La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
- 04/12/2019 00:00
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El interés del Ejecutivo en nombrar en la Corte Suprema de Justicia a personas que puedan servir a los intereses del presidente de turno, o a sus allegados, ha prevalecido en varias administraciones gubernamentales.
Quizás el tema no se haya expuesto con tanta soltura como en el caso de las conversaciones del entonces presidente Juan Carlos Varela con varios miembros de su gabinete y gente cercana , porque hasta este momento era sepultado por los propios intervinientes.
En Varelaleaks.com, no obstante, se evidencia la forma en que el Ejecutivo interfería en los asuntos judiciales, en los fallos que estaba por emitir la Corte Suprema, con cuáles magistrados hablaba el mandatario, o a través de quién lo hacía, quién era su enlace en este Tribunal.
En la conversación entre Varela y el ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De La Guardia, sale a relucir las aparentes luchas intestinales entre los magistrados de la Corte Suprema.
En las comunicaciones publicadas en Varelaleaks.com hay fragmentos en los que se observa que el ministro tenía la intención de armar un proceso en la Comisión de Credenciales de la Asamblea Nacional para desbancar a los magistrados José Ayú Prado y Luis Ramón Fábrega.
El jefe de las finanzas del Estado contaba con una misiva que había presentado el magistrado Harry Díaz ante dicha Comisión contra los prenombrados, por los supuestos delitos de abuso de autoridad e infracción de los deberes públicos, por haber dilatado información necesaria para notificar al expresidente Ricardo Martinelli sobre una imputación en su contra.
“Yo afirmo categóricamente que hubo extralimitación de funciones. La Asamblea debe usar esto para sacar a esos dos corruptos. Es la herramienta perfecta”, valoró De La Guardia. Esto denota una lucha intensa entre dos supuestos bandos: quienes supuestamente inclinaban la balanza a favor del expresidente Martinelli, los magistrados que estaban a cargo del caso de los 'pinchazos' seguido al exgobernante, además, y las posiciones indecisas del resto de los magistrados.
“HD (Harry Díaz) me dice que (Cecilio) Cedalise quiere usar esto para sacarlo del caso de Ricardo Martinelli”, informó De La Guardia a Varela, y adjuntó un amparo de garantías que se discutiría en el pleno de la Corte, presentado por Cedalise en contra de Díaz.
Durante la administración Varela, se puso en evidencia cómo el Ejecutivo buscaba algo a cambio de los nombramientos. Da la impresión de que así ocurrió en el caso de Cecilio Cedalise y de Ángela Russo.
Varela tal vez esperaba que ambos abogados siguieran la “línea” del Ejecutivo, pero la fidelidad se puso a prueba cuando ambos magistrados mostraron su postura al intentar otorgar libertad al expresidente Martinelli, ya fuera bajo fianza o una medida cautelar distinta a la detención preventiva, cuando el caso por las interceptaciones telefónicas se encontraba bajo la jurisdicción de la Corte Suprema de Justicia. En varias ocasiones Varela pulsó con los magistrados de la Corte para evitar que Martinelli fuera beneficiado.
En la supuesta conversación que sostuvo Varela con la procuradora Kenia Porcell, aparece el intermediario que enviaba Varela a hablar con los magistrados, Rolando López; además, salta a la luz una clara injerencia del Ejecutivo en los asuntos de la Corte.
“RL (posiblemente Rolando López, entonces director del Consejo de Seguridad) siente que se tiene 4 votos, Sáenz (Wilfredo, suplente de Harry Díaz), Zamorano (Abel, magistrado), Carrasco (Luis Mario, suplente de Jerónimo Mejía) y Oydén Ortega. Faltaría Cedalise (Cecilio)”, le dijo Varela a Porcell.
“¿Y Russo (Ángela)?”, pregunta ella.
“Toca trabajarla también”, respondió Varela.
En agosto de 2018, Porcell comenta a Varela: “Ahorita entrar en la Corte Suprema es un harakiri”.
A lo que Varela le indicó: “solo se habla con Z (supuestamente Zamorano), y mensaje a Cedalise. López ve eso, que es el que informa”.
“Pero que nadie pase al Órgano Judicial, tiene que cuidarse, la gente es mala”, le aconseja Porcell.
“Porque ahorita ellos lo golpearán si ven al CSN en las cámaras y las filtran al Panamá América”, alerta Porcell.
“Se reúnen en el Consejo con Z”, indicó Varela.
Esta situación se repite en la plática con Rolando López.
El 15 de octubre de 2018, el director del CSN reporta a Varela que los magistrados de la Corte aún no quieren decidir sobre la medida cautelar que había solicitado el expresidente Martinelli.
“Espero no se rajen. Dice Zamorano que la vaina está dura”, amplió el director
“Si le dan medida quedarán mal con el país”, respondió Varela.
Media hora más tarde, López informaba al presidente: “no sale el capo”.
