Eficiencia judicial, el talón de Aquiles de Panamá para vencer las listas discriminatorias

Un nuevo estudio pone el dedo en la llaga del sistema judicial panameño. A diferencia del índice de percepción de la corrupción, este informe se centra en variables que van más allá, como la habilidad para detectar, castigar y prevenir la corrupción en el país, especialmente la de cuello blanco. Y en las categorías precitadas, Panamá está por debajo del promedio regional.

El índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC Index, por sus siglas en inglés) es un reporte que emitieron la AS/COA Anticorruption Working Group, Americas Quartely y Control Risks en conjunto este 2020 por segundo año. El índice va de 1 a 10 y evaluó a 15 países de América Latina. Los países con puntaje más elevado son aquellos en los  que hay mayores posibilidades de que los corruptos sean acusados y condenados.

La evaluación general de Panamá fue de 4.17, quedando por debajo de países como Uruguay, Chile, Costa Rica, Brasil, Perú, Argentina, Colombia, México y Ecuador; pero por encima de Guatemala, Paraguay, república Dominicana, Bolivia y Venezuela.

Las principales varas de medir se centraron en tres componentes: Capacidad legal, democracia e instituciones y sociedad civil, medios y sector privado. 

El informe ejecutivo del documento plantea una lucha anticorrupción desigual en el país, con grandes retos a superar tras episodios como la publicación de los Papeles de Panamá y escándalos de corrupción como el del Caso Odebrecht, cuyas condenas todavía no se concretan en el país, mientras en otros países de la región las investigaciones ya han resultado en condenas. 

Panamá muestra debilidad en independencia y eficiencia judicial, en agencias anticorrupción, acceso a la información, transparencia gubernamental, bajo presupuesto para fiscalías e investigaciones, nivel de experticia para combatir el crimen de cuello blanco y cooperación internacional a nivel legal. En todos estos aspectos Panamá está por debajo del promedio regional. 

Sin embargo, en la democracia en general, el país sobrepasó el promedio regional, pero mostró debilidades en el procedimiento para supervisar el financiamiento a las campañas electorales y los procesos para aplicar las leyes. 

Otras debilidades de la que da cuenta el reporte son la organización de la sociedad en contra de la corrupción y la calidad del periodismo investigativo.