Naturalizan a grupo de 31 extranjeros

Diana Guerrero de García, de 43 años, estaba emocionada. En su vestido, lucía un pin de una pequeña bandera panameña, además portaba otra en sus manos.

Ayer, ella y otros 30 inmigrantes extranjeros se naturalizaron como ciudadanos panameños en un acto realizado en la Gobernación de la provincia de Panamá.

Diana nació en el estado mexicano de Veracruz y llegó a Panamá cuando tenía 27 años, apenas dos semanas después de haber contraído matrimonio con un panameño. ‘Mi esposo me conoció en Veracruz, nos enamoramos y me trajo a su tierra’, contó.

Ahora posee la ciudadanía panameña al renunciar a sus vínculos con México, luego de vivir en el país 17 años. Sus dos hijos son panameños. El proceso para naturalizarse como panameña duró tres años. ‘Desde que llegué he vivido en Migración, prácticamente’, afirmó jocosamente.

Felicia Vásquez, de 30 años, disfruta la música típica desde que llegó, a los 12 años de edad. Ella nació en Bonao, República Dominicana. Ya tiene un hijo de cinco años, panameño. ‘Siempre he dicho que tengo como un cholo por dentro, me gusta mucho el folclor panameño’, dijo.

Vásquez contó que a ella el proceso de naturalización le tardó dos años.

A la fecha hay 9,632 naturalizados en todo Panamá.

JURAMENTADOS

El gobernador de Panamá, Rafael Pino Pinto, juramentó a 31 extranjeros naturalizados: 10 eran de Colombia y 6 de China. En menor cantidad, fueron admitidos: dominicanos, indios y ecuatorianos (dos de cada país), mientras que de Bielorrusia, República Checa, Cuba, México, Nicaragua, Italia, Jamaica, Rusia y Venezuela, uno de cada país.

Pino Pinto explicó que son personas con un promedio de edad entre 25 y 38 años y que cumplieron con un proceso largo que se inició en el pasado gobierno.

REFORMAS MIGRATORIAS

Mientras esto ocurre, el movimiento de jóvenes contra las ferias migratorias prepara otras acciones para regular la inmigración y frenar la edición de octubre.

Irma Araúz, presidenta de la Comisión de Derecho Migratorio, apuntó a reformar la ley de migración para tener una norma integral.

Araúz recomendó una junta multidisciplinaria que discuta y elabore el nuevo código migratorio.

‘Queremos que se paralice el décimo quinto Crisol de Razas, porque no es necesario, no se planificó ni se programó la entrada de tantos extranjeros’, precisó.

Además, lamentó que el director de Migración, Javier Carrillo, ha negado una estadística sobre extranjeros vinculados a crímenes.

‘Han metido muchos extranjeros sin un control... Sentimos que en la mayoría de los crímenes están metidos extranjeros’, acotó.