“Excelente, como quedó la votación?”, preguntó
El recado de que no saldría con medida cautelar se lo había enviado el magistrado Cedalise, a pesar de que López confiesa que no confía en él. Lo respalda con una captura de pantalla del celular de Cedalise, quien le decía que no salía de la cárcel Martinelli. Unos minutos después, la información sería confirmada por el magistrado Zamorano. En aquella ocasión, la votación quedó 6 a 3.
En algunas conversaciones también se muestra el especial interés que tenía Varela en que Zuleyka Moore y Ana Lucrecia Tovar, dos nominadas para el cargo de magistradas de la Corte Suprema Justicia, fueran aprobadas por la Asamblea Nacional a principios de enero de 2018.
Para ello, solicitó a sus más cercanos colaboradores difundir mensajes en las redes a favor de las prenombradas para que lograran pasar el primer filtro de la Comisión de Credenciales de la Asamblea Nacional y la mayoría de votos en el Pleno.
Varela sumó a esta causa a varios ministros, según las conversaciones expuestas en Varelaleaks.com.
Cuando el mandatario designó a la fiscal Moore y a Tovar como magistradas de la Corte Suprema, el ministro De La Guardia le dijo al presidente Varela que había pedido el apoyo del magistrado Harry Díaz, aún antes de ser ratificadas por la Asamblea, para que votara a favor de una de ellas para que se convirtiera en presidenta de la Corte.
No obstante, Díaz aclaró a este diario que si hubiera tenido que elegir entre Ayú Prado y un magistrado nuevo, “obviamente hubiera votado con el nuevo”.
En otro momento, en diciembre de 2017, De La Guardia se enteró de que el magistrado Ayú Prado estaba pensando hacer una votación con siete magistrados, el 3 de enero de 2018, para escoger al nuevo presidente de la máxima corporación de justicia.
En otro asunto, Varela estaba pendiente también de los comentarios que se vertían en las redes, especialmente los relacionados a la procuradora Porcell. En una oportunidad, regañó a De La Guardia por un comentario que Ricardo Zubieta, mano derecha del ministro, hizo en su cuenta de Facebook, en el que cuestionó la labor del Ministerio Público y calificó como “chambonada” en los casos penales.
“Ya sabe lo que tiene que hacer”, le dijo Varela al ministro.
En los Varelaleaks.com hay una supuesta conversación entre el magistrado Ayú Prado, presidente del Órgano Judicial, y Varela, en la que el primero pone al tanto al mandatario sobre la situación de algunos casos de alto perfil en el Órgano Judicial, fianzas, detenciones provisionales, condenas, sentencias, en casos de alto perfil.
A principios de febrero de 2017, el magistrado Ayú Prado informa a Varela sobre una audiencia en la que salió libre un presunto delincuente por el cargo de homicidio. Explica la actuación del Ministerio Público, y de algún modo, intenta descifrar por qué el presunto delincuente quedó libre. “El Ministerio Público no pidió práctica de pruebas, pero intervino cuando la Defensa presentó las suyas. Las víctimas de la tentativa de homicidio tenían como defensora a la abogada Holanda Polo, conocida por haber defendido antes a DVR (posiblemente David Viteri) y el Ministerio Público no se opuso ni hizo nada”.
“Se ha visto muy raro”, responde Varela, “el proceso más ágil es de este señor tan buscado y queda libre”, reclama.
En abril, Ayú Prado le habla sobre la situación del caso de dietilenglicol: “creo que usted no debe enterarse por los medios de comunicación o las redes, llamaron a juicio a 11 personas en el caso”.
El reporte de Ayú Prado es completo, le da el recuento de los fallos, los condenados, las condenas de cada uno, en qué instancias se produjeron y cuáles magistrados estuvieron de acuerdo con las condenas.
El presidente agradece la información y le dice que todo el país estaría pendiente del caso del futbolista Amílcar Henríquez al día siguiente, “y espero los fiscales armen bien tiene todo”.
“Sobre lo de Colón estoy rezando en voz alta y procurando que se me escuche rezando y otros recen conmigo”, responde el magistrado.
El 17 de abril, Ayú le manda las nuevas. Es el fallo en el que revocan la libertad provisional y declararon detención preventiva de los tres menores de edad involucrados en el hecho trágico.
Luego le notifica que la denuncia presentada por el abogado Carlos Herrera Morán contra trece diputados no fue admitida en forma unánime.
El 21 de abril 2017 le informa sobre la fianza otorgada a los abogados de la firma Mossack Fonseca vía el Segundo Tribunal Superior sindicados por presunto delito de blanqueo de capitales, y fijaron una cuantía de $500 mil para cada uno. También le notificó sobre la fianza concedida a Manuel Morales Diez, directivo de HPC Contratas, que fue investigado en el caso de la Caja de Ahorros.
Ayú Prado invita al presidente a tomar un café con la anuencia de que participarían Luis Ramón Fábrega y Cecilio Cedalise si el mandatario está de acuerdo.
Varela le dice que la reunión sería a las 5:30, es agosto de 2017.
La conversación culmina con la foto de la carta de renuncia del magistrado Ayú Prado al cargo de presidente de la Corte, a partir del 1 de febrero de 2018.