Más de 16 años levantando cadáveres

Hace una labor que quizás muchos no se atreven a ejercerla. Cuando una persona fallece, sin importar la circunstancia, su cuerpo debe ser levantado del lugar en el que se encuentre y trasladado a una morgue.

Esta labor la viene realizando por más de 16 años Néstor García, quien reside en la décima provincia, Panamá Oeste.

García cuenta que desde tempranas horas de la madrugada se prepara en su casa para acudir a su puesto de trabajo ubicado en la Subregional del Ministerio Público, ubicada en La Chorrera.

El 'conductor fúnebre', como él se denomina, explicó que siempre le ha tenido respecto al trabajo que desempeña.

Relata que en todos sus años realizando este trabajo lo que más le ha impactado fue cuando tuvo que levantar varios niños, que por descuido de sus familiares fallecieron en un accidente tránsito. Además del levantamiento de personas que fueron descuartizadas y metidas en bolsas, otras mutiladas.

"Mucho antes de que se diera a conocer el coronavirus, se han tomado todo tipo de normas de bioseguridad con los cuerpos de personas que fallecen y más aún con los que están en estado de putrefacción, porque no podemos estar expuestos a infecciones y ser contagios", manifestó.

Desde que empezaron a fallecer personas por la covid-19, García cuenta que lo primero que se hace antes de levantar el cadáver es rociar las diversas partes del cuerpo con el químico amonio cuaternario, luego se les tapa los orificios (boca, fosas nasales), se les coloca en dos bolsas y se redacta el acta de defunción.

García indicó que debido a la labor que realiza es discriminado, le dicen malas palabras e incluso hasta ha recibido amenazas, por lo que le pide a la sociedad que cambie sus pensamientos, tengan más respeto cuando se dirigen a él o a sus compañeros porque les ponen sobrenombres como el lechucero, levanta muertos, fúnebre ... "Nosotros somos conductores del carro fúnebre", puntualizó.