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Pilar Rahola: 'Cuando hablamos de Hamás no hay ninguna intención de hacer un acuerdo'
- 30/05/2021 00:40
- 30/05/2021 00:40
Pilar Rahola, reconocida periodista española y autora de 25 libros sobre temas de Oriente Medio y el islam, mira con lupa la tregua pactada entre Hamás e Israel, después de la escalada de ataques en los últimos días. Un momento de calma frágil y amenazado por las recientes declaraciones del grupo terrorista que señalan que la escalada más importante está por venir. Rahola separa la lucha palestina, de Hamás, algo que tiende a confundirse en los medios de comunicación a pesar de ser conflictos muy distintos, porque 'la mayoría de los periodistas repiten los esquemas establecidos y como lo políticamente correcto es criminalizar a Israel, no hay manera de explicar la situación', apunta. Califica como un fracaso absoluto el esfuerzo internacional diplomático para alcanzar la paz, un concepto difícil de visualizar en la región. Lo sustenta con la historia, el rol de las Naciones Unidas en otros enfrentamientos armados, así como el de la comunidad internacional que no presiona donde debe hacerlo, que es en el financiamiento de las organizaciones terroristas.
La verdad es que el concepto de 'paz' como lo conocemos es impensable en la zona. No creo que tengamos un concepto de paz hasta que el conflicto acabe. Lo que hay es un momento de calma, pero yo soy bastante pesimista respecto a la tregua de este momento, porque este miércoles leí las declaraciones del líder de Hamás, desde Qatar, donde hablaba abiertamente que esto había sido un ensayo, que la escalada más importante estaba por venir, que Israel no sabe lo que le espera. Con lo cual da la impresión de que es una especie de parado en seco, pero para volver después.
No lo creo. Aunque desde fuera del conflicto tendemos a pensar que todas las presiones internacionales tienen un peso, en realidad, especialmente por parte de Israel que sabe que está muy solo ante su lucha y supervivencia, al final quien decide si la tregua se hace o no se hace, son los servicios de inteligencia y los servicios militares israelíes. Israel tenía como voluntad y deseo, y no quería ir más allá, destruir la red de lanzamiento de misiles y por tanto toda la estructura militar que había montado Hamás y que había permitido esta escalada. Cuando el ejército de Israel entendió que había desmantelado todo lo que debía desmantelar, sencillamente pactó la tregua. Por mucha presión del tipo que sea, si no hubiera habido la convicción militar de que no peligraba la sociedad israelí porque no iban a tirar masivamente misiles, seguramente hubiéramos tardado más. Israel no tiene ningún interés en entrar en Gaza o en batallar con Gaza, o incluso en salir cada día en los noticieros del mundo de esa manera, lo que sí no quieren son ofensivas militares en su contra. Tanto la idea que tenía el ejército, como yo la entiendo, era desmantelar todo lo que se pudiera, y luego replegarse para ver si Hamás se tranquilizaba y volvíamos a una tregua un poco duradera.
Llevamos 70 años con esfuerzos diplomáticos que han servido de poco, aunque estoy convencida de que la presión internacional siempre es buena. El problema es que la presión internacional siempre se dirige hacia Israel. Israel ya quiere resolver el conflicto, no tiene ningún interés en continuarlo. Es país puntero tecnológicamente que además acaba de hacer acuerdos comerciales y de otro tipo, importantes en la región de Medio Oriente con países islámicos. Por tanto, ahí hay un avance. Lo que quiere es acabar con este tema. Lo que ocurre es que, en el otro lado, especialmente cuando hablamos de Hamás no hay ninguna intención de hacer un acuerdo. Una cosa es la Autoridad Nacional Palestina, y la causa palestina, que ahí sí que hay interlocutores para sentarse a resolver el problema. Pero Hamás es una organización terrorista, yihadista, que tiene una ideología islámica radical, que no tiene ninguna intención de sentarse a hacer ninguna paz, sino sencillamente hacer una guerra eterna con Israel. Ahí, por mucha presión internacional que haya no hay manera. Además, no hay que olvidar que puede que presionemos desde Europa o Estados Unidos, desde Latinoamérica, pero si no presionan sobre Hamás y si Irán no deja de ayudar logística y económicamente, y si en Qatar no estuvieran todos los líderes de Hamás viviendo fantásticamente con el nivel de financiación que tiene, irían las cosas mejor. La presión internacional también tendría que hacerla a Irán para pararlo.
