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- 28/05/2024 00:00
- 27/05/2024 20:15
Colombia ha puesto en 3 y 2 la cumbre que tenía con el presidente Laurentino Cortizo y donde el presidente electo, José Raúl Mulino, estaría como invitado. El canciller colombiano Luis Gilberto Murillo había prometido que el presidente Gustavo Petro tendría un primer encuentro con Mulino. Agregó que el mandatario colombiano también se reuniría con Cortizo. La anunciada reunión era para fines de mayo de 2024, ahora no está en la agenda de Petro, según confirmó a La Estrella de Panamá una portavoz de la Presidencia de Colombia.
De hecho, el canciller colombiano Luis Gilberto Murillo manifestó en una entrevista a la AFP estar en desacuerdo con el “cierre” de la frontera de ambos países para controlar el flujo de migrantes.
En una entrevista que concedió a Panamá en directo, el presidente se mostró optimista ante la posibilidad de reunirse con el presidente Petro y aseguró que sería la primera de muchas otras. Será “ahora, antes de fin de mayo” y “no sería para “echar cuentos ni tomar tinticos, sino para resolver el problema de Darién”. Aunque, Mulino aseguró a La Estrella de Panamá que la reunión “aún no es oficial”.
Mulino, quien fuera elegido presidente el 5 de mayo de 2024, para los próximos cinco años, anunció que quienes ingresaran a Panamá a través de la selva de Darién serían repatriados. La meta es el cierre filosófico de la frontera, un concepto que va más allá de una muralla. “La frontera es grande, pero se puede trabajar, se puede lograr. Hay que evitar la migración ilegal”, explicó Frank Ábrego, ministro designado para la seguridad de los panameños.
El Gobierno colombiano no había comunicado una postura frente a estas declaraciones. Pero lo hizo el domingo: “... Colombia obviamente no estaría de acuerdo con el cierre de fronteras y menos obviamente la frontera de Darién porque vemos que, al contrario, lo que tenemos que ofrecer es salidas más humanitarias para esta población que cruza por esa zona”, expresó el canciller colombiano a la agencia de noticias AFP.
El paso de migrantes por el tapón de Darién se ha convertido en un tema de relevancia en la política exterior de ambos países. Se espera que ese primer encuentro entre el presidente electo panameño y Gustavo Petro marcará parámetros en las relaciones bilaterales de ambos países.
Desde enero hasta el 23 de mayo de 2024, cruzaron la frontera 159.810 personas por la selva darienita. La mayoría era venezolanos (102.737), ecuatorianos (11.666) y colombianos (10.167). Lo hicieron, además, los haitianos (9.638), chinos (9.589), indios (1.483), cubanos (371) y otras nacionalidades (14.159). Solo en el mes de mayo de 2024, han llegado 20.543 migrantes. Hay 16.447 adultos y 4.096 menores de edad.
El año pasado –2023– un poco más de medio millón de personas cruzó la selva, en su camino hacia Estados Unidos. Una cifra que representó un incremento de 52% con relación a 2022 y una crisis migratoria sin precedentes en la historia. Muchos de los migrantes van en grupos familiares con niños. Para 2024, los pronósticos apuntan a un aumento de 20% en el flujo migratorio irregular.
Colombia no tiene un sistema eficiente para registrar e identificar a los migrantes que transitan desde su territorio hacia Panamá, que ha tenido que invertir más de $70 millones para enfrentar la crisis migratoria.
La selva darienita es conocida como una de las más peligrosas del mundo. Tiene 500 km cuadrados de bosques tropicales, montañas escarpadas y caudalosos ríos. La travesía puede durar hasta ocho días.
Pero los peligros van más allá de los naturales. El área se ha convertido en refugio de grupos criminales que cometen actos de violencia, abuso sexual, robo, trata de personas y redes del narcotráfico.