Administración panameña del Canal: un hito de soberanía y progreso

Actualizado
  • 29/12/2024 00:00
Creado
  • 28/12/2024 17:20
El Canal de Panamá fue revertido a manos panameñas el 31 de diciembre de 1999, consolidando la soberanía del país tras décadas de control estadounidense. Este logro, fruto de los Tratados Torrijos-Carter, aseguró su manejo neutral y ha generado significativos beneficios económicos para Panamá desde su transferencia

El Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá es claro en cuanto a sus condiciones: solo el istmo tendrá el manejo de esta megaobra de ingeniería después de la culminación del Tratado del Canal de Panamá. Este mismo concluiría con la reversión total del Canal, así como la Zona del Canal y otras áreas relacionadas con el manejo de este espacio de navegación, al país en el 31 de diciembre de 1999.

De esta manera, el importante acto se dio bajo la administración de la presidenta, Mireya Moscoso, marcando el final de un proceso de 23 años establecido en los Tratados Torrijos-Carter de 1977. El acto se llevó a cabo al mediodía en el edificio de la administración del Canal, donde Moscoso izó la bandera nacional en presencia del secretario del Ejército de los Estados Unidos, Louis Caldera.

Durante su discurso, la mandataria declaró: “Panamá, el Canal es de los panameños. Panamá finalmente alcanza la plenitud de un Estado soberano”. Este evento histórico fue transmitido en vivo mediante pantallas gigantes distribuidas en la ciudad, permitiendo a la población participar de manera simbólica en el acontecimiento.

Los Tratados Torrijos-Carter, firmados por Omar Torrijos y Jimmy Carter, fueron fundamentales para este logro, reconociendo la soberanía panameña sobre el Canal y su neutralidad permanente. Este acuerdo no solo representó el fin de décadas de control estadounidense sobre esta vital vía marítima, sino también un paso definitivo hacia la consolidación de la soberanía panameña.

Obstáculos del Tratado

Según información de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), hubo innumerables momentos en los que alcanzar un acuerdo parecía “un sueño lejano”. Surgían dudas sobre las verdaderas intenciones de ambas partes, y muchas propuestas resultaban inaceptables. Sin embargo, 40 años después, con el Canal de Panamá bajo plena administración panameña y la ausencia de bases militares extranjeras en su territorio, resulta fácil pasar por alto el esfuerzo monumental de quienes hicieron posible esta realidad.

En 1977, los gobiernos de Panamá y Estados Unidos daban los toques finales a dos acuerdos históricos: el Tratado Torrijos-Carter y el Tratado de Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal. Estos tratados, esenciales para el traspaso del Canal, establecieron compromisos claros entre ambos países para respetar lo pactado y garantizar el funcionamiento neutral y continuo de esta estratégica vía marítima.

Por otro lado, Office of the Historian del Departamento de Estado de los Estados Unidos, destaca que otro de los obstáculos con los que se enfrentó el Tratado de 1977 era la aprobación del Senado estadounidense, pues muchos senadores se oponían a dar a Panamá el control sobre la Zona del Canal.

El más notable de estos críticos fue Strom Thurmond, republicano por Carolina del Sur. Thurmond tenía una perspectiva diferente a la de la administración Carter. “La pérdida de este canal contribuiría a cercar a los Estados Unidos”, afirmó en un debate en 1978. Thurmond y otros conservadores también desconfiaban de Torrijos, a quien consideraban procomunista. Debido a la fuerte oposición en el Senado, las consultas de Carter con el Congreso equivalieron a una segunda serie de negociaciones del tratado.

Ante esta realidad, el gobierno de Carter formuló una estrategia para concluir el debate sobre el Canal y lograr la ratificación del Senado. Los funcionarios de Carter trabajaron para vender el tratado al público, celebrando cientos de foros donde los responsables políticos explicaron la lógica del gobierno para completar un tratado. Torrijos recibió a senadores estadounidenses en Panamá, donde destacó que no era enemigo de los Estados Unidos ni comunista.

John Wayne, conservador y amigo de Torrijos, también apoyó las negociaciones. Los negociadores decidieron que su mejor oportunidad para la ratificación era presentar dos tratados al Senado de los Estados Unidos.

El primero, llamado Tratado Relativo a la Neutralidad Permanente y al Funcionamiento del Canal de Panamá, o Tratado de Neutralidad, establecía que los Estados Unidos podían utilizar su ejército para defender el Canal de Panamá contra cualquier amenaza a su neutralidad, permitiendo así el uso perpetuo del Canal por parte de los Estados Unidos.

El segundo, llamado Tratado del Canal de Panamá, establecía que la Zona del Canal de Panamá dejaría de existir el 1 de octubre de 1979 y el Canal mismo sería entregado a los panameños el 31 de diciembre de 1999. Estos dos tratados se firmaron el 7 de septiembre de 1977.

El Canal en manos panameñas

En los primeros 15 años bajo gestión panameña, la vía interoceánica ha generado aportes directos al Tesoro Nacional que ascienden a 9.621,6 millones de balboas, de acuerdo a datos de la ACP.

Esto contrasta notablemente con los 1.833 millones entregados entre 1914 y 1999, cuando estuvo bajo control estadounidense. Estos datos reflejan la eficiencia y el beneficio económico que el Canal ha aportado al país desde su retorno a manos panameñas.

En el año fiscal 2023, el Canal de Panamá registró una ligera disminución del 1.12% en el número de tránsitos, alcanzando un total de 14.080. Asimismo, se observó una reducción del 1,48% en el tonelaje transitado, con 511,1 millones de toneladas, en comparación con los datos del año fiscal 2022.

A pesar de esta leve contracción en las cifras, el Canal de Panamá sigue desempeñando un papel crucial en el comercio marítimo global, consolidando su relevancia como un punto estratégico para las rutas comerciales internacionales.

En 1977, los gobiernos de Panamá y Estados Unidos daban los toques finales a dos acuerdos históricos: el Tratado Torrijos-Carter y el Tratado de Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal.
Hubo innumerables momentos en los que alcanzar un acuerdo parecía “un sueño lejano”. Surgían dudas sobre las verdaderas intenciones de ambas partes, y muchas propuestas resultaban inaceptables.
Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones