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El poder de la música: Panamá regula la musicoterapia
- 31/10/2022 00:00
- 31/10/2022 00:00
Todos recuerdan cuando en la etapa más difícil de la pandemia, agentes policiales, ataviados con sus uniformes, mascarillas y guantes, bailaban e interpretaban canciones para alegrar a los panameños confinados en sus casas por la crisis sanitaria.
"Amor y control" y "Patria", del panameño Rubén Blades; "Color esperanza" del argentino Diego Torres y "We are the Champions" del grupo británico Queen, formaron parte del repertorio musical que interpretaron los uniformados para relajar a un país, con el confinamiento más estricto en la región.
Otros aficionados y músicos usaron sus terrazas, salones de sus casas y plataformas de redes sociales como Youtube e Instagram para desahogar sus frustraciones y preocupaciones a través de melodías, y llevar mensajes positivos a la gente.
La ola musical se volvió viral y aunque no fue musicoterapia como tal, su sonido caló hasta en los oídos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que dijo estar "consciente del poder y la influencia de la música". "Todos estos ejemplos no hacen sino demostrar que la música no cura una pandemia, pero alegra el alma", reseñó en su momento las Naciones Unidas.
Un vivo ejemplo del poder que tiene la música para reanimar a la gente hasta en los momentos más difíciles. "La música tiene el potencial de hacer mucho más", según un estudio realizado en el Hospital Houston Methodist en 2019, donde se encontró que “tocando música conocida influía positivamente en la conectividad del cerebro para los pacientes que se están recuperando de un derrame cerebral”.
Los musicoterapeutas ayudan a las personas a alcanzar una variedad de objetivos no musicales como: mejorar las habilidades sociales, expresar emociones, aumentar la autoestima, mejorar las habilidades motrices finas y gruesas, facilitar la relajación, el manejo de una pérdida y aumenta la concentración.
La semana pasada, el Gobierno de Panamá sancionó la Ley 332 del 27 de octubre de 2022 que reconoce "el poder y la influencia de la música como alternativa al bienestar de la salud psico- emocional" y “regula” la musicoterapia como actividad terapéutica en Panamá e impulsa una nueva oferta de profesiones académicas.
Al adoptar esta regulación, Panamá “amplia fronteras” y en esa línea, se convierte en el segundo país de la región en regular la musicoterapia para mejorar problemas de demencia, depresión, Alzheimer, entre otros, dijo la diputada proponente de la iniciativa, Corina Cano, al sustentar la importancia de la adopción de la ley.
En su exposición, Cano afirmó que la musicoterapia es una "alternativa terapéutica de vida" que plantea, a través de la relajación, atender necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
El primer país de habla hispana que contó con una carrera de musicoterapia fue Argentina, cuando en 1967 se crea esta Carrera en la Universidad del Salvador de Buenos Aires.
En la ley, sancionada por el presidente Laurentino Cortizo y, publicada en la Gaceta Oficial Digital, No. 29653-C, se reconoce la profesión y el ejercicio de la musicoterapia como actividad terapéutica, de prevención y rehabilitación, mediante el uso profesional de la música y sus elementos: sonido, ritmo, melodía, armonía.
Podrán recibir la terapia, personas con discapacidad y a quienes se le indique el tratamiento para promover o facilitar la comunicación, la interrelación, el prendizaje, la movilización, la expresión, la organización y otros fines terapéuticos relevantes: físicos, mentales, emocionales, sociales y cognitivas.
Uno de los objetivos de la musicoterapia es "abrir los canales de comunicación no verbal. Nuestro cuerpo habla, expresa, inspira", dijo recientemente en su red social instagram, la reconocida musicoterapeuta, Sandra Schvetz.
La música comprende acciones como: escuchar música, canto, la ejecución de instrumentos musicales, movimiento corporal, como otras actividades que permiten potenciar sensaciones, sentimientos, emociones, imaginación y pensamiento. "La musicoterapia es una herramienta enriquecedora para mejorar las habilidades", destacó Schvetz, también profesora de música, escritora, presentadora y conferencista internacional.
En Panamá, la profesión debe ser ejercida por un profesional o musicoterapeuta que debe contar con título superior en musicoterapia (licenciatura, maestría y/o doctorado), expedido por una universidad nacional o extranjera. Podrán ejercer en el ámbito educativo, social, clínico y comunitario, según quedó fijado en la nueva ley panameña.
"La musicoterapia es el uso profesional de la música y sus elementos como intervención en entornos médicos, educativos y cotidianos con individuos, grupos, familias o comunidades que buscan optimizar su calidad de vida y mejorar su salud física, social, comunicativa, emocional, salud y bienestar intelectual y espiritual", así define el término la Federación Mundial de Musicoterapia (WFMT).
La utilización de la música como terapia tiene sus orígenes en la prehistoria. Se sabe que estuvo presente en los ritos mágicos, religiosos y de curación. Sin embargo, los primeros escritos que aluden a la influencia de la música sobre el cuerpo humano son los papiros egipcios descubiertos por Petrie en la ciudad de Kahum en 1889.
Estos papiros datan de alrededor del año 1500 a. C y en ellos ya se racionaliza la utilización de la música como un agente capaz de curar el cuerpo, calmar la mente y purificar el alma, así, por ejemplo, se atribuía a la música una influencia favorable sobre la fertilidad de la mujer, incluso con música de la voz del Dios Toty.
En el pueblo hebreo también se utilizaba la música en casos de problemas físicos y mentales. El primer relato sobre una aplicación de musicoterapia data de esa época. Fue en la antigua Grecia donde se plantearon los fundamentos científicos de la musicoterapia. Los principales personajes que plantearon la musicoterapia fueron: Pitágoras, Platón y Aristóteles. ?Para la musicoterapia es fundamental la llamada teoría del Ethos o teoría de los modos griegos. Esta teoría considera que los elementos de la música, como la melodía, la armonía o el ritmo ejercían unos efectos sobre la parte fisiológica emocional, espiritual y sobre la fuerza de voluntad del hombre, por ello se estableció un determinado Ethos a cada modo o escala, armonía o ritmo.