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- 02/09/2021 00:00
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Mariana León, presidente de la Comisión de Educación de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede), conversa con La Estrella de Panamá de los grandes retos que enfrenta la educación en la pandemia, donde la virtualidad ha sido protagonista, aunque en algunos espacios no ha dado los resultados requeridos.
León que cuenta con un doctorado en educación apuesta por el retorno a clases. Y, muestra profunda preocupación por las repercusiones que tendrá el retroceso del proceso enseñanza. Reconoce que los niños más pequeños serán los más afectados por las falencias que podrían experimentar en conocimientos básicos como leer, escribir y razonamientos cuantitativos. También hace énfasis en los riesgos para la competitividad del país de la desmejora de la calidad de la educación.
Una de las cosas que destaca para transformar el proceso educativo es la formación inicial del maestro. Advirtió que es necesario crear políticas que exhorten a mejores estudiantes a ingresar a la carrera de educador.
Actualmente, quienes se están formando para hacerlo son los que tienen los puntajes más bajos para ingresar a la universidad. “Esto amenaza con perpetuar la baja calidad académica en nuestro país”, concluyó.
Uno de los retos más grandes, una de las cosas que tiene el potencial de transformar la educación está relacionada con la formación inicial del maestro. Yo formé parte de un estudio que evaluó los puntajes para el ingreso de estudiantes que quieren formarse como educadores. Esto reveló las sospechas que muchos teníamos. Y, es que los que se están formando como educadores son los que obtienen los más bajos puntajes en las pruebas de ingreso de la universidad. Esto amenaza con perpetuar la baja calidad académica en nuestro país. Yo creo que tenemos que utilizar estos estudios para tomar decisiones, para hacer cambios y no permitir que esto siga sucediendo.
Si sé, pero además confirmó que los estudiantes con puntajes más bajos están entrando a las facultades de educación del país, ¿qué hago? Levanto políticas públicas que exhorten, que incentiven a que mejores estudiantes quieran ser educadores.
A nivel de la universidad, hago política, creo mecanismos para nivelar y ayudar a esos estudiantes. Hay una realidad que hemos confirmado. Hay que prestarle atención a esto. Es clave para cambiar muchas cosas la formación inicial del maestro.
Creo que la educación en la pandemia, al igual que pre pandemia, depende de la situación económica de cada niño y cada familia. Los niños que están en escuelas oficiales han tenido muchas falencias. Los que estudian en las particulares han tenido más oportunidades de aprendizaje. Yo creo que tiene que ver mucho la disposición y la adaptación rápida de las escuelas, del sistema, del padre de familia y de los maestros a los entornos virtuales. Yo creo que lo más triste de toda esta situación es que seguimos ampliando la brecha, quizás de manera involuntaria, pero eso no significa que no esté sucediendo, que no debamos prestarle atención. Hay que desarrollar intervenciones que ataquen la pérdida de aprendizaje.
Hay otra brecha que también nos debe preocupar muchísimo que es la que existe entre los estudiantes en escuelas públicas, los de las comarcas y los de las áreas de difícil acceso.
Creo que todo depende del grado en el que el estudiante se encuentra. Depende del nivel de manejo del entorno virtual del estudiante y del maestro. En un entorno virtual podemos tener algo tan sencillo que es que el maestro entrega la lección por WhatsApp, por una nota voz, por un video o simplemente por un texto. Esa interacción, la calificaría como pobre. ¿Cómo va aprender el estudiante a través de un mensaje de texto? Y esa es la realidad actual de muchos estudiantes en nuestro país.
Sin embargo, hay algunos maestros y escuelas que usan la plataforma de Zoom u otra herramienta, videoconferencia, etc…
Si uno aprende a usar las herramientas que forman parte de los paquetes educativos entonces podemos decir que el entorno virtual facilita un proceso de enseñanza aprendizaje adecuado.
Sí, sabemos que la tecnología nos permite darles una buena experiencia a los estudiantes, pero eso no es necesariamente lo que está ocurriendo en la mayoría de los espacios educativos. Yo creo que la educación virtual puede hacer maravillas, pero yo no creo que la estamos aprovechando al máximo en todos los espacios del país.
