Nuevos tiempos llegan a España

Actualizado
  • 03/06/2014 02:00
Creado
  • 03/06/2014 02:00
La abdicación se produce en un momento crucial para la sociedad española

El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, informó ayer a todos los españoles, que el Rey Juan Carlos le había comunicado su voluntad de renunciar al trono. Dos horas después, el propio Rey dirigía un mensaje a laa ciudadanía en el que desvelaba que la decisión de abdicar la tomó tras cumplir, en enero pasado, setenta y seis años. La transmisión de la corona se producirá a favor del hasta ahora Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón. Para ello se tramitará de forma urgente una Ley y se abrirá el proceso sucesorio.

La abdicación de Juan Carlos I no es una sorpresa para el mundo político y económico español y tampoco para el conjunto de la sociedad. El rey de España lleva 39 años al frente de la Jefatura del Estado, desde que fue proclamado en 1975. Hasta hace sólo unos años, la figura del monarca ha disfrutado de un extraordinario prestigio nacional e internacional. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, esa imagen se ha deteriorado y actualmente las encuestas muestran que la popularidad del monarca ha caído.

Quizás lo que más ha manchado la imagen de la Corona, ha sido el proceso judicial, por delitos de tráfico de influencias y corrupción, que se siguen contra el marido de la hija del rey, en el que ella misma también está implicada. Asimismo, a esa pérdida de prestigió concurrieron algunas de las actuaciones personales del rey, como una cacería de elefantes en la que se rompió una cadera. Aunque el rey pidió públicamente disculpas por este suceso, su imagen a esas alturas ya había sufrido un daño casi irreparable.

En su mensaje a los españoles, el Rey mostró su gratitud por el apoyo recibido para hacer de su reinado ‘un largo período de paz, libertad, estabilidad y progreso’. Consciente de los grandes y profundos cambios que se están produciendo en la sociedad española, acelerados por la crisis económica, y del malestar de una gran parte de la sociedad con las instituciones, el Rey ha querido con su abdicación dar un ‘impulso de renovación, de superación, de corregir errores’. El monarca cree llegado el momento de que una nueva generación asuma el papel protagonista, ‘el mismo que correspondió en una coyuntura crucial de nuestra historia a la generación a la que yo pertenezco’.

Los dos grandes partidos políticos españoles, PP y PSOE, que se han alternado en el Gobierno durante toda la democracia, tuvieron palabras de agradecimiento y reconocimiento a la figura del Rey, y ambos garantizan la continuidad de la institución monárquica. Pero sin duda, la abdicación ya ha suscitado un intenso debate en la sociedad española sobre la necesidad de convocar un referéndum para preguntar a la ciudadanía si quiere la continuidad de la monarquía u opta por la República.

En la tarde de ayer se sucedieron manifestaciones a favor de ese referéndum y de la República en muchas plazas y ciudades de España. Garantizada como está la continuidad de la institución por las dos grandes fuerzas políticas españolas, a Felipe VI sólo le queda el camino de ir un nuevo tiempo e impulsar una amplia modernización de la monarquía para recuperar legitimidad y ganarse el apoyo y la simpatía de sus conciudadanos.

DIPUTADO POR MADRID

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