El largo viaje del rescate

REP. Dominicana. La situación en la frontera entre Haití y República Dominicana es desesperante. De un lado centenares de haitianos quieren escapar de la tragedia y del otro toneladas de envíos de ayuda y voluntarios en espera por llegar hasta la zona del desastre.

Las autoridades locales sólo aceptan el ingreso de heridos que son transportados en helicópteros hacia la Fortaleza El Rodeo, del Ejército dominicano, donde se ha montado un hospital de campaña.

La ayuda internacional también utiliza el mismo paso donde decenas de camiones pasan sin parar intentando acercar agua y comida a los necesitados.

Ahí en el pueblo de Imaní acampa el grupo de panameños que partió el jueves desde Tocumen para llevar ayuda y socorro hasta Puerto Príncipe.

La moral de los rescatistas panameños está en alto. Extrañamente parece haber en este bus, un clima festivo. El doctor Vicente Pachar, uno de los tres médicos forenses de la comitiva lo explica así: “es una reacción del cuerpo, sabiendo que en pocas horas enfrentarán el infierno”.

En horas de la madrugada del día de hoy el convoy panameño parte hacia Puerto Príncipe acompañado por rescatistas alemanes y comandos de Defensa Civil dominicana.

La custodia estará a cargo del Ejército que intenta evitar lo que sucede cada vez con mayor frecuencia: el asalto de los civiles a los transportes de alimentos.

Pero en el grupo panameño, nadie piensa en eso, hay una determinación cuyo único motor es la bondad. La misión acaba de comenzar.