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- 14/06/2010 02:00
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Como la mayor parte de los dirigentes sindicales de este país viven de la cuota obligatoria de sus agremiados, es fácil entender por qué rechazan la “ley Langosta”, al menos eso es lo que deduce la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Alma Cortés, de las discusiones que se han venido dando entre el Gobierno y gremios de trabajadores del país.
Cortés afirmó que los dirigentes gozan de apartamentos, autos y viajes, a expensas de los beneficios que deberían recibir los trabajadores, por eso indicó que esto “se acabó, ahora serán cuotas voluntarias”, de manera que si los obreros se sienten representados por los sindicatos, o sienten que reciben la educación laboral que les prometen, seguirán pagando la cuota, de lo contrario es lógico pensar que se van a desafiliar.
La jefa del MITRADEL negó rotundamente que con la citada ley se pretenda eliminar el derecho a huelga, “simplemente estamos atendiendo a una documentación que enviara la OIT al Gobierno de Panamá desde el año 1995, en la cual se recomendaba el no cierre de las empresas y el derecho de los no huelguistas, eso es lo que se está haciendo. En ningún momento se está eliminando el derecho a huelga, más bien se está equiparando proporcionalmente para que ambas partes tengan los mismos derechos y obligaciones”.
Reveló que en Panamá se han dado varios casos en los que los empresarios que han sufrido la huelga de sus trabajadores han visto cómo se deterioraba el equipo de la compañía por el abandono de los empleados, lo que ha costado millones de dólares a muchos inversionistas extranjeros. También se refirió a situaciones en las que los trabajadores laboraban cinco horas pero cobraban las ocho horas, lo que sin duda no es justo y ningún empresario puede sostenerlo. No obstante la denuncia más seria que formuló Cortés fue cuando dijo que en una ocasión un sindicato le pidió a la empresa 100,000 dólares para levantar la huelga; en este último caso no quiso dar nombres porque aseguró que no podría disponer de las pruebas para corroborar sus acusaciones.
“Esto es escandaloso por eso la gente estaba cansada de tanto abuso, entonces tomando en consideración la paz social y el desarrollo del país vamos a acabar con este tema”, acotó.
Aseguró que desde marzo pasado, y coincidiendo con su participación en la OIT, ella personalmente anunció que vendrían cambios en el Código de Trabajo, pero le llamaron hasta mentirosa afirmando que no había dicho nada. “Falso, lo anuncié, lo dije en Panamá, por lo que esto no debe ser ninguna sorpresa. No sé por qué dicen que es una ley inconsulta...”
Finalmente cuestionó al Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO), que en su afán de defender el poder casi omnipotente del que gozaban en cuanto a poner y quitar representantes panameños frente a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), desinforman a la población asegurando que se está eliminando el derecho a huelga y otras cosas más.
A estos dirigentes les increpó: “se va a ampliar la participación a otras organizaciones y confederaciones que no han participado nunca en comisiones de salario mínimo; queremos ampliar la participación de todos los trabajadores porque eso es contribuir con la democracia... que ese 87% que no está sindicalizado, y el 16% que está afiliado pero no participa, tengan la misma representatividad”.