Los medios de comunicación y la política

En nuestros países los medios de comunicación juegan un papel importante en la vida cotidiana y Panamá no está exenta de esta situación. Los panameños, desde que recuerdo, somos dados a leer los periódicos y escuchar la radio, así como ahora, a ver la televisión con sus noticias. Algunos permiten que los convenzan, dando por sentado que lo que dicen o escriben es lo correcto; otros analizan y discurren en qué es cierto y qué no lo es.

Es por esto que es importante el comportamiento de los medios en la vida cotidiana. Todos los periodistas deben ser objetivos cuando dan una noticia, porque ese es su papel: decir las cosas como son y evitar dar sus propias opiniones o la de sus jefes, como ha predominado en Panamá. Siempre he opinado y dicho que cada medio habla o escribe de acuerdo a dónde se encuentre su dueño y, cuando de política se trata, en cuál bando esté.

Y ese no debe ser el papel de los medios. Actualmente vemos noticieros matinales en donde presentan invitados y la mayoría son del partido de su simpatía; los otros son increpados por sus entrevistadores, a tal punto que, a veces no pueden ni expresar sus pensamientos ni por qué están allí.

Pienso que un o una entrevistadora debe ser eso, solo para hacer preguntas, llevar el programa correctamente y servir de moderadores en caso de que sean varios invitados; pero siempre guardando la objetividad y sin permitir insultos hacia los adversarios políticos que no son de su agrado, porque el programa se convierte en un monólogo de parte del periodista sin llenar la misión para la cual están allí. Varias veces me he visto en la necesidad de cambiar el programa que veo por esa parcialización hacia el PRD o hacia Varela, porque no veo que sea hacia José Domingo Arias.

Lo que comentaba sobre la influencia o el papel decisivo de los dueños de medios, y esto va para todos los partidos, es llamativo desde hace muchos, muchos años y podemos escuchar a las personas decir que no leen a tal o cual diario porque están en contra de sus tendencias políticas y esto no debe darse, porque cada medio de comunicación tiene su parte buena y la desagradable, pero debe ser, repito, con objetividad y mucha seriedad. Lamentablemente, algunos medios de comunicación, en esta campaña política las han perdido y existe una parcialización marcada, que hace que sus oyentes o sus lectores o televidentes les pierdan el respeto que debe ganarse todo medio. Opino que, en una contienda política, todos los candidatos deben tener las mismas oportunidades de expresarse, así como por ley todos deben tener lo mismo en campaña y propaganda.

Si bien es cierto que el presidente Martinelli, desde que subió a la primera magistratura tuvo sus desavenencias con el cuerpo de periodistas, ahora no se trata de su persona con quien sacarse el clavo; se trata de una contienda electoral que no debe tener ninguna relación con el presidente, porque es mucho lo que está involucrado en esta campaña para que sea su figura la preponderante y la que decida sobre la simpatía o no de los medios de comunicación. Los encuentros personales que haya podido tener con tal o cual persona no deben influir en el comportamiento de los periodistas. No sé si esto se los enseñan en la Universidad, pero es algo básico en el aprendizaje de esa carrera; por esto es que existen pocos buenos periodistas de verdad.

No sé si he llenado el cometido de este artículo, pero está escrito, parte como crítica y parte como enseñanza para los comunicadores que nos traen diariamente las noticias y los programas en los medios de comunicación. No creo que lo tomen a mal, porque tampoco soy tan importante para ellos; pero es mi opinión personal, sin representar a nadie: solo a mí.

MÉDICO