Ese planteamiento creo riguroso para un periodista, pero no ocurre nunca. Sobre el conflicto de Israel con Palestina, la primera víctima es la verdad. En ningún conflicto en el mundo se miente tanto y se manipula tanto la información como en este. Hay estigmas establecidos: Israel es malo, los palestinos son buenos; los palestinos tiran piedras, Israel tiene armamento; Israel ocupa tierras y los palestinos se defienden. Si fuera tan fácil y maniqueo, el conflicto estuviera en una posible resolución. No va por ahí. Es mucho más complejo. Pero es fundamental buscar la verdad. En la causa que ha ocurrido en la escalada bélica actual, no ha habido el pueblo palestino levantándose contra Israel, no está la Autoridad Nacional Palestina, es Hamás que quiere dos cosas: hostigar militarmente a Israel para capitalizar y quedarse ellos con la causa palestina, ser los únicos portavoces de una causa palestina en una guerra interna en la propia población palestina en donde Irán tiene un papel ahí, así como lo tiene Hezbolá. Entonces cuando estallan miles de misiles contra la población israelí, que no hay que olvidar que la mayoría no cae por el domo de hierro defensivo israelí que es muy bueno, pero de lo contrario mataría a miles porque caerían sobre las casas, sobre los pueblos, las ciudades. Cada vez que esto ocurre, la inmensa mayoría de la gente en las universidades, en el mundo intelectual, las izquierdas, repiten el discurso de la causa palestina y que Israel es perverso. Hamás, que es una organización terrorista, que persigue a periodistas, que persigue a mujeres, opositores, que tiene una guerra eterna contra Israel, que su aliado natural es Irán, una dictadura atroz, eso está disparando contra la población israelí, mientras que Israel se defiende. ¿Lo hace todo bien? Seguro que no. Pero ese es el esquema, lo que ha ocurrido es eso.
Yo creo que hace mucho tiempo que Israel ha decidido que de lo que tiene que defenderse es de la muerte. Lleva 70 años intentando sobrevivir en una situación muy complicada, con enemigos muy poderosos, es un pequeñísimo país, muy solo, contrario a lo que se puede imaginar. Como me dijo en una ocasión un primer ministro de Israel: si estamos a punto de caer al mar todos, nadie de Europa nos va a venir a defender. Los judíos tienen muy claro que han estado solos cuando se ha acercado la muerte masiva. Lo primero que hay que decir es que Israel trata de defenderse. A mí me parece que debería explicarse mejor, pero también es verdad que cuando se explican nadie escucha. Primero, hay un relato tortillero de la izquierda mundial que cuando se habla de asociaciones y senadores, están vinculados a determinada izquierda. Yo he conocido gente muy ilustrada, inteligente y brillante que cuando habla de este tema se vuelve medio imbécil, porque no respeta ni la historia. Creo que el ejército israelí es de los que tienen protocolos más severos en lo que se refiere a la población civil. Pero hay que decir tres cosas respecto a quién muere y quién no muere. Primero, si Hamás consiguiera sus objetivos, hablaríamos no de docenas de muertos, sino de miles de muertos en Israel. Porque cuando usted tira miles y miles de misiles sobre ciudades israelíes, lo normal es que muera mucha gente con cada cohete. Lo que sucede es que el 99% de los misiles son neutralizados. Luego hay otro elemento: no sabemos nunca que los civiles mueren por los israelíes, que evidentemente mueren, o si mueren por los más de 500 misiles que dispararon desde Gaza y que cayeron en su propio territorio. Esos datos nunca los dan. Por lo tanto, cuando hacemos el balance hay tantos palestinos muertos, y ¿quién los ha matado? ¿Todos Israel? ¿Y qué hay de los 500 misiles que cayeron en Gaza? Pero como la información ahí está blindada, porque Hamás no permite la libertad de expresión ni da los datos, también ahí hay una duda como mínimo razonable a plantearse. Y después, los protocolos establecidos por el ejército israelí pueden ser escuchados, cualquiera que lo pide lo puede hacer. Localiza un edificio donde hay lanzaderas de misiles, llama por teléfono a sus habitantes, con altavoz explica que va a bombardear el edificio intentando que no haya baja civil. Es decir, tú tienes tu país con una lluvia de misiles que cada uno significa que la población tiene como mucho un minuto para ir al refugio sin importar la hora en que sea lanzado, igual de madrugada. La vida bajo la amenaza de los misiles es terrible. Entonces, Israel ¿no tiene que defenderse?, ¿no tiene que destruir las estructuras militares? No recordamos que Hamás siempre pone sus lanzaderas de misiles en edificios civiles, en hospitales, escuelas. El edificio famoso en donde estaba la prensa internacional, recuerdo que el de France Press dijo que no sabía que ahí había un lanzadero de misiles. Y evidentemente Israel avisó, sacaron a todo el mundo del edificio y lo bombardearon para quitarse la lanzadera. Entonces la defensa en una situación bélica compleja, donde seguro el ejército israelí también hace violaciones. Pero obviamente están en una situación bélica terrible de la que intentan defenderse. Convertir eso en un genocidio, convertir eso en supremacismo me parece una maldad extrema utilizar ideologías que han matado miles de personas para criminalizar a Israel. Así no se ayuda al pueblo palestino, ahí se le condena permanentemente.
