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- 12/12/2019 16:08
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Un vertedero situado muy cerca de un área protegida en Chame, en el Pacífico de Panamá, contamina las fuentes de agua y el suelo, una situación que se repite a lo largo del país y obliga a la implementación de un plan nacional de gestión de residuos que está engavetado, dijeron este jueves ambientalistas.
"Técnicamente no es un vertedero ilegal porque es operado por el Municipio de Chame con la anuencia de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario", el rector nacional de la materia, dijo a Efe la gerente legal del Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) de Panamá, Joan Ábrego.
En los registros no aparece la fecha exacta en que nació este vertedero a cielo abierto, uno de los 63 sitios formales de deposición de residuos que existen en Panamá, pero los ambientalistas calculan que debe tener unos 30 años y que ha ido creciendo hasta alcanzar ahora las seis hectáreas de extensión.
"Es un vertedero que está a escasos metros de un área protegida, colindando con un área de humedales, en donde los residuos ya han llegado incluso a los cursos de agua. Hay una contaminación del agua muy elevada, principalmente de metales pesados. Reportes recientes encomendados por la Autoridad de Aseo también revelan lixiviados a profundidad", afirmó Ábrego.
Y el de Chame no es el único caso: "Se calcula que a nivel nacional hay seis vertederos que incluso están dentro de áreas protegidas", alertó el técnico biólogo del CIAM Isaías Ramos.
"Cuando uno observa la ubicación de los vertederos, están generalmente cerca de humedales. Y los humedales son sitios, aquí en Panamá, donde las poblaciones tarde o temprano van a buscar peces y otros productos para alimentarse", dijo el experto a Efe.
Como no hay manejo correcto de los vertederos, agregó Ramos, "todos los lixiviados y sustancias se van a acumular de una u otra manera a corto y mediano plazo en el mar que utilizan las poblaciones. En Chame hay pescadores, en Agua Dulce, donde también hay otro vertedero altamente contaminante, además de pescadores hay cría de camarones, y así a lo largo de todo el país".
Un diagnóstico realizado hace unos dos años por la empresa pública española Ingeniería y Economía del Transporte, S.A. (INECO) determinó que 62 de los 63 sitios donde se deposita la basura en Panamá de manera oficial han colapsado, recalcó Ramos.
El sistema es inoperante y una respuesta a esta problemática es el plan nacional de gestión de residuos generado a partir del diagnóstico de INECO y que está engavetado, dijeron los expertos.
Ese plan establece la centralización del tratamiento de los residuos "en grandes instalaciones de tratamiento, seis a nivel nacional, y clausurar paulatinamente todos estos vertederos situados en cada distrito, mal manejados por las autoridades municipales y en ubicaciones inapropiadas", afirmó la gerente legal del CIAM.
"El país se gastó 4 millones de dólares en la auditoría (de INECO) y lo justo es que se continúe por esa vía técnica y se transforme todo este modelo de gestión" afirmó Ábrego.
Los municipios, añadió el biólogo Ramos, "son estructuras muy chiquitas para tener la capacidad de hacer todo el manejo a los residuos. Lo que hacen es que entierran la basura, o la queman, generando afectación a las poblaciones aledañas. Muchas se encuentran en un radio de 5 kilómetros", agregó Ramos.
Pero la implementación del nuevo plan de gestión requiere "un cambio a nivel de ley". Una iniciativa que busca "ordenar las competencias entre las distintas instituciones que están involucradas en el manejo de residuos" lleva años engavetada en el Parlamento.
"Las autoridad deben entender que el tema de los residuos es un problema de salud pública nacional", añadió Ramos.