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Los planes de la nueva canciller ante la crisis migratoria
- 22/10/2022 00:00
- 22/10/2022 00:00
Ante el anuncio de Estados Unidos de imponer visa a los venezolanos para el ingreso a ese país, Panamá se enfrenta a un nuevo desafío: retornar a venezolanos que voluntariamente decidan regresar a su país y ejercer un control sobre aquellos que deciden continuar su camino al norte.
Hasta el viernes habían pasado por las fronteras panameñas 202.707 migrantes irregulares; de ellos, aproximadamente el 80% es venezolano. Una cifra inédita que superó la cantidad de personas que cruzaron en 2021, cuando se contaron más de 130 mil.
No obstante, en los últimos tres días la cantidad de irregulares que caminaron por las trochas de la selva darienita ha mermado, 2.665 el martes y 1.522 el miércoles y el jueves 1.213, lo que supone que los requerimientos migratorios han desalentado la intención, principalmente de los venezolanos, de subir a Estados Unidos.
Las autoridades de Migración, junto con la misión de Venezuela en Panamá, han coordinado vuelos chárter para aquellos que desean regresar voluntariamente a su país, costos que asume la Embajada de Venezuela en Panamá. Según las cifras descritas por la canciller Janaina Tewaney, en este tipo de vuelos se han ido 435 venezolanos, y entre viernes y sábado se sumarán otros 200.
Al respecto, añadió que articula la cooperación con Estados Unidos y los países vecinos para tomar medidas en conjunto y resolver el problema. “Un tema que involucra mucha diplomacia, y el deber es articular esas conversaciones”, señaló.
Sin embargo, la cantidad de migrantes que regresan a su país dista mucho de las estadísticas que reflejan las autoridades sobre los irregulares que han cruzado nuestras fronteras y que persisten en llegar a Estados Unidos. A juicio de la premier de Relaciones Rxteriores, los migrantes no tienen la intención de permanecer en Panamá, aunque con el anuncio de Estados Unidos es difícil predecir los planes de aquellos que buscan un futuro mejor y deciden migrar a países vecinos como alternativa a su sueño americano.
En su primera intervención formal, luego de haber sido designada por el presidente Laurentino Cortizo hace un par de semanas, Tewaney reconoció que “estamos ante una crisis humanitaria por ser un país de tránsito”.
El problema es complejo, multidimensional, tal como lo describió la canciller. Como una forma de atender el asunto en conjunto con los países vecinos, la próxima semana sostendrá reuniones con sus pares de Costa Rica y Colombia en la reunión del mecanismo de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que tendrá lugar en Argentina.
Estas reuniones servirán para “establecer una agenda de coordinación y una estrategia regional en conjunto con acciones concretas para resolver la situación”, indicó la titular luego de una reunión interinstitucional en la Cancillería, en la que participó el ministro de Seguridad, Juan Pino; el director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), Oriel Ortega; la directora de Migración, Samira Gozaine, y otros funcionarios.
La estrategia que pinta la canciller, como paliativo para controlar el flujo migratorio, es “alzar la voz como región”. En este sentido, añadió que la cumbre de la próxima semana será crucial, “lo que refleja como en nuestro país, además de atender a los migrantes, estamos atendiendo de forma humanitaria”.
El paso de migrantes irregulares por la selva darienita, además, acarrea un problema de seguridad que ha ocupado a tope a los uniformados de fronteras, porque se identifican miembros del crimen organizado que abren nuevas rutas. “El Senafront ha comentado que había rutas que estaba planeando abrir un grupo, y ha sido capturado”, reconoció la canciller. Es una lucha constante, porque el haber anticipado los movimientos de grupos delincuenciales no impide que en el futuro visualicen nuevas rutas, como ha ocurrido en el pasado.