La crisis migratoria toma otro recorrido, pero el dolor es el mismo

Actualizado
  • 25/02/2025 00:00
Creado
  • 24/02/2025 17:36
Los migrantes que no lograron ingresar a Estados Unidos van de vuelta al sur, pero cuando llegan a Panamá optan por viajar por mar hasta Puerto Obaldia desde el puerto de Cartí en la comarca Guna Yala. Evitan la selva de Darién, pero no el dolor de la muerte

Grupos de migrantes se embarcan en el puerto de Niga Kantule, de la comarca Guna Yala, este lunes 24 de febrero. Se trata de migrantes en proceso de repatriación luego de ser deportados o detenidos antes de entrar a Estados Unidos.

Personal de la Defensoría del Pueblo se mantiene en el área para vigilar las condiciones del traslado. Los migrantes son procesados en el puesto de control por el Servicio Nacional de Migración bajo la supervisión del Servicio Nacional de Fronteras. Debido al poco personal de Migración, los trámites son largos y se realizan traslados hasta la noche.

De acuerdo con fuentes locales, ha habido movimiento constante de migrantes durante la última semana. Del puerto son llevados a Gardí Sugdub, una isla donde se reubicó a la mayoría de la población hace unos años por el aumento del nivel de agua. Luego, parten rumbo a Puerto Obaldía, un pueblo guna en la frontera de Panamá con Colombia, y finalmente son repatriados a sus países de origen.

Esta ruta marítima de retorno por la comarca Guna Yala ya cobró la vida de un migrante, un menor de edad que el pasado sábado se ahogó, luego de que la lancha en la que viajaba naufragó.

Los migrantes que hacen el retorno cruzaron la peligrosa selva de Darién y algunos lograron llegar hasta México, pero como consecuencia de las medidas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han tenido que abandonar el “sueño americano” e iniciar el retorno hacia el sur.

El retorno, al igual que el recorrido de sur a norte, ya es seguido por los medios internacionales. La agencia de noticia de EFE, por ejemplo, publicó un extenso reportaje en el que señala: “la migración a la inversa ha comenzado. Venezolanos procedentes de México están cruzando Panamá con destino al sur tras renunciar al sueño americano, algunos arrepentidos de haberlo intentado y otros no, pero con la esperanza de volver a comenzar en otro destino distinto a Venezuela”.

El cable cita a John Orozco, un venezolano de 49 años que pasó seis meses en México. “No se dio la oportunidad [de entrar a Estados Unidos] pero no me arrepiento. Nunca me voy a arrepentir. He pasado trabajo, bastante. Ahora el regreso ha sido más fuerte, hasta más costoso está siendo [que la ida], pero bueno, por lo menos hice el intento”, expresó a la agencia de noticia EFE que estuvo en la comarca.

La agencia de noticias AFP, por su parte, también conversó con otro migrante que narra su historia.

“Saudy Palacios atravesó la peligrosa selva del tapón del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia, con la ilusión de llegar a Estados Unidos, tener un trabajo, una casa y educar a su hijo. Ahora regresa a Venezuela por mar con los “sueños rotos” por la política migratoria del presidente Donald Trump”, anuncia el reportaje de AFP.

“Eso ya murió. Ya no hay sueño americano. Nueve meses esperé la cita y uno se cansa. Ya no hay esperanza. Nada”, dice Palacios, de 27 años, quien regresa desde México con su hijo de 11 años y su esposo, reseña la agencia de noticias que también ha estado en la comarca.

Las autoridades de Guna Yala solicitaron el pasado domingo que se impida la llegada masiva de migrantes porque carecen de los medios para gestionar el masivo flujo migratorio.

Panamá firmó un memorando de entendimiento con Estados Unidos en julio de 2024 para cooperar en temas migratorios. En febrero de 2025, tras la reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, el presidente de la República, José Raúl Mulino, manifestó que se ampliaría el memorándum y se reforzaría el centro de recepción en Metetí, provincia de Darién, para recibir y posteriormente repatriar a estos migrantes.

Ya se han recibido vuelos desde Estados Unidos y 299 migrantes hicieron noticia internacional al ser llevados a un hotel del centro de la ciudad desde donde mostraron letreros afirmando que sus vidas estaban en peligro si eran llevados a sus países de origen.

El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, confirmó que estos migrantes se encuentran bajo la “custodia temporal” de Panamá y que 171 ya habían aceptado ser repatriados. Las fechas de salida del país dependerían de las coordinaciones con la Organización Internacional para las Migraciones.

Se ha confirmado el traslado de varios migrantes a Darién, aunque no hay detalles del número exacto y la condición en la que se encuentran. La Defensoría del Pueblo se pronunció al afirmar que por el momento no hay evidencia de violación de derechos humanos, aunque emitió una serie de recomendaciones incluyendo el establecimiento de un protocolo para la recepción y traslado de las personas.

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