Aspiración a la Presidencia de la Corte: La tercera es la vencida

Actualizado
  • 13/12/2012 01:00
Creado
  • 13/12/2012 01:00
Antes de ser escogido presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en enero de 2010, Salas intentó alcanzar la principal silla del Ó...

Antes de ser escogido presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en enero de 2010, Salas intentó alcanzar la principal silla del Órgano Judicial (OJ) en dos ocasiones.

En la primera, 2004, fue derrotado por César Pereira Burgos (†) porque, en esa circunstancia, los magistrados prefirieron la experiencia y la sagacidad por encima de la juventud y el hipotético ímpetu que representaba Salas. La derrota en 2004 produjo en Salas un ‘profundo sentimiento de rencor’, tanto hacia sus colegas en la CSJ como hacia la propia presidenta Moscoso, quien supuestamente lo había ungido para presidir el OJ. Luego de que a Pereira Burgos lo defenestraran de la CSJ cuando se le aplicó la Ley Faúndes (todos los ciudadanos con más de 75 a ños debían retirarse del servicio público) y ser reemplazado como presidente de la CSJ por José Troyano, un sentimiento de profunda frustración invadió a Salas, quien consideraba a Troyano como un abogado de tercera clase, cuyos principales logros provenían de las excelentes conexiones políticas de su esposa. En 2006, Salas volvió a la carga. Contaba con cuatro votos sólidos y un quinto semisólido, el de Graciela Dixon, quien le había dado su ‘palabra de mujer’.

Pero Dixon se inclinó hacia Harley Mitchell. Un abogado amigo de Salas comentó entonces que Salas estaba tan, pero tan iracundo y devastado que gritó esta frase: ‘¡Nunca se puede confiar!’ y Hasta el sol de hoy, Salas no le dirige la palabra a Dixon. En adición, Salas tampoco puede ver —ni en foto ni en pintura, mucho menos en directo— a Esmeralda Arosemena de Troitiño, quien reemplazó a Pereira Burgos y, más adelante, se convirtió en la jefa de campaña de Harley Mitchell. Tal es la tirria contra Troitiño que la exmagistrada, cuando terminó su periodo, debió esperar un extenso plazo para cobrar sus vacaciones a las que por ley tenía derecho. En enero de 2010, Salas logró la presidencia de la CSJ gracias a un cambio del Código Judicial que impulsó el gobierno de Ricardo Martinelli. Anteriormente el líder judicial era seleccionado en octubre. De no darse aquella permuta legislativa, Mitchell hubiese sido reelecto.

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