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Reutilizar el agua, modelo de economía circular en la fabricación del cemento
- 21/09/2021 00:00
- 21/09/2021 00:00
La reducción del consumo de agua en las plantas donde se fabrica el cemento es una de las prácticas de la cultura de “economía circular” que crece en la industria panameña.
En estos tiempos, la necesidad de cuidar el recurso hídrico es uno de los temas de mayor prioridad en la sociedad y en el mundo entero. Hay industrias que desarrollan proyectos para una gestión adecuada del agua.
Uno de los proyectos es la “recirculación de agua de enfriamiento en el proceso de molienda de cemento” que para el año 2020 logró reutilizar entre el 88% y hasta el 100% del agua. Es decir, que por cada litro de agua captada hay otro litro producto de recirculación que es consumida para la producción.
Este proyecto lo desarrolló la empresa Argos Panamá. Los datos estadísticos señalados se pueden ver en un informe integrado de la organización denominado Regional Caribe y Centroamérica, que demuestra que el país está a la vanguardia de la recirculación del agua.
“El principal impacto que tiene la recirculación del líquido es que reduce la presión sobre este recurso al disminuir el volumen captado de agua potable o cruda. Asimismo se generan impactos positivos al reducir los vertimientos”, respondió la empresa a un cuestionario de La Estrella de Panamá.
Por ejemplo, en una planta de fabricación de cemento, donde no existe un sistema de economía circular, se puede llegar a consumir un millón de metros cúbicos (m3) de agua cruda al año, la cual se obtiene extrayéndose de los ríos.
Mientras que una planta que aplica la cultura de economía circular con la reutilización del recurso hídrico extrajo de los ríos 477,301 m3 de agua cruda hace seis años, es decir, en el año 2015. Tres años después, en 2018, redujo su consumo 135,435 m3. Ya para el año pasado (2020), la captación de agua cruda disminuyó a 59,600 m3.
Estos datos estadísticos se leen con mayor claridad cuando se mide el consumo de agua entre la cantidad de litros que se requieren por cada tonelada de cemento que se va a producir.
En esa misma planta se aplica la economía circular de los recursos hídricos. Hace cinco años consumía 537 litros de agua por cada tonelada de cemento producido. Mientras que desde 2019 se consume un promedio de 100 litros de agua por cada tonelada de cemento.
La pregunta que surge es, ¿cómo se logran estos ahorros tan significativos en el consumo de agua? La respuesta es a través de la implementación de un sistema de reutilización o recirculación del agua que se requiere para el enfriamiento de ciertos equipos clave para la planta de fabricación del cemento.
“La empresa creyente real de la sostenibilidad como parte fundamental de su negocio decide idear un proyecto que permitiera la recirculación de esta agu para ingresarla al sistema y de esta forma disminuir la captación de agua fresca proveniente de las fuentes hídricas que nos abastecen”. Así define la empresa, Argos Panamá, el proyecto de recirculación de agua de enfriamiento en el proceso de molienda de cemento.
¿Cómo se logra esta acción?, es otra de las interrogantes que surgen al adentrarse a este modelo de economía circular. La sustentación del proyecto que establece la construcción de una serie de obras civiles para la creación de un sistema de recirculación de agua.
Ello consiste en construir un sistema formado por dos reservorios subterráneos de agua con capacidad para 20m3 a 25m3 que pueden captar las aguas de enfriamiento que vienen de los molinos, donde se hace el trabajo de molienda del cemento antes de que el agua sea descargada y se pierda.
Además, se requiere de dos bombas de 225 y 484 galones por minuto (gal/min) que se encargan de impulsar las aguas al tanque de recepción de agua cruda.
Este tanque con capacidad para 150 mil galones recibía en su momento solo el agua cruda captada del río, pero ahora está en capacidad de recibir también la que retorna de los molinos por el proyecto de recirculación.
Este proyecto no es la única acción de economía circular de esta empresa, esta medida forma parte de una estrategia ambiental formada por cinco pilares que ha traído consigo beneficios en dirección a la reducción de la demanda en el consumo de materias primas, agua y energía.
Otro de los ejemplos de economía circular es el de una empresa que fabrica pintura que usó cartuchos plásticos como materia prima para elaborar su producto.
La práctica de Pinturas Aya no solo representó un beneficio económico, sino que la empresa logró eliminar el 99% de los desechos plásticos al reutilizarlos como materia prima y reemplazar materias primas derivadas del petróleo.
La empresa Productos Nevada también logró reducir la huella de carbono mediante el aumento de las unidades de la leche pasando de 68 a 95 cajas de pallet. Así lograron la disminución del 9,5% de los viajes con productos terminados hacia los centros de distribución y de la huella de carbono con 6 mil kilos menos de emisiones.
En el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) avalan la ejecución de este tipo de sistemas de economía circular porque permiten la reutilización del agua cruda que las industrias extraen de los ríos y contribuyen a disminuir los impactos a los ecosistemas hídricos y la fauna acuática.
“Gracias a la implementación de la economía circular se logra desarrollar una mejor gestión de recursos en los procesos productivos”, destacó Miguel Flores, funcionario de MiAmbiente que ocupa el cargo de director nacional de Verificación Ambiental (Diveda).
Aunque por el momento no se tiene una data que permita medir cómo ha crecido la economía circular en el tema de la reutilización del agua en las plantas industriales, de acuerdo con el funcionario se puede visualizar que en los últimos años ha crecido la aplicación de este método en el ámbito empresarial.
El funcionario opina que este incremento en la cultura de economía circular no solo va dirigido al aprovechamiento de los recursos hídricos, sino que abarca a todas las fuentes de recursos naturales, y a su juicio ello se debe a los incentivos que se promueven dentro de una alianza entre el sector público y el privado.
En octubre de 2019 MiAmbiente, junto con el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y el Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), firmó un acuerdo para la creación del Centro Nacional de Economía Circular, organismo desde donde se realizan las acciones encaminadas a modernizar los instrumentos de gestión ambiental.
Dicho organismo se ha basado en la producción eco-amigable con la finalidad de priorizar el adecuado uso de recursos, acompañado de la creación de bases legales que busquen la adecuación e implementación de la economía circular en todos los niveles del sector privado, así como la sensibilización de la población como consumidor principal, dando pie a la creación de modelos de consumo, empleo y mercados verdes.