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Así contó 'La Estrella' la llegada histórica de la Reina Isabel a Panamá
- 08/09/2022 13:54
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Un domingo 29 de noviembre de 1953, cerca de las 7:30 de la mañana, la monarca más conocida en el mundo, toca tierra panameña. 21 cañonazos anunciaron la llegada de la Reina Isabel II a las costas de la ciudad de Colón, junto a su esposo Felipe de Edimburgo, acompañados del toque de sirenas de los barcos cercanos al Canal de Panamá y la banda de la Marina Real británica, interpretando una melodía a bordo del trasatlántico real Gothic.
Su viaje a Panamá fue parte de su primera expedición internacional como monarca, casi 6 meses después de haber sido proclamada reina de Inglaterra, el 2 de junio de 1953 cuando solo tenía 26 años.
La travesía de 6 meses la hace en compañía de su esposo, Felipe, hacia los Estados Miembros de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).
El Canal de Panamá se encontraba de paso, y aunque no fue una visita oficial de Estado, los ciudadanos panameños no tomaron la oportunidad en vano, celebrándolo a lo alto.
"Fue un privilegio para Panamá haber sido seleccionado en aquel entonces por la Corona inglesa como el punto de tránsito del Atlántico al Pacífico, en su ruta hacia Nueva Zelanda y Australia", explicó a BBC News el historiador colonense, Luis Javier Ceballos.
En este momento, Panamá, coincidentemente, se encontraba celebrando su aniversario número 50 como República desde su separación a Colombia en 1903.
"El presidente panameño José Antonio Remón Cantera aprovechó la ocasión del cincuentenario para conciliar todas las partes políticas y rebajar las tensiones en el país. La gente se volcó con entusiasmo a aplaudir la iniciativa del gobierno de admitir todo el protocolo ceremonial para recibir a la reina Isabel II y a su esposo".
"La reina y el príncipe pudieron simplemente haber pasado de largo. Pero la diplomacia panameña, en conversación con la embajada estadounidense -que administraba la Zona del Canal de Panamá- creó un itinerario para recibir a los distinguidos huéspedes", indicó Ceballos.
"Era un mensaje claro de que Panamá no solamente tenía entonces una sólida relación con Estados Unidos, sino que también la fortalecía con Reino Unido".
Esto fue de gran relevancia para los medios de comunicación panameños, que no esperaron para publicar la gran noticia en sus portadas.
Nuestro medio tituló: “Panamá da la bienvenida a la Reina Isabel”, mientras que en el continente europeo, la prensa anunció la noticia: "Hoy el Gothic llegará a Panamá. Y mientras el transatlántico atraviesa el Canal, la reina y el duque aterrizarán y pasarán un tiempo como invitados del presidente panameño", se leyó en la portada del 29 de noviembre del diario de London Weekly Dispatch.
En el continente europeo, los medios ingleses también anunciaron la noticia: "Hoy el Gothic llegará a Panamá", se leyó en la portada del 29 de noviembre del diario de London Weekly Dispatch.
Unas 24 horas más, tarde cuando la Reina Isabel, estando en Panamá, felicitó a Winston Churchill por su 79 cumpleaños, más de 50 periódicos regionales y nacionales del Reino Unido, anunciaron la "entusiasta bienvenida" (Shields Daily News), de cómo la reina "capturó todos los corazones en Panamá" (Northern Whig) y de las "multitudes vitoreantes que rompieron los cordones policiales para correr junto al auto de la reina Isabel" (Dundee Courier).
En la ciudad de Colón, la reina y el duque de Edimburgo realizaron un tour en auto descapotable donde visitaron el Palacio Municipal y la monarca recibió el collar de honor y las llaves de la ciudad.
"Fue apoteósico", comentó Ceballos. "El Ministerio de Educación ordenó que todos los niños de escuelas primarias formaran una fila de honor desde el puerto hasta el palacio. Además, aquí en Colón hay una gran cantidad de miembros de la Mancomunidad Británica de Naciones que se prepararon con sus mejores galas para recibir a la reina y a toda su comitiva".
Desde Colón, se desplazaron en el crucero camino al puerto de Balboa, al otro lado del Canal de Panamá, donde John States Seybold, gobernador de la Zona del Canal, los recibió e hicieron un recorrido hacia el barrio del Chorrillo, donde se encontraba el Limite de la Zona. Desde ahí, partieron a la capital.
Entre la multitud que celebraba la llegada de la reina Isabel a tierra panameña, se encontraba el adolescente Alberto Luis Tuñón Núñez, un apasionado de la historia.
"La visita fue el tema del día. En el vecindario, todo el mundo comentaba: '¡viene la reina, viene la reina!' y se movilizó prácticamente toda la ciudad", le contó a BBC Mundo en una conversación telefónica.
"Yo escuché en la radio que llegaban y me fui al centro. Fue un viaje largo en bus desde mi casa, pero ver a una reina era una gran novedad, sobre todo a Isabel, con su juventud, su reciente coronación y la simpatía que irradiaba".
"Recuerdo que aquel día pegaba fuerte el sol y la reina abrió un parasol blanco muy elegante. En las calles, la gente agitaba pañuelos blancos".
Las emociones desbordaron cuando el descapotable paso por delante de la icónica Casa Miller, un viejo condominio de madera (hoy siendo un hotel) localizado en Calidonia, en el casco urbano de la capital de Panamá.
El edificio contaba con tres pisos habitados completamente por cientos de familias afroantillanas, descendientes de originarios de las islas de la Mancomunidad en el Caribe quienes llegaron a Panamá para trabajar en la construcción del Canal.
"Agitando sus banderas, sin que hubiese un director de coro, las elegantes madames luciendo sombreros de plumas, guantes y abanicos comenzaron a entonar del himno 'Dios salve a la reina' desde sus amplios balcones".
"Fue impresionante porque la reina no se esperaba ese recibimiento. El jefe de protocolo que los acompañaba mandó al auto que se detuviera y les explicó que el edificio estaba habitado por panameños que habían venido de las Antillas".
"Mi privilegio fue poder verlo desde muy cerca. Estaba a apenas dos metros de distancia y pude notar que la reina, emocionada, le agarró la mano al príncipe Felipe y se la apretó. Todavía lo recuerdo como si fuera ayer".
La jornada culminó con una banquete y una gala en el Club Unión.
Fragmentos de prensa de la época detallan que la reina Isabel bailó con el presidente Remón, y el príncipe Felipe con la esposa del mandatario.
"Recuerdo hubo muchos comentarios populares, pues en esa época se bailaba chachachá, guaracha y boleros, y el pueblo se preguntaba cómo habrían enfrentado la realeza los movimientos de salsa y la alegría caribeña", dice Alberto y deja escapar una risita.
El viaje fue algo inolvidable para los panameños y aparentemente para la reina también.
Natalia Royo de Hagerman, embajadora de Panamá en Reino Unido, le contó a BBC Mundo que en 2019, Isabel II "compartió entre risas anécdotas de su viaje de 1953", cuando tuvo lugar su ceremonia de presentación de cartas credenciales.
Entre las historias, la monarca contó un divertido momento cuando, justo antes de comenzar el paseo en auto en Colón, un agente de seguridad se apuró a presionar el botón de seguridad del vehículo. Siendo que iban en un descapotable, la reina le contesto sarcásticamente, "¡Gracias, ahora me siento mucho más segura!"
Es uno de los muchos recuerdos que la monarca conservaba sobre su primer y último viaje a Panamá, afirma Hagerman.
"La visita de la reina Isabel II y el duque de Edimburgo fue recordada por su majestad -y es recordada por los panameños- con mucho cariño".