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- 10/12/2019 00:00
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Un año antes de las elecciones generales de mayo de 2019, Juan Carlos Varela, entonces presidente de Panamá, estaba casi seguro de que su partido repetiría en el gobierno.
Se recargaba en las tantas obras que habían beneficiado a miles de ciudadanos, traducidas en una inversión de $6 mil millones en proyectos ejecutados durante su administración.
En octubre de 2018, el Partido Panameñista se aprestaba a escoger en la contienda interna al próximo candidato del colectivo, que dirigiría el país, prolongando al oficialismo en el poder por cinco años más.
Pero Varela estaba equivocado. Si bien el prisma del tiempo con que se analiza el momento en cuestión es muy distinto una vez ocurren los hechos, no deja de percibirse un distanciamiento del Ejecutivo de la realidad política y económica que vivía el país.
El Panameñismo alcanzó el cuarto lugar en las elecciones generales de mayo 2019, con solo un 10% del voto del electorado. El candidato del oficialismo fue superado en la contienda por el independiente Ricardo Lombana, y una reñida pelea por 40 mil votos que aventajó al electo presidente Laurentino Cortizo del Partido Revolucionario Democrático (PRD), de Rómulo Roux, representante del partido Cambio Democrático (CD).
Antes de que se celebraran las elecciones primarias de su partido, Varela había conminado a la vicepresidenta y canciller, Isabel de Saint Malo, para que se postulara como candidata. Pero ella no mostró interés en el asunto.
La pelea se surtió entre Mario Etchelecu, que dejó el cargo como ministro de Vivienda, y el alcalde capitalino, José Blandón, en un escenario en que el primero apostaba a que vencería a su contendor.
En medio de la campaña interna, Varela consideraba que la competencia “no iba por buen camino”, así se lo hizo saber a Etchelecu en una supuesta conversación publicada en el portal Varelaleaks.com, del cual extraemos algunos fragmentos.
La apreciación del mandatario se basaba en la forma en que Blandón criticaba su gestión y parecía arrastrar a Etchelecu en la misma corriente.
Varela culpaba del estancamiento económico del país a las restricciones de visas impuestas a los venezolanos para ingresar a Panamá, y a la huelga del sindicato de la construcción que paralizó los proyectos por casi un mes. “Eso lo deben decir ambos”, indicó el mandatario a Etchelecu, ordenando que mencionara en sus intervenciones que el año 2019 pintaría mejor por la actividad minera y la licitación de la línea 3 del Metro, licitación que aún no se concreta.
Faltaban 50 días para las primarias y Varela quería una participación masiva de sus copartidarios: “es importante una votación alta”, le dijo a Etchelecu.
“Yo creo que sí va a ser”, afirmó el candidato. “Vi la entrevista de Cortizo, flojo, sin contenido”, evaluó Varela.
Etchelecu decía que no tenía tiempo de ver entrevistas de quien hubiera sido su contrincante en las elecciones generales, estaba muy ocupado consiguiendo votos para las primarias.
El 12 de septiembre de 2018, quien aspiraba ser el presidente del país le expresó al mandatario: “Que plomo estos indios, todos los días algo”.
“Así es”, respondió Varela, momentos en que sorteaba una ola de protestas en la provincia de Bocas del Toro. Enseguida le dijo a Etchelecu que había cometido errores dos días seguidos. “Te pido me orientes, en qué exactamente te parece que estuve haciendo algo equivocado”, le pidió Etchelecu.
El aspirante hablaba bien de la gestión de Varela. En cambio, con Blandón se notó un distanciamiento marcado del Ejecutivo.
Etchelecu tenía una película distinta. Alababa la labor de Varela: “Defendí lo que está pasando en la Caja de Seguro Social dejando claro que los dos directores no cumplieron las expectativas del cargo y que eso no es responsabilidad del Ejecutivo”, le dijo el candidato al mandatario.
“Siento que todo mundo anda disparado, prefiero tomar mi esquina, haré cambios importantes en el gobierno el 30 (de octubre de 2018), soy franco”.
“Yo quiero reelegir el gobierno y si sientes que estoy haciendo algo mal, te agradezco que me lo digas”, exhortó el aspirante.
El candidato se sentía falto de orientación y buscaba apoyo del presidente para adelantar la repartición de bonos en Bocas del Toro, que por lo general se distribuían a mediados de noviembre.
Eran más de 6,500 bonos de supermercado por $35 cada uno y Etchelecu buscaba amasar votos para las primarias.
Varela no respondió la petición. Unas horas más tarde, le escribió: “tranquilo, cómo vas”.
Ambos criticaban la campaña del partido opositor, que invitaba al electorado a unirse bajo el techo del PRD. “Error”, señaló Varela, al tiempo que Etchelecu le llenaba el celular de fotos rodeado de simpatizantes en un mitin.
Varela reiteró a Etchelecu que debía sacar ventaja a su favor por las obras ejecutadas durante su administración.
“Mario, tenemos 6 mil millones en inversión, las primeras potabilizadoras de la Comarca, Howard, Gamboa, ampliación Sabanitas Chilibre, alcantarillado de David, Santiago, Boquete, Isla Colón. La elección se polarizará con el PRD”, insistió Varela.
