Maribel Gordón: 'Si la izquierda representa el cambio que demandamos en este momento, sí, soy de izquierda'

La precandidata por la libre postulación para la Presidencia de la República Maribel Gordón se identifica con la izquierda. La recolección de firmas hasta el 30 de julio podría posibilitar que oficialice su candidatura y en dicho ejercicio el electorado podrá medir, en su caso como en todos los precandidatos en la misma situación, si las firmas que los llevaron a la candidatura se reflejarán en votos reales. La izquierda de Latinoamérica, que podría emplear como referente de su futura gestión, no ha producido los cambios prometidos. En este sentido la candidata manifiesta que cada país tiene su especificidad. Una de las propuestas de Gordón consiste en revisar el modelo económico del país y el alza de salarios; lo que no queda claro es cuál sería ese modelo económico ni cómo piensa implementarlo, o qué resultados se obtendrían en este nuevo paradigma.

La vida digna va más allá de las ideologías, porque lo que estamos planteando es generar real democracia, participación y adecentamiento del poder público, y satisfacción de las necesidades fundamentales de la vida. Precisamente cuando la ideología de izquierda surgió en Francia se trataba de dos grupos, los que querían seguir con el statu quo y el zarismo, las monarquías, y quienes plantearon las transformaciones que demandaba el momento. Eso es lo que estamos planteando, los cambios que demanda el momento.

La izquierda siempre ha constituido una necesidad de cambios. Nosotros decimos, hay necesidad de cambio. Si la izquierda lo está planteando desde ese punto de vista, sí me identifico con la izquierda. Yo estoy diciendo que si la izquierda es lo que está representando el cambio que demandamos en este momento, sí, soy de izquierda.

Creo que algunos países han enfrentado bloqueos económicos históricos. Otros, que ha sido la tónica en los últimos años, han tenido que enfrentar los golpes suaves, los golpes legales.

¿Por qué aquí vemos el nivel de pobreza que tenemos si aquí no ha habido ningún gobierno de izquierda?

Creo que cada país tiene su realidad específica. En algunas áreas los países de izquierda han avanzado, pero tenemos que recordar una lógica desde el punto de vista económico, vivimos en una producción capitalista. Impone las condiciones sobre las cuales se desarrollan los términos de intercambio, eso cualquier economista lo sabe, son los que ponen las condiciones en la economía mundial.

Mi plan lo que plantea es la necesidad de valorar el modelo económico. Otra cosa es el sistema económico. Las elecciones no van a parar el sistema, sino el modelo.

Nuestra base es que Panamá tiene que apuntalar al micro, pequeño y mediano empresario, porque precisamente tiene los intereses en lo que los economistas denominamos la 'economía doméstica'. Tiene que haber una política real de fomento de esos actores. Se habla de emprendimiento, pero no hay una competencia leal entre el micro, pequeño y el grande.

Uno tiene que ser por la vía impositiva. Cuando homogenizas impuestos, castigas al pequeño porque la proporción de la carga impositiva es más pesada para el micro y pequeño.

Si lo está haciendo Gustavo Petro, coincido.

Creo en la democracia. En la real democracia. Uno de mis compromisos es construir la real democracia que tiene que ver con participación, consulta. Con que hay temas estratégicos de la vida nacional que tienen que entrar a consulta.

Si lo decide la población, sí. Hemos planteado una realidad en la necesidad de hacer una discusión profunda en términos de las leyes que norman la sociedad a través de una constituyente originaria.

Creo que tenemos que partir de algunos elementos. En este país, entre más crecemos, la proporción de salario ha disminuido. Panamá es un país con 37 salarios mínimos con el tamaño que tenemos y la población.

Creo que hay que crear una estructura que refleje el salario mínimo, lo que debe ser, y por el cual los economistas dicen que debe garantizar el costo de la cesta de alimentos y otros gastos necesarios.

Eso activa el flujo económico.

Cualquier política salarial, y sobre todo la política de salario mínimo, debe ir acompañada de políticas complementarias, por ejemplo, producción nacional para garantizar.

¿Quién dijo que la producción va a costar más si lo hago en una política de seguridad alimentaria? Lo dice el Banco Mundial, cuatro productores podemos producir porque supuestamente somos autosuficientes, esa es una política que no es cierta. En economía decimos que hay un flujo circular en la economía. Si meto salario, genero poder adquisitivo, si genero poder adquisitivo la persona demanda más bienes y consumo, y si es así el consumo requiere mayor producción e inversión. Si eso se está gestando con el poder adquisitivo hay más compra, el flujo es creciente.

Yo creo en la convivencia armónica entre los países y gobiernos. Eso significa respetar nuestras identidades, creo en el marco de la conversación del diálogo fructífero que nos conduzca a la paz, al establecimiento.

Yo creo que cambiamos hasta el último día de nuestra vida.

Soy respetuosa de la determinación de los pueblos. Hay una necesidad de que la sociedad nicaragüense resuelva por la vía del diálogo y por la vía de la paz sus conflictos.

Es un gobierno que está ahí porque la población de Nicaragua votó por ellos.

El pueblo tiene que dar la respuesta. A mí no me gusta la injerencia en los asuntos internos. En términos de democracia yo planteo que si hay conflicto, que se atienda por la vía del diálogo. El pueblo nicaragüense es sabio y debe resolver sus conflictos internos.

