luna y la Tierra están perfectamente alineados, sin embargo, la Luna está en su punto más lejos de la Tierra. Esto evita que la Luna bloquee completamente la luz del Sol.
Los eclipses anulares se producen cada uno o dos años. El máximo tiempo de estos se denomina anularidad y estas pueden durar de unos segundos a máximo 12 minutos.
El área de la Tierra en la que se puede observar se denomina franja de la anularidad, en este caso, el eclipse sólo será visible en la península de Yucatán, en México. Las franjas de anularidad regularmente son pequeñas, contando con solo 93 millas de ancho.