“El CD no levanta”, afirmó el presidente, errando sus predicciones en cuanto al resultado de las elecciones en las que CD casi logra la Presidencia, colocándose en segundo sitio.
“El CD está muerto y Rómulo no tiene nada que ofrecer”, añadió el candidato.
“Tenemos que lograr una participación muy alta en las primarias”, agregó Etchelecu, sin una visión clara del ánimo que tendrían el día de las elecciones internas los afiliados del colectivo, del cual acudió a votar el 36% de la membresía.
El panameñismo planeaba su estrategia para robustecer su candidatura con miras a las elecciones generales. Era importante para Varela amarrar al Partido Popular de su lado, tomando en cuenta que un segundo partido pequeño, el Molirena, se había unido al PRD.
A pesar de que Varela prometió que no se metería en la campaña de los candidatos de su partido, hacía observaciones puntuales a Etchelecu para evitar los ataques entre facciones que ya empezaba a mostrar su cara ácida.
En un momento Etchelecu se quejó con el presidente porque Luis Ernesto Carles, entonces ministro de Trabajo y hoy diputado, amenazaba a sus colaboradores con destituirlos. “Yo sé que es imposible que pase, pero igual los llama y los ponen nerviosos, eso no es correcto con la gente”, se quejó el también exministro de Vivienda.
“Debes pegarle al PRD para polarizar”, le recomendó Varela. Luego le escribe, “en Herrera has dado casas con las dos manos”, como un factor determinante a su favor fungió como titular del Ministerio de Vivienda.
“En Bocas del Toro estamos ganando también, pero con los indios hay que estar vivos... son muy plateros y Vallejo es una rata”, descifró Etchelecu.
Entonces, la predicción de Etchelecu para las primarias era que él aventajaría a Blandón con un 57% a su favor y 43% para su contrincante.
Confiaba en una acertada movilización de los panameñistas para lograr el triunfo. Pero el resultado final fue de 56% a favor de Blandón contra un 38% para Etchelecu.
“Lo importante es la votación alta en áreas rurales que te apoyen”, aconsejó Varela.
La frase venía acompañada de una estrategia que al mismo tiempo golpearía al PRD, recordar la fecha del 3 de octubre 1989, el golpe del militar Moisés Giroldi al General y dictador Manuel Antonio Noriega, incidente en el que hubo 10 asesinados.
“¿Ganas en Chiriquí?”, preguntó el mandatario.
“Sobrado”, respondió el exministro. “Chiriquí, Colón y Panamá Oeste, por cancha”, añadió.
El 7 de octubre de 2018, dos días después de haber publicado en este diario la investigación titulada 'La mano paralela de la justicia', Etchelecu envió al presidente una nota de prensa emitida por Millicom, la empresa que compró Cable Onda por más de mil millones de dólares.
“Manda un tuit de eso”, le ordenó Varela, “esa operación le calla la boca a estos periodistas, comenta algo”, le dijo.
“Ahora me siento a redactar algo bueno jajajaja”, le respondió el candidato.
En la recta final de la campaña, Etchelecu le pidió a Varela si le podía proporcionar el nombre de algunos posibles donantes. Varela le recomendó a Juan Alexis, Eduardo, Gardelini.
“¿Este señor (Guillermo) Liberman?”, le preguntó Etchelecu.
“Puedes hablarle”, avaló Varela. “Motta, Revilla padre”, añadió como otros posibles nombres que podían darle oxígeno en la recta final.
“Esos Revilla andan full con Blandón, todo está coordinado con el papa de Blandón”, le compartió el aspirante.
“Pero no el papa de Emanuel, los Nico (Nicolás) no dan nada”, le corrigió Varela. “El papa no gusta de Blandón”, zanjó.
“Voy a escribirle ahora que vendieron Cable Onda puede ayudar, jajajaja”, carcajeó Etchelecu.
Varela también le sugirió llamar a Janet Poll, como otra persona de confianza.
Unos días más tarde, ambos comentan el apoyo público de la expresidenta Mireya Moscoso a Blandón.
“Esta estrategia está rara, no entendí”, comunicó Varela.
“Ese tipo llega a ganar y va a ser peor con nosotros que el mismo PRD o CD, no sé cómo no se han dado cuenta varios que lo abanican”, criticó Etchelecu.
Al mandatario no le pareció la estrategia, “él no ha medido, a mí me costó la elección con (Ricardo) Martinelli”, recordó. “(Carlos Raúl) Piad jefe de campaña y ahora esto”, resumió Varela.
“Bulto Piad”, consideró Etchelecu. “Lo tiene cometiendo error tras error, y los asesores que están usando no tienen idea, es que él nunca creyó en la reelección del gobierno”, añadió el aspirante.
La conversación cierra antes de la fecha de las elecciones primarias, pero entre los últimos mensajes intercambiados, Etchelecu se mofó de su contendor Blandón, por un comentario que éste hizo acerca del matrimonio igualitario: “aquí le dicen el candidato de los huevos rosados jajajajajajaja”.