Hay muchísimos palestinos que tienen deseos de vivir en paz. Le diré que incluso muchos son muy críticos con Israel porque tienen una causa abierta y un conflicto, pero lo son aún más con Hamás. No hay ningún palestino de Cisjordania que quiera vivir bajo la bota de Hamás. El problema es que el tema está tan viciado, que, aunque mañana tuviéramos otro Camp David, y una situación de posible acuerdo de paz imaginario, la violencia retórica de Hamás, la capitalización del conflicto, la victimización, hace que los otros se vean arrastrados. Se complica porque cualquier líder palestino que diga que quiere la paz, lo van a matar, recuerde a Anwar al Sadat.
Primero, no creo que estemos cerca de una tregua porque mientras exista la intervención permanente de Irán, no va a permitirlo. No solo tenemos a Hamás, tenemos a Hezbolá que es una organización terrorista desestabilizadora en toda la región. Está en Yemen, en Irak, por cierto está en Latinoamérica a través de Venezuela y la triple frontera y está en Siria y Líbano. Por tanto, es muy difícil que los palestinos sean libres de plantear cualquier tipo de mesa de diálogo teniendo la permanente intervención iraní que lo que hace es criminalizar mucho más la situación y la convierte en más bélica e inflamable. Pero la diplomacia internacional es un fracaso absoluto. No existe para nada. El Consejo de Seguridad ha demostrado muchísimas veces que no tiene ninguna capacidad de intervención, porque además las Naciones Unidas, como organización, está tomada de pies y manos por los intereses árabes e islámicos. Así que tenemos decenas y decenas de resoluciones de la ONU contra Israel, y no tenemos ni una contra Arabia Saudita por los derechos de la mujer o contra Siria. Al contrario. Hemos tenido a Siria de presidente de la Comisión de Derechos Humanos cuando había gaseado con armas químicas a su población. Hemos tenido a Arabia Saudita en la Comisión de Derechos de la Mujer. Esa es la ONU. No tengo ninguna esperanza de que la intervención internacional sirva para algo, porque se mueve con intereses espurios que van más allá de la lógica de la zona. Así que es importante, sin embargo, lo que ha ocurrido con los Acuerdos de Abraham.
No creo, aunque evidentemente si esto continúa y nos pasamos diciendo que los palestinos mueren y mueren porque los israelíes son muy malos, puede viciar y contaminar todo. Pero tenemos que saber que después de la guerra de Siria, el mapa en la región del Medio Oriente ha cambiado. Irán se ha fortalecido con su unión de alguna manera con Rusia y con China; recuerden el acuerdo económico de miles de millones que ha hecho con China, por tanto ahí se refuerza, y además Hezbolá se ha convertido en el gran ejército de Siria y de Líbano. De manera que ahí tenemos de golpe el fenómeno chií fortalecido y eso ha preocupado a los países suníes de la región en guerra permanente con los chiíes. Ahí es donde yo creo que los Acuerdos de Abraham han pasado porque Arabia Saudita lo ha permitido. En todos los países se preocupan más por el papel de Irán que hoy por hoy por Israel. Israel puede ser un aliado ahí, de manera que no creo que peligren, pero son inflamables ciertamente.
Es un buen tema. Uno de los grandes dramas que ha tenido el pueblo palestino es que se ha equivocado de interlocutores. O ha estado en manos de los locos estos del islamismo radical estilo Hamás o en manos de corruptos, como ha sido el caso del propio Arafat, un líder de una gran corrupción. Piensen que el dinero que ha recibido el pueblo palestino por parte de ayudas internacionales, que en proporción puede ser más grande que el plan Marshall de Europa, no se ve reflejado en la población, vaya a saber a dónde va el dinero. De manera que yo creo que hay un problema enorme entre la locura fanática de los Hamás de turno, y luego la Autoridad Nacional Palestina que tiene líderes de dejadez, corrupción y de prepotencia política, lo cual tampoco ha democratizado la zona. El problema es que cuando haces un discurso permanente de criminalización de Israel y victimización de palestinos, los ciudadanos de Cisjordania también se sienten contaminados con eso y se radicalizan. Hamás lo sabe. Sabe que cuando tira miles de misiles, le está diciendo a los palestinos de Cisjordania: nosotros somos los defensores aquí. Es una maniobra política, perversa, pero lo es. De manera que me veo incapaz de hacer una predicción sobre lo que puede suceder con las elecciones de Palestina.
Pero es que nunca los han respetado. De ahí que me quejo de las resoluciones de la ONU porque es posible que Israel haya vulnerado resoluciones de la ONU, pero los palestinos las han vulnerado todas, así como estas organizaciones, y sin embargo no hay ningún problema. A mí me escandaliza enormemente que el hecho de que empiecen a tirar miles y miles de misiles sobre la población civil israelí a nadie le preocupe, que parezca algo normal, ¿se imaginan que en ciudad de Panamá caigan de golpe 4 mil misiles? Que, a propósito, la última vez que fui a Panamá tuve el honor de participar en el acto que hubo en honor a las víctimas que murieron en el avión de Alas, que por cierto ya sabemos que fue responsabilidad de Hezbolá.