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- 15/07/2012 20:27
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El sector pesquero no vive su mejor momento. Esa es la opinión de Valerio De Sanctis, presidente del Grupo Panalang-Unión. Señala que en los últimos años se han aplicado muchas restricciones a los pescadores, lo que hace muy difícil la actividad.
“Hay muy poca comunicación con el gobierno, muchas restricciones ambientales y especulación”, manifestó. El empresario atribuye este distanciamiento, a la imposición de leyes que no han sido consultadas, lo que ha provocado que haya desconfianza por parte de los pescadores.
De Sanctis indica que esto es preocupante, si se toma en cuenta que de la pesca dependen, de manera directa, más de 30 mil personas; agregó que es una actividad que genera por encima de 200 millones de dólares en concepto de exportaciones y $150 millones en el mercado nacional.
Asegura que el sector ha venido decreciendo entre un 20 y 30% en los últimos tres años.
A pesar de ello indica que la fuerza productiva se mantiene. La gente sigue trabajando; pero lo están haciendo de una manera casi furtiva, acotó.
“Es casi un pecado, ser pescador hoy día”, asegura.
Asegura que tras la aprobación del decreto que prohíbe el uso del palangre, la calidad de vida de los pescadores se ha visto afectada.
Díaz dijo que ya no van a permitir más imposiciones de parte del gobierno actual, ni de los venideros.
Las declaraciones del dirigente se dieron durante un encuentro de pescadores realizado este domingo en el corregimiento de Pedregal, en el distrito de David, una de las áreas donde la principal actividad de subsistencia es la pesca.