Este 3 de noviembre en el Palacio de Las Garzas el presidente José Raúl Mulino encabezó los actos en honor a los 121 años de la separación de Panamá de...
- 03/11/2024 00:00
- 02/11/2024 17:04
Desde hace 30 años se le conoce en el Ministerio de Educación (Meduca) como el hombre que organiza los desfiles patrios. Su experiencia lo posiciona como uno de los más calificados para coordinar a todas las instituciones involucradas en el evento. Cristóbal Batista, no obstante, jamás había vivido un fracaso tan hondo como el del año pasado, 2023, cuando los desfiles tuvieron que suspenderse por culpa de las manifestaciones en contra de la actividad minera.
Este año es diferente para el funcionario. Hay ganas de salir a desfilar. Las vistosas bandas independientes, las escuelas oficiales y particulares se han preparado por meses para este día. Como él, quien no quita el dedo del renglón hasta ver que todo está en su lugar, listo para rendir honor a la patria.
Ya lo he olvidado... como 30 años. Trabajamos mucho desde hace muchos años. Yo cogí los desfiles cuando prácticamente eran un carnaval. Había mucho desorden, muchos grupos tocaban a las niñas. Cuando me tocó el primer desfile tuve que hacerlo en tres meses. Estaba asustado porque no tenía la experiencia. El primer año me dediqué a observar lo que se daba en las rutas. El segundo me agrupé con las instituciones de seguridad para evitar el licor. Eso fue hace 30 años, cuando empecé a organizar los desfiles. Había mucho desorden.
Sí, las tocaban. Eran grupos delicados, yo tenía a la Policía al lado y no me podía meter porque no sabía qué objetos tenían guardados, o que nos podían hacer daño.
En su momento me senté a hablar con un grupo de agentes de la Policía Nacional, todo lo que tenía que ver con la seguridad, y les puse al tanto de la situación. Ellos me dijeron: Cristóbal, vamos a hacer el trabajo. Ponemos civiles y vamos buscando a aquellos viciosos, quitamos los coolers, le pedimos a la Alcaldía que pusiera un decreto sobre la prohibición de libar licor a lo ancho del desfile. Eso fue un buen logro porque eliminamos el licor de los desfiles. Lo otro es que había muchas tarimas a lo largo del desfile y algunas hacían mucho desorden. Los muchachos se paraban para hacer show y detenían el desfile. Eso causaba que se acumulara la fila y cuando pasan las 6:30 o 7:00 de la tarde se presentan riesgos. Es un trabajo como si fuera un bebé, gatea, se cae. Así va caminando. Nosotros nos debemos a nuestros estudiantes; si quieren desfilar deben hacerlo sobre la marcha, respetando el espacio del que viene atrás y del último, porque se detiene el desfile. Yo me planifico para los dos desfiles, el del 3 y 4 de noviembre.
Dolor. Hubo muchas llamadas, algunos querían salir a desfilar, pero no se podía.
Fue un fracaso para todos. No hicimos nuestra labor. Salir al desfile era arriesgar la vida de nuestros estudiantes y no había alternativa. Era calmar las aguas y tranquilizar. Era difícil. La situación era otra.
Yo creo que son necesarios los cambios porque se están quedando fuera de tiempo. Se han realizado algunas adendas, pero hay que modernizarlos.
No soy de la idea de prohibir todo. Me gustaría dar algo novedoso, pero aún no podemos adelantar porque estamos conversando ideas. Tenemos ahora una banda de Nueva York, Estados Unidos, que está participando. Tal vez abrir el compás, claro que sí. Ya hemos tenido bandas de Costa Rica. Nosotros trabajamos con base en ajustes de la ruta, tenemos también un límite. Si vienen más bandas, dos o tres, se les puede dar espacio, pero debe ser un número limitado. Uno puede quitar del Decreto (2010) por ejemplo, el tema de la fluidez porque no podemos seguir machacando en lo mismo. Hay que dar espacio. Tenemos también las faldas, eso no lo vamos a cambiar. Deben ser debajo de la rodilla, el escote tampoco lo vamos a cambiar, así como la tela translúcida. Se mantiene el vestido típico porque muchas delegaciones traen las polleras; son muy bellas.
No quiero sugerir innovaciones. Muchos quieren meter carros alegóricos al desfile, yo considero que no debe ser. Para todas las dependencias se prohíben carros alegóricos porque molesta al que va atrás. El decreto es claro, dice: nada de animales, mascotas. Los caballos ensucian la calle, no se puede.
Es nuestra identidad nacional. Queremos quererlos. Ese llamado se lo hago a la nación entera, vaya a los desfiles. Apoye a su banda que representa en la nacionalidad.
Organizarnos con todas las instituciones gubernamentales; en este caso, los estamentos de seguridad, el Ministerio de Salud, un sinnúmero de entidades que se involucran en el desfile. Hacemos reuniones, buscamos alternativas de rutas, que sean más decorosas, más agradables para la ciudadanía y para los participantes, estudiantes y bandas independientes. Revisamos las rutas, la parte de la tarima donde van a estar los medios y el mandatario. Todo lleva un ejercicio parejo. Analizamos los kilómetros que mide la ruta, siempre buscamos que sea un kilómetro para no maltratar mucho al estudiante y que se sientan cómodos.
Nosotros analizamos diferentes aspectos. Que no se inunde, por ejemplo, que las calles estén bien para que los muchachos no se tropiecen. El ancho, la vistosidad, porque también buscamos la estética para nuestros desfiles, porque considero que son de los mejores en Centroamérica. Así lo veo yo, porque he visto muchos videos y también me nutro de otros para mejorar nuestros desfiles.
No cambian y no se altera nada en la planificación. Son los escenarios los que cambian, la ruta, igual los trabajamos simultáneamente. Tengo personal en ambas rutas, Calle 50 y Casco Antiguo.
Como hemos tenido desfiles interrumpidos en años anteriores por la pandemia, que terminó con muchas bandas independientes, ahora hemos retomado todo esto porque hay ganas de desfilar. Hay provincias que han pedido desfilar porque tienen ganas. El año pasado tampoco hubo desfile por las protestas de la minería. Nosotros abrimos las puertas, tienen ganas. Puede haber un poco más de 60 bandas oficiales y particulares. De las independientes, en ambas rutas hay un poco más de 30, pero divididas.
La Federación de Bandas Independientes ha apoyado mucho en esto. Están aglutinadas en dos federaciones y ya no vemos las peleas que había antes.
Las personas. Han evolucionado. Los dirigentes son profesionales. Se han unido al Meduca para hacer las cosas bien y nosotros a ellos. Estamos compenetrados como una familia y esperamos que no cambie la relación.
La gente espera las bandas independientes. Le puedo decir que los estudiantes crecieron y quieren continuar haciendo honor a la patria. Disfrutan, no reciben nada por eso. Lo hacen con mucho gusto y placer. Lo que conozco es que hacen rifas, algún director pone de su dinero y sobreviven de esa forma.
Sabemos que hay bandas de 300, 200, incluso de 100 integrantes. Son grandes. Nosotros les decimos a las bandas independientes que saluden, pero que respeten el tiempo del que viene atrás porque a veces se detienen mucho tiempo en los palcos. Les dije que quiero el mejor desfile.
Lo peor es que tengamos baches, interrupciones de diez o quince minutos. Se pierde ese tiempo y eso es plata. Eso es lo peor. En tiempos de antes eso era porque las bandas querían lucirse frente al presidente, y se quedaban 10 o 15 minutos.