Sí, puede ser exitoso. Y, eso se ha visto evidenciado en muchos sistemas de educación superior que tienen modalidades virtuales e híbridas, donde hay componentes sincrónicos como nosotras que nos estamos viendo por Zoom.
Cuando hablamos del sistema escolar a nivel internacional, existen muchos estudiantes que lo hacen virtual, que se gradúan y que entran a universidades prestigiosas y que les va bien. Entonces, sabemos que un modelo virtual funciona, si lo usas de la manera correcta.
En términos del futuro virtual, yo creo que esa mezcla de virtualidad y presencialidad es clave para una transición exitosa en nuestra nueva normalidad. Y esa es una preocupación muy grande que tengo ahora mismo porque no veo que muchas escuelas o que el sistema lo vaya a lograr para hacer un retorno parcial este año. Entonces, ¿cómo vas a regresar presencial si este año ni siquiera se pudo regresar parcialmente?
Tenemos que ir preparándonos para ese regreso a clases que muy seguramente no va ser 100% presencial. Eso también es parte de los cambios que vamos a ir viendo.
Si no hacemos nada, habrá repercusiones muy fuertes, especialmente en aquellos niños que iniciaron su historia académica durante la pandemia. Los que han cursado primero y segundo grado en medio de la pandemia son los que lo han tenido más difícil porque ¿cómo aprendes a leer y a escribir sin ni siquiera ver a tu maestro por Zoom o por alguna herramienta de video? ¿Cómo aprendes a sumar y a restar por WhatsApp? Si no hacemos nada, los niños van a seguir pasando por el sistema educativo y avanzando de grado y se van a graduar con muchas deficiencias académicas básicas como leer, escribir, conocimientos y razonamientos cuantitativos, lo que sabemos que afectará todas las habilidades técnicas y blandas que vienen después.
Sin embargo, quedamos todos afectados, los graduandos que no pueden hacer sus laboratorios, que no pueden ir a clases, no pueden terminar su trayecto académico de la manera que hubiesen querido. También nos afecta como país. Si no hacemos nada para tratar de revertir esta situación se va a producir un efecto mayor al que estamos viendo ahorita mismo, que es una pérdida de la competitividad.
¡Es muy importante!. Para los más pequeñitos es esencial tener esa interacción con sus maestros y compañeros. Es parte del aprender a vivir en sociedad, con otras personas que no son mi familia, que no son tu mamá y tú papá. Y, eso es algo que estamos perdiendo mucho, especialmente, los grados más bajo.
Yo creo que el sistema educativo debe obligarse a un retorno, que varíe dependiendo de la situación de cada centro educativo, pero con algún componente presencial. Eso no significa que el 100% de los estudiantes van a regresar todos los días y que el docente va ir todos los días a clases. Pero, tenemos que tener de alguna manera este año por lo menos un retorno parcial. Pensemos en vernos con nuestros estudiantes, en preguntarles cómo se sienten, qué han aprendido, cómo los podemos ayudar.
El mensaje es sencillo. Va sonar chocante, pero tenemos que regresar. Podemos hacerlo poco a poco con mucho apoyo. Quizás habrá algunos maestros que no puedan regresar por las situaciones especiales que existen. Pero, no podemos generalizar y decir que los maestros no quieren regresar porque eso no es cierto. Pero, tenemos que pensar en el futuro, en cómo avanzamos a sabiendas de que la covid-19 no va desaparecer.
Hay varias cosas. La primera es monitorear la pérdida de aprendizaje y el nivel académico con el que regresan nuestros estudiantes.
La segunda parte es el aspecto socioemocional. Estamos hablando de niños y jóvenes que tienen año y medio de no compartir en un ambiente escolar con compañeros. Y, por último, especialmente en el sistema oficial, hay que monitorear la deserción y el ausentismo. La matrícula de todos los grados ha aumentado porque ha habido un éxodo de estudiantes que estaban en escuelas particulares, que ahora están en colegios oficiales, pero eso no significa que no haya habido deserción masiva.
Un aumento de matrícula en estos momentos es preocupante porque significa que estamos saturando el sistema con familias que antes tenían los medios para pagar una escuela particular. Y, que estamos dejando por fuera familia que no lograron hacerle frente a un sistema escolar virtual y desertaron.