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Exclusiva | De Saint Malo: ‘MP me presionó para implicar a hijos de Martinelli’
- 09/10/2019 06:40
- 09/10/2019 06:40
Raúl de Saint Malo ha decidido narrar su versión. Dice que terminó firmando un acuerdo de pena para “no seguir metido en un problema y tener paz”.
Cuenta de la presión que recibió por parte del Ministerio Público para culpar a sus socios capitalistas —los hermanos Ricardo y Luis Enrique Martinelli Linares—, con quienes desarrolló un negocio marítimo y por el cual terminó involucrado en la trama de corrupción de Odebrecht.
Una vinculación que considera injusta porque no tuvo ninguna relación comercial con la compañía brasileña, como tampoco ha sido contratista del Estado.
De Saint Malo —hermano de la excanciller y exvicepresidenta de la República Isabel de Saint Malo— fue acusado del delito contra el orden económico (blanqueo de capitales), pero él niega los hechos, a pesar de que firmó el acuerdo de pena.
Todo empezó, narró De Saint Malo, en marzo de 2017, cuando el Ministerio Público incautó un helicóptero a la familia Martinelli como parte de los procesos vinculados al caso Odebrecht.
Parte de los fondos que se usaron para la compra del helicóptero salieron de la empresa Star Tankers Bunkering, S.A. en la que De Saint Malo era socio con los hermanos Martinelli Linares. Los fondos, contó De Saint Malo a La Estrella de Panamá, eran producto de dos préstamos de bancos locales.
Estos créditos, continuó, fueron adquiridos por la empresa Star Tankers Bunkering, S.A. como parte de una operación comercial entre De Saint Malo y los hermanos Martinelli para desarrollar el negocio. En total fueron $17 millones entre los dos bancos.
El negocio consistía en el transporte de combustible, para lo cual la empresa adquirió dos barcos. La compra de las embarcaciones la realizaron los hermanos Martinelli y De Saint Malo entraba como socio minoritario, a través de los dos préstamos bancarios.
“Se trata de una relación comercial normal en la que pongo el conocimiento del negocio y busco inversionistas”, indicó. Fue así, agregó, que cuando los barcos habían sido comprados registrados en Panamá, son usados como garantía para los dos préstamos que fueron reembolsados a los hermanos Martinelli.
Ellos, añade De Saint Malo, “decidieron las sociedades y las cuentas donde se tenía que depositar esos fondos y fueron varias”.
Las transacciones contaron con el aval de los bancos y una de esas fue por la suma de $1.9 millones a una cuenta que después se descubrió que fue para la compra del helicóptero incautado por el Ministerio Público.
“Mis socios hicieron una inversión que yo tenía que reembolsar, para la cual se hizo los dos préstamos por los $17 millones”, subrayó.
De Saint Malo, acompañado de su abogado Esteban Ellis, alegó que no puede responder por los fondos que utilizaron los hermanos Martinelli para la compra de los dos barcos, solo por los dos préstamos bancarios. Tampoco tiene por qué dudar de la procedencia de los fondos que se utilizó para la compra de las naves.
Son personas que tienen empresas que facturan millones de dólares al año, manifestó.
“Eso es algo que deberán explicar ellos (los hermanos Martinelli). A mí no me compete responder eso, en todo caso es la Fiscalía la que debe investigar la procedencia de los fondos”, insistió.
El acuerdo de pena que De Saint Malo logró con el Ministerio Público incluyó la devolución de $1.9 millones que, indicó, tuvo que “sacar” de su bolsillo.
Alegó que lo hizo para evitar ir preso y por la presión que sufría, que no solo fue por parte del Ministerio Público, sino de otras personas vinculadas al viejo Ejecutivo, pero evitó dar nombres.
“La Fiscalía quería que yo vinculara a mis socios, pero no podía vincular a nadie, no tengo prueba contra nadie”, remarcó.
Dijo que toda la presión que recibía era por ser socio de los hermanos Martinelli. “Por dos años estuve prácticamente con un fusil en la cabeza en la que se me decía 'tiene que hacer esto, lo otro'...”, enfatizó sin mencionar nombres de quiénes lo presionaban.
Consideró que fue un error no haber salido antes a dar las explicaciones del caso, pero le resultaba “muy difícil” por ser el hermano de la entonces canciller Isabel de Saint Malo. Ella, aseguró, “no intervino en el proceso ni para bien ni para mal”.
Sobre el expresidente Juan Carlos Varela se limitó a decir que “él tenía una misión”, sin entrar en mayores detalles.
De Saint Malo fue condenado a 60 meses de prisión en marzo pasado como parte del acuerdo de pena. Un acuerdo que incluía reemplazo de pena de cárcel por trabajo comunitario. El cambio de la medida fue concedido la semana pasada por la juez de cumplimiento Irma Arosemena, y que fue apelada por el Ministerio Público.
De Saint Malo confesó “no entender la apelación del Ministerio Público” porque, según dijo, forma parte del acuerdo.