Tira y hala entre Minera Panamá y el Gobierno

Tras más de un año de que Minera Panamá S.A., subsidiaria de la canadiense First Quantum Minerals, y el Gobierno panameño empezaran las discusiones del nuevo contrato de concesión del proyecto Cobre Panamá, todavía no hay un acuerdo. Por el contrario, siguen los pleitos entre ambas partes.

Y es que mientras este jueves 23 de febrero la empresa minera paralizó las operaciones de procesamiento de mineral y de embarque de concentrado de cobre en la mina Cobre Panamá, el Gobierno panameño le exige el cumplimiento de aspectos técnicos establecidos por la Autoridad Marítima de Panamá (AMP).

Como consecuencia, un grupo de proveedores y trabajadores protestó este jueves en algunos puntos de la ciudad capital, como la plaza 5 Mayo y San Felipe. En horas de la mañana, la empresa advirtió de que iniciaría una desmovilización parcial de su fuerza laboral integrada por más de 8.000 trabajadores y contratistas, los cuales esperan que el impacto aumente significativamente en las siguientes semanas si no se reanudan los envíos del concentrado.

Más tarde, en la Presidencia de la República, se concretó una reunión entre los manifestantes y la asesora del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), Zaritma Simon, quien aseguró que “no hay una solicitud al día de hoy para suspender los contratos de trabajo de los empleados de la mina”.

En ese sentido, el Gobierno exhortó a la minera a cumplir con las regulaciones ante las instituciones pertinentes y procesos necesarios para el funcionamiento seguro de la mina y le solicitó que “se abstenga de crear desasosiego e incertidumbre sobre la estabilidad de los miles de trabajadores y proveedores que dependen de la actividad minera”.

Además de las reducciones de la fuerza laboral, la empresa minera dijo que ha dejado de comprar suministros y servicios que equivalen a $20 millones en ingresos semanales a más de 2.000 empresas panameñas.

La minera aseveró en su comunicado que “la interrupción de las operaciones es el resultado de la negativa por parte de la AMP para permitir las operaciones de carga de concentrado de cobre en el puerto Punta Rincón de la mina, de acuerdo con la Resolución No 007-2023”.

La decisión de la AMP de suspender las operaciones de embarque de concentrado de cobre desde el 26 de enero de 2023, basado en una determinación legal, se discutió en la reunión de ayer en Presidencia.

Los representantes del Gobierno señalaron, al respecto, que la operación de un puerto se hace a través de un contrato entre la AMP y la empresa. “En ese contrato hay deberes y obligaciones que se tienen que cumplir y en este momento hay una parte técnica que no se ha cumplido”, dijeron los portavoces del Ejecutivo, en un comunicado.

Representantes del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) indicaron, asimismo, que “las exportaciones del concentrado de cobre no están amparadas en este momento por un contrato y la idea era acelerar el proceso y establecer las nuevas reglas acordadas, y de allí que las exportaciones tuvieran un sustento”.

El ingeniero y director ejecutivo de la Cámara Minera de Panamá (Camipa), Zorel Morales, consideró que el argumento del Estado parece “una razón rebuscada para parar la operación de la mina por parte de la AMP”.

Según Morales, la AMP “no aceptó los certificados de calibración que Minera Panamá le entregó”.

Morales aseguró que la minera le pidió a la AMP que le explicara cuál era el problema con buscar otra empresa certificada para que calibrara la balanza y emitiera un nuevo certificado. En vista de esto, “le mandaron nuevamente el certificado y no ha habido respuesta”, aseveró Morales, al tiempo que cuestionó el hecho de parar un puerto porque supuestamente una balanza –cuya función es únicamente “de referencia”– no está calibrada.

“Uno se pone a pensar qué razón tiene que las balanzas de referencia sean el problema, cuando en realidad aquí lo que a la hora de la verdad vale es la medición (de lo que se está exportando) que hace el capitán de puerto”, afirmó.

Indicó que generalmente las balanzas digitales son muy sensibles y suelen descalibrarse, y lo que hacen es sacar un promedio de lo que está pasando en la banda en un momento dado, en un intervalo de tiempo.

“Conociendo el área donde ellas están midiendo, eso lleva un pequeño porcentaje positivo o negativo de error, mientras que es más preciso lo que se hace con el calado, porque de hecho los buques son calibrados. Y de acuerdo con el peso se paga el peaje del buque por el transporte”, apuntó el experto.

A principios de enero pasado, mediante la resolución, la AMP ordenó a la mina suspender las operaciones de carga realizadas en el puerto de Punta Rincón hasta que la empresa presente a satisfacción del Mici, el inicio del proceso de certificación de la calibración de las balanzas y pesas por una empresa certificada por el Consejo Nacional de Acreditación, o una empresa homóloga acreditada.

De acuerdo con Morales, para llevar el concentrado de cobre y los otros metales, desde el stock techado de la minera al barco, este se monta a unas ruedas cargadoras especiales en una banda transportadora.

En el caso de Minera Panamá, esta banda transportadora tiene alrededor de un kilómetro y medio de largo y va llevando el mineral hasta el barco; y ahí con una cabeza especial se va regando en la embarcación de manera uniforme.

Morales explicó que estas balanzas son digitales y necesitan eventualmente calibrarse, pero lo importante aquí es saber que se ponen para saber el peso de lo que se está metiendo en el barco. “Ese peso se va registrando y la balanza va diciendo la cantidad de toneladas que va pasando en ese momento”, recalcó Morales.

Sin embargo, reiteró que las balanzas digitales generalmente son de “referencia” y que “lo que certifica el capitán de puerto en el manifiesto de carga es lo que vale”, pues es lo que el barco lleva al puerto donde va a descargar y a través de eso le cobra el peaje del barco, es decir, el pasaje de la mercancía, en este caso del concentrado de cobre u otros minerales.