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- 23/12/2009 01:00
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CHIRIQUÍ. Poco a poco diversas instituciones vienen trabajando para erradicar el trabajo infantil, la explotación y el abuso infantil de algunos empresarios y padres de familia que utilizan a los menores de edad para realizar labores de adultos en las fincas de café de la provincia de Chiriquí.
Maritza Anderson, ejecutiva y directora de Casa Esperanza en Chiriquí, dijo que muchos de estos niños se enfrentan a condiciones inapropiadas en donde se desarrollan, bajo ambientes insalubres o antihigiénicos, con exposición a factores ambientales nocivos, químicos, biológicos, climáticos que atentan contra la salud y el pleno desarrollo de un niño y niña.
Agregó Anderson que la presencia de niños en las fincas tienen riesgos en su salud, dentro de las fincas de café.
En tanto, Casa Esperanza desde hace 10 años, impulsa una alternativa social y educativa que ha alcanzado logros significativos al permitir que niños y niñas en su mayoría indígenas, quienes inclusive no sabían ni leer ni escribir, obtengan nuevos conocimientos.
Dentro de los programas de desarrollo se viene impulsando métodos de enseñanza a través de docentes especializados en el aprendizaje.
El programa de desarrollo educativo se ejecuta en más de 14 fincas de café en Chiriquí, en donde la mayoría de los niños son indígenas y muchos de ellos con el transcurrir del tiempo han abandonado las aulas escolares. En estudios realizados, las familias declararon que hacan esfuerzos para que sus hijos asistiesen regularmente a la escuela. Pero estos intereses se ven dificultados en épocas de cosecha.
Las escuelas de la zona indígenas informaron que los niños generalmente se atrasan en la escuela, por lo que finalmente terminan desertando para trabajar en las fincas.