“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
Envejecimiento poblacional en los barrios y la propiedad de la vivienda en ciudad de Panamá
- 10/06/2023 00:00
- 10/06/2023 00:00
Entre 2000 y 2010 la población urbana de la ciudad de Panamá aumentó 200.000 habitantes, de acuerdo con los datos de los censos de población para estas fechas. Este aumento se distribuyó desigualmente entre los distintos barrios de la ciudad, aunque se puede sintetizar en dos corrientes. Una en la que se genera nuevo suelo urbano, a través tanto de urbanizaciones formales, como de asentamientos informales. La segunda corriente sería una en que la población se acomoda en los barrios ya existentes.
Los ciclos de crecimiento urbano y demográfico de los barrios conllevan tendencias desiguales en cuanto a cómo se distribuye la población según grupos de edades, étnicos, socioeconómicos. Esto a la vez influye en el nivel de acceso y propiedad de la vivienda. Evaluar las dinámicas que relacionan aspectos como la estructura de edades en los barrios y la tenencia y tipología de la vivienda, representará un aspecto clave para el diseño y planeación urbana.
En este artículo se busca explorar tres preguntas, ¿cuáles barrios en la ciudad de Panamá ganaron y perdieron población entre los censos 2000-2010?, ¿cuáles fueron las tendencias en cuanto a la distribución de la población por grupos de edad? Finalmente se busca entender la relación con la propiedad de la vivienda.
Entender qué tan viejo o joven es un barrio, también ayuda a explicar el porqué en esos mismos barrios predomina la vivienda alquilada, hipotecada o propia, y con esto parte del ciclo de crecimiento urbano.
El primer hallazgo de este análisis es identificar la magnitud de la pérdida de población en algunos barrios de la ciudad entre 2000 y 2010. Así tenemos casos como el de San Felipe, que perdió 3.666 habitantes; San Joaquín en Pedregal, que perdió 1.758 habitantes; Los Andes No 1, con 1.684 habitantes, y Cerro Batea, que perdió 891 habitantes. En cuanto a los barrios que ganaron población en el mismo período, destacan El Chorrillo, que ganó 12.133 habitantes; Santa Ana con 11.946; Samaria con 10.499 o Brisas del Golf con 7.290 habitantes. En resumen, de un total de 622 barrios existentes en 2000, 312, –el 50%– registraron pérdida de población entre ambos censos.
Entre 2000 y 2010 se construyeron, adicionalmente, 191 nuevos barrios, de los cuales 145 –o el 75%– corresponden a urbanizaciones formales. En estos nuevos barrios se agregaron 149.865 habitantes, en una superficie de 3.996 hectáreas. Los nuevos barrios con mayor población fueron Villa Lucre (14.971 habitantes), Los Cántaros (11.656 habitantes), y urbanización La Siesta (11.337 habitantes).
En esta dinámica de barrios que pierden y ganan población, se va construyendo también el ciclo de vida de los barrios, el cual se refleja en el grado de envejecimiento de la población y en el estado de propiedad de la vivienda.
A través del análisis geoespacial realizado por el Observatorio de Riesgo Urbano de Florida State University y ESRI Panamá, buscamos identificar grupos o clusters de barrios semejantes por sus características en cuanto a la tendencia en distribución por grupos de edades, comparando los datos de los censos de 2000 y 2010, y relacionarlos con la propiedad de la vivienda para el último censo disponible. De esta forma se identificaron seis grupos de barrios, que a continuación se describen.
En primera instancia encontramos los 'barrios consolidados', los cuales representan el 48% de los barrios existentes en 2000. En estos barrios la tendencia del crecimiento de la población para niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores fue negativa. Solo para el caso de las personas maduras se registró un incremento promedio por barrio de 0,93%. En estos barrios la propiedad de la vivienda se distribuyó en 14% hipotecada, 23% alquilada y 62% propia.
Otro grupo de barrios, que podríamos llamar 'barrios de familias jóvenes', concentra el 2% de los barrios, pero el 51% del incremento de la población. En estos barrios se registró un notable incremento de la población de niños (11%), adolescentes (14%) y jóvenes (19%), y un notable descenso de las personas maduras (-23%) y adultos mayores (-14%). Para estos barrios, la tenencia de la vivienda se distribuyó de la siguiente manera, 14% hipotecada, 32% alquilada y 52% propia.
Hay un grupo de barrios que concentra el 7% del incremento poblacional entre los censos 2000 y 2010 y el 15% de los barrios analizados, y registra leves aumentos solo en la población de jóvenes (1,6%) y adultos mayores (0,86%), con una pronunciada caída de adolescentes (6,84%). A este grupo lo podemos considerar como de 'barrio de jóvenes y adultos mayores'. En lo que respecta a la tenencia de la vivienda, los datos reflejan, un 24% de viviendas hipotecadas, 25% alquilada y 49% propia.
Existe un grupo de barrios que se podría considerar de 'adultos mayores y niños', el cual concentra el 17% del incremento de la población y el 17% de los barrios. Este grupo de barrios se caracteriza por incrementos en el grupo de niños (1,46%) y de adultos mayores (1,57%) con valores negativos para adolescentes, y especialmente para jóvenes (-9,56%). Para estos barrios, la tenencia de la propiedad reflejó un 30% de viviendas hipotecadas, 15% alquilada y 53% propia.
Por último, a través de este análisis geoespacial, se identificó un grupo de 'barrios de familias maduras' que concentra el 8,27% del incremento de población. En estos barrios los grupos de población que mayor aumento reflejaron fueron, la población de adolescentes (2,6%), las personas maduras (5,61%) y adultos mayores (1,5%). En este caso, la tenencia de la vivienda se distribuyó de la siguiente manera, 24% hipotecada, 14% alquilada, 60% propia.
Respecto a los nuevos barrios, construidos entre 2000 y 2010, en estos la población es, en promedio, de un 20% niños, 13% adolescentes, jóvenes 37%, maduros 14% y adultos mayores 3%. En estos barrios las hipotecas corresponden al 52%, la vivienda propia el 36% y la vivienda alquilada el 7%.
A partir de estos datos se podría inferir que, en general, en los grupos de barrios identificados la propiedad de la vivienda se encuentra entre el 50% al 60%, con variaciones en cuanto al nivel de vivienda alquilada e hipotecada. En el caso de la vivienda alquilada, por ejemplo, esta tiende a registrar una mayor proporción en barrios con mayor presencia e incremento de población joven.
El envejecimiento de las ciudades y la atención de las poblaciones vulnerables serán dos de los principales retos que deberán enfrentar las ciudades. Para esto será necesario repensar el diseño de los entornos construidos, para adecuarlo a las necesidades de estas poblaciones, además de ajustar la producción de vivienda a estas dinámicas. Visite el sitio web metromapas.net para visualizar un mapa interactivo con estos datos: https://metromapas.net/