El número de víctimas mortales por la dana en la provincia de Valencia se eleva a 212, de las que 183 están ya plenamente identificadas, según el último...
¿Qué medidas se podrían tomar para afrontar el impacto del aumento del nivel del mar en Panamá?
- 27/05/2023 00:00
- 27/05/2023 00:00
'Edificio de magnate Trump en medio de inundación'. Este era el titular de La Estrella de Panamá que anunciaba la inauguración de la torre Trump, en el barrio de Punta Pacífica el 6 de junio de 2011. La nota continúa señalando que “la calle principal que conduce al hotel del dueño del Miss Universo se inundó, y el propio Trump quedó atrapado en las aguas con su camioneta Cadillac Escalade. Afortunadamente el mandatario Martinelli salió antes porque si no queda inmerso en las profundas aguas que atraparon al menos un costoso Audi”.
'Burocracia en el MOP y el Miviot provoca daños millonarios en Colón', era el titular del diario La Prensa para describir la situación presentada con las lluvias en octubre de 2022. De acuerdo con esta noticia, “las lluvias e inundaciones en la ciudad de Colón, la Zona Libre y France Field causaron daños en 500 locales comerciales, con pérdidas económicas que pueden llegar a los $15 millones, de acuerdo con las inspecciones realizadas por la Cámara de Comercio de Colón”. Esto debido a que “de las 31 bombas, menos de 16 estaban funcionando cuando ocurrieron las inundaciones”.
Para los residentes de barrios como Panamá Viejo y Puente del Rey las inundaciones son una incomodidad recurrente. 'Residentes de Panamá Viejo piden acciones para evitar inundaciones', titulaba TVN una nota donde se describía la situación luego de las inundaciones ocurridas en este sector de la ciudad de Panamá, en agosto de 2020. Algunos moradores entrevistados señalaban que “hace unos años iniciaron trabajos en la zona, que hoy en día provocan que cada vez que llueve fuerte y coincide con mareas altas, las aguas entren a sus hogares”.
Las situaciones antes descritas sirven para darnos una serie de imágenes de cómo serían los escenarios futuros con el aumento del nivel del mar, a partir de situaciones que ya hemos vivido, pero que se harán más cotidianas dado que el cambio climático exacerbará y hará más frecuente la ocurrencia de desastres. La construcción de escenarios futuros se basa, en muchos casos, en el uso de referencias a eventos pasados, en un proceso conocido como 'analogía histórica', ejercicio que implica buscar similitudes entre eventos o situaciones pasadas y el presente, y luego extrapolar posibles resultados futuros en función de esas similitudes.
En los casos de bienes como las viviendas en zonas costeras afectadas por el aumento del nivel del mar, hay tres tendencias que destacan en cuanto a la reacción frente a este riesgo por parte del sector financiero e inmobiliario. Estas reacciones se dan, muchas veces, con una carga desproporcionada hacia los sectores más vulnerables. En este sentido los impactos más frecuentes son el proceso de desvalorización paulatina que sufren las viviendas en áreas afectadas por las inundaciones costeras y por crecida de los ríos; en segundo lugar está el aumento de las primas de los seguros y, por último, la reducción de la capacidad de obtener créditos de la banca.
Un estudio denominado 'Climate-related risk drivers and their transmission channels' publicado por el Bank for International Settlements en 2021, menciona el caso de Nueva York luego del paso del huracán Sandy, en el que “los precios de los vecindarios inundados cayeron casi un 20%, y tres años más tarde las viviendas en esos vecindarios aún tenían un valor de 10% más bajo que las de los vecindarios no inundados”. Otros estudios indican una caída del 7% en el precio de la vivienda en áreas expuestas al aumento del nivel del mar en Estados Unidos. Este descuento se ha ido incrementando en la medida en que hay mayor conciencia sobre el problema y las proyecciones se hacen más nefastas.
Los bancos con propiedades residenciales como garantía hipotecaria en las regiones afectadas podrían ver aumentar su riesgo crediticio. Esto implica que los bancos podrían ser más exigentes en cuanto a la realización de la 'debida diligencia' para validar que las áreas a urbanizar no están expuestas a estas amenazas y, si lo están, los desarrolladores están tomando las medidas para mitigar estos impactos.
Por el lado de los seguros la experiencia de Reino Unido sobre estos temas nos da un marco de referencia. Una publicación titulada, 'Future Availability of Flood Insurance in the UK', elaborada por la Universidad de Southhampton en 2013, describe cómo en Reino Unido no fue hasta la década de 1960, a raíz de las inundaciones que afectaron gran parte del suroeste de ese país, que se ejerció presión sobre el gobierno para que hiciera frente a la falta de disponibilidad generalizada y la inasequibilidad de los seguros contra inundaciones. Este cambio impulsó el aumento del aseguramiento de las viviendas contra inundaciones y la realización de un acuerdo entre aseguradoras y el gobierno para viabilizar este tipo de seguros –riesgo que anteriormente se consideraba inasegurable–.
En 2008 se generó un nuevo acuerdo en el cual “la industria de seguros se comprometió a continuar ofreciendo cobertura contra inundaciones a la propiedad doméstica existente, con un riesgo de inundación significativo. A cambio, el gobierno se comprometió a reducir el riesgo de inundación de aquellas propiedades con riesgo 'significativo' o menor en un plazo de cinco años”. Este nuevo acuerdo entre el Gobierno de Reino Unido y las aseguradoras “no se aplica a las propiedades construidas después del 1 de enero de 2009. El fundamento de esta calificación era desalentar la construcción en terrenos inundables”.
En un escenario futuro, el aumento del nivel del mar en ciudad de Panamá podría obligar al Estado a evaluar opciones como la construcción de defensas, sistemas de bombeo, implementación de soluciones basadas en naturaleza y desplazamientos de población, tanto en los sectores más vulnerables –Boca la Caja o Panamá Viejo–, como en aquellos de mayor valor comercial –Costa del Este y Santa María–.
Un estudio publicado en la revista Climatic Change, bajo el título 'Global costs of protecting against sea-level rise at 1.5 to 4.0 °C' (2021) señala que “si los países (...) se protegieran ahora, los costos de las inundaciones podrían reducirse después de 2050 y más allá. Sin embargo, sin una mayor adaptación sus costas experimentarán riesgos y costos crecientes, lo que las hará depender cada vez más de las medidas de respuesta a emergencias. Sin mitigación o adaptación podrían resultar mayores las desigualdades en los costos de los daños entre los distintos grupos de ingresos”. Un pronunciamiento que deja bastante claro cuál podría ser el impacto de la inacción.