Los subsidios son reflejo de una política que pauperizó las condiciones de vida. A partir de ahí, han sido precisamente las instituciones financieras internacionales las que plantearon en la década de 1990 la política de transferencia, que no es solo a las familias, sino a las empresas. Mantendría las que sean necesarias y crearía las oportunidades para ir reemplazando.

Precisamente, por ejemplo, si digo el subsidio del tanque de gas. ¿Por qué hay gente que no puede pagar el tanque de gas? Porque los precios son altos, porque hay dos compañías que tienen el monopolio u oligopólico, hay que romper los oligopolios porque esa es una imperfección del mercado. La causa es esa, hay que romper la causa.

Yo he dicho que nuestra candidatura es colectiva, por tanto, creo que hay un conjunto de organizaciones que nos están respaldando, con lo cual a pesar de que voy a tomar la decisión, tiene que ser consultada con estas organizaciones.

Las que nos respaldan son el Suntracs, Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), la Central Nacional de Trabajadores de Panamá, Convergencia Sindical, organizaciones gremiales. La semana pasada hicimos la inscripción con un conjunto de abogados que nos está respaldando.

No, sino que hay que consultar a quienes nos están respaldando. Ahí tendremos que determinarlo, con sinceridad le digo, no hemos pensado en eso.

Creo que ahí hay una información no del todo precisa. Suntracs tiene elecciones periódicamente y ha habido un cambio en la junta directiva en lo que son los representantes de proyectos.

Creo que las veces que han asumido la conducción del sindicato, han sido sometidos a la elección de las bases. Eso es lo que procede en los procesos democráticos y representativos. Han hecho un trabajo significativo en la vida del sindicato y en el país.

Para información debe darle una respuesta el sindicato, pero le digo que la junta directiva casi toda es nueva, ellos están en un proceso.

Yo creo que aquí hay que hacer un proyecto que reponga la formación social panameña. Las bases de nuestro proyecto es que los elementos que han dado ese respaldo que hoy goza con más de 106.000 firmas y que puede llevarnos a la Presidencia, es cumplir con lo que nos hemos comprometido.

Tener un proyecto de carácter nacional. Hay formas de gestionar. Panamá tiene especificidades como país. Yo no traslado, como economista, el traslado mecánico de recetas. Eso no funciona en ninguna parte del mundo. De cada país tomaremos lo que es correspondiente y fundamental para avanzar, para ir hacia una autonomía para la vida digna. Eso implica que de los países de izquierda tomaremos lo que sea correcto.

Por ejemplo, hay algunos países que han hecho un buen ejercicio en el tema de salud. De Estados Unidos, por ejemplo, tomaría algo que fue cuestionado en 2022 cuando era necesario establecer márgenes de ganancia en una actividad completa, que fue la distribución y comercialización de medicamentos. De Finlandia, todo un modelo de educación.

Yo como economista te puedo decir que la política económica se debe basar y sustentar en objetivos de desarrollo estratégico.

Para mí es importante ordenar el tema presupuestario que tiene que ver con asignación de recursos. Que los que están en el sector público que se han comportado correctamente, impacten, incidan, tomen decisiones.

No, yo creo que al verdadero funcionario se le despreciado, se le ha marginado, conocen mejor cómo hacer las cosas.

Tener un ejercicio permanente de consulta y participación. Hay funcionariado que no es verdadero, hay botellas. Hay que depurar, eso engrosa la planilla estatal.

Nosotros hemos planteado que en el plan para la vida digna cabe todo aquel que cumpla tres elementos: quien crea en la necesidad del desarrollo social; dos, en la necesidad de adecentar el país, y tres, de activar la economía, pero no desde la visión limitada del crecimiento económico, sino del bienestar humano. Ahí caben todos.

Hemos conversado con sectores gremiales, sociales. A nivel político partidista, no. Con precandidaturas de libre postulación, tampoco. Sí nos acompañamos de un grupo de representantes que aspiran a la diputación del país y con diputados que se han denominado independientes, hemos conversado con ellos.

Revisarlo.

Creo que es un tema de soberanía, porque uno de los problemas es el agropecuario. Ahí hay un principio elemental que tenemos que caminar hacia la soberanía alimentaria; en el respeto de los intereses de cada país, tenemos que revisar ese tratado. Es posible, hay fechas, pero se trata de adelantar esa fecha. Los impactos negativos han sido considerables.

Lo primero es que fuimos la última precandidatura que se inscribió en el Tribunal Electoral. Eso implicó comenzar a gestar un proceso planificado que nos ha dado los resultados que tenemos. Ese proceso consistió en adaptarnos a los cambios que realizó el Tribunal Electoral a las inconsistencias de las plataformas que han seguido teniendo dificultades para el registro de las firmas de apoyo. También consistió en preparar a un equipo de activistas que nos está respaldando. Fue entrar en la dinámica de caminar las comunidades, ya no desde la óptica de lo que es mi participación histórica de movimiento social, sino como precandidata.

Alrededor de 70 a nivel nacional. Muchos de ellos son voluntarios, y de apoyo y respaldo en el transporte.

En transporte, comida, agua.

El Suntracs es una organización amplia, algunos de sus miembros han respaldado nuestra candidatura. No negamos el respaldo que hemos recibido desde la junta directiva, pero no todos los trabajadores del Suntracs han respaldado nuestra candidatura. Las firmas son concretas y reales. Eso es un discurso que siempre se ha señalado para desviar el trabajo planificado que hacemos. Sí hay compañeros del Suntracs que nos